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Salud

Síntomas de la influenza que debes tener en cuenta

‍La influenza, también conocida como gripe, es una infección respiratoria viral que puede causar síntomas leves a graves. Es importante reconocer los signos de alerta de la influenza para buscar atención médica oportuna y evitar complicaciones.

¿Qué es la influenza?

La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por el virus de la influenza. Se propaga principalmente a través de gotas respiratorias que se liberan cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. La temporada de influenza suele ocurrir durante los meses de invierno y puede afectar a personas de todas las edades.

Síntomas comunes de la influenza

La influenza comparte algunos síntomas comunes con otras enfermedades respiratorias, como el resfriado común, pero hay algunos signos distintivos que debes tener en cuenta. Los síntomas más comunes de la influenza incluyen:

Fiebre alta: La fiebre es uno de los síntomas más característicos de la influenza. Puede ser mayor a 38.5°C y durar varios días.

Tos persistente: La tos es otro síntoma frecuente de la influenza. Puede ser seca o productiva, y durar varias semanas.

Dolor de garganta: Muchas personas con influenza experimentan dolor de garganta, que puede variar en intensidad.

Dolores musculares y articulares: La influenza puede causar dolores musculares y articulares generalizados, que a menudo se describen como sensación de malestar general.

Fatiga extrema: Sentirse cansado o agotado es común durante una infección de influenza.

Escalofríos: Los escalofríos son otro síntoma frecuente de la influenza y pueden acompañarse de temblores y sudoración.

Dolor de cabeza: Muchas personas con influenza experimentan dolores de cabeza intensos.

Congestión nasal: Algunas personas pueden experimentar congestión nasal o secreción nasal durante una infección de influenza.

Malestar estomacal: Si bien no es tan común, algunas personas pueden experimentar malestar estomacal, náuseas, vómitos o diarrea durante la influenza.

Pérdida del apetito: La influenza puede afectar el apetito, lo que puede resultar en una disminución de la ingesta de alimentos.

Dificultad para respirar: En casos graves, la influenza puede causar dificultad para respirar, especialmente en personas con factores de riesgo o afecciones subyacentes.

Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración en cada persona. Es importante tener en cuenta que no todas las personas con influenza experimentarán todos estos síntomas. Algunas personas pueden tener síntomas leves, mientras que otras pueden desarrollar complicaciones graves.

Factores de riesgo y complicaciones de la influenza

Existen ciertos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar complicaciones graves durante una infección de influenza. Estos incluyen:

Edad avanzada: Las personas mayores de 65 años tienen un mayor riesgo de complicaciones graves debido a la influenza.

Niños pequeños: Los niños menores de 5 años, especialmente los menores de 2 años, también tienen un mayor riesgo de complicaciones graves.

Embarazo: Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de complicaciones debido a los cambios en el sistema inmunológico durante el embarazo.

Enfermedades crónicas: Las personas con enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, pulmonares o renales, diabetes o trastornos del sistema inmunológico, tienen un mayor riesgo de complicaciones graves.

Obesidad: La obesidad puede aumentar el riesgo de complicaciones graves durante una infección de influenza.

Debilitamiento del sistema inmunológico: Las personas con un sistema inmunológico debilitado, ya sea debido a medicamentos inmunosupresores o afecciones subyacentes, están en mayor riesgo de complicaciones graves.

Es importante que las personas con factores de riesgo estén especialmente atentas a los síntomas de la influenza y busquen atención médica de inmediato si los experimentan.

Cuando buscar atención médica

Si tienes síntomas que sugieren influenza y perteneces a un grupo de riesgo o experimentas síntomas graves, es importante buscar atención médica de inmediato. Algunos signos de alerta que indican la necesidad de atención médica incluyen:

  • Dificultad para respirar o falta de aliento.
  • Dolor o presión en el pecho.
  • Confusión repentina.
  • Mareos intensos o desmayos.
  • Fiebre alta que no mejora con medicamentos para bajar la temperatura.
  • Vómitos persistentes o diarrea severa.
  • Dolor abdominal intenso.
  • Ausencia de orina o producción de orina muy reducida.
  • Decaimiento extremo o somnolencia excesiva.

Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica de inmediato. La influenza puede provocar complicaciones graves, como neumonía, infecciones bacterianas secundarias, deshidratación y exacerbación de enfermedades crónicas.

Prevención de la influenza

La mejor manera de prevenir la influenza es a través de la vacunación anual. La vacuna contra la influenza es segura y efectiva, y se recomienda para todas las personas mayores de 6 meses. La vacuna ayuda a reducir la gravedad de los síntomas en caso de infección y también ayuda a prevenir la propagación del virus.

Además de la vacunación, se recomiendan otras medidas preventivas para reducir el riesgo de contraer y propagar la influenza:

  • Lávate las manos con frecuencia con agua y jabón, especialmente después de estar en lugares públicos o al entrar en contacto con superficies contaminadas.
  • Evita el contacto cercano con personas enfermas y evita los lugares concurridos durante la temporada de influenza.
  • Cubre tu boca y nariz con un pañuelo desechable o con el codo al toser o estornudar.
  • Evita tocarte la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca, ya que el virus de la influenza puede ingresar al cuerpo a través de estas vías.
  • Mantén una buena higiene personal, como limpiar regularmente las superficies de contacto y desinfectar los objetos compartidos.
  • Si estás enfermo, quédate en casa para evitar contagiar a otras personas.

Tratamiento de la influenza

Si te diagnostican influenza, es importante descansar y cuidar tu cuerpo. El tratamiento generalmente se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Algunos consejos para el tratamiento de la influenza incluyen:

  • Descansar lo suficiente y evitar el esfuerzo físico excesivo.
  • Mantenerte hidratado bebiendo líquidos en abundancia, como agua, jugos y caldos.
  • Tomar medicamentos de venta libre para aliviar los síntomas, como acetaminofén o ibuprofeno para reducir la fiebre y aliviar el dolor.
  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco, ya que pueden debilitar el sistema inmunológico y empeorar los síntomas.
  • Consultar al médico si los síntomas empeoran o persisten durante más de una semana.

En algunos casos, especialmente en personas con factores de riesgo o síntomas graves, el médico puede recetar medicamentos antivirales para tratar la influenza. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la duración de la enfermedad y prevenir complicaciones.

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Angie Bravo