Tiktoker es condenada a 3 años de prisión por bromear sobre Jesucristo

La libertad de expresión es un tema de constante debate en el mundo digital, especialmente cuando se mezcla con temas religiosos. Este fue el caso de Ratu Thalisa, una influencer y tiktoker transexual indonesia, quien recientemente fue condenada a dos años y diez meses de prisión por un vídeo que levantó polémica en redes sociales.
Ratu Thalisa se encontraba en una transmisión en vivo cuando, en respuesta a un comentario que le sugirió cortarse el cabello “como un hombre”, realizó una broma sobre Jesucristo, insinuando que Él también necesitaba un corte de cabello. Este comentario aparentemente inofensivo provocó una ola de indignación, principalmente de parte de comunidades cristianas en Indonesia.
Sus palabras, consideradas por algunos como ofensivas hacia la religión, llevaron a que grupos religiosos presentaran múltiples quejas. Cuatro días después del vídeo, Thalisa fue arrestada bajo cargos relacionados con la Ley de Información y Transacciones Electrónicas (ITE) de Indonesia.
La sentencia
El tribunal de Medan, en la isla de Sumatra, la declaró culpable de difundir discursos de odio contra el cristianismo y de alterar el orden público. Además de la pena de cárcel, Thalisa fue multada con aproximadamente 5,600 euros. Según las autoridades, su vídeo incitaba al odio y la hostilidad hacia ciertas creencias religiosas.
Aunque la sentencia fue anunciada públicamente en abril de 2025, el caso ha generado un intenso debate tanto dentro como fuera de Indonesia sobre los límites de la libertad de expresión, especialmente en plataformas digitales. Este no es un tema nuevo para el país, que reconoce seis religiones oficialmente y tiene leyes estrictas contra cualquier ofensa hacia las mismas.
Amnesty International Indonesia condenó firmemente la sentencia, calificándola como un ataque a la libertad de expresión. Para la organización, Thalisa no incitaba de manera directa a la discriminación o la violencia, y expresa su preocupación por el uso excesivo de leyes para castigar opiniones consideradas controvertidas.
La situación también ha puesto en el centro de atención el contexto social y político de Indonesia, un país con mayoría musulmana donde aún existen desafíos significativos para la comunidad LGBTQ+. Su identidad como mujer transexual ha añadido una capa adicional de polarización al caso, enfrentando tanto apoyo como críticas de varios sectores.
Un país con leyes religiosas estrictas
Indonesia se ha caracterizado por ser severo con los casos de blasfemia. Desde 2018, al menos 121 personas han sido condenadas por comentarios que se consideran irrespetuosos hacia alguna religión. Es así como las leyes reflejan el esfuerzo del gobierno de proteger la armonía entre religiones en un contexto multiconfesional, pero al mismo tiempo, han sido cuestionadas por restringir voces disidentes o sarcásticas.
Bajo la Ley de Blasfemia del país, el castigo puede ser de hasta seis años de prisión o una multa significativa, dependiendo de la gravedad del caso. La multa en el caso de Thalisa fue de unos 6,100 dólares, una suma que, aunque no es máxima, pone de relieve la seriedad del veredicto.
Redes sociales, espacio de discusión o campo minado
Las plataformas como TikTok han brindado una voz a millones de personas, pero también han creado un terreno complicado donde un desliz puede tener consecuencias legales y sociales.
El fenómeno no es exclusivo de Indonesia, ya que en muchos otros países, las figuras públicas y creadores de contenido enfrentan críticas instantáneas, lo que genera preguntas sobre la responsabilidad de las plataformas en estos casos.
Aunque Indonesia tiene uno de los marcos legales más restrictivos en este aspecto, este caso resalta los retos universales de regular el contenido en internet sin reprimir la creatividad o las opiniones.