Tragedia en un edificio: niña de 2 años cae desde un piso 12 tras quedar sola junto a una ventana

Un reciente caso estremeció a la sociedad india y encendió el debate sobre la seguridad infantil en viviendas de altura. El 22 de julio de 2025, en el complejo residencial de Vasai, zona de Naigaon Este, una niña de apenas 2 años, Anvika Prajapati, perdió la vida al caer desde una ventana ubicada en el piso 12 de su edificio. La noticia recorrió redes sociales y medios a una velocidad impresionante. La imagen del accidente, registrada por cámaras de seguridad, se viralizó y llegó a cientos de miles, generando indignación, tristeza y una urgente llamada de atención sobre los peligros ignorados en la vida moderna.
Todo ocurrió en cuestión de minutos y en un entorno cotidiano. La madre de Anvika la sentó sobre un zapatero apoyado a una ventana, mientras recogía unas pertenencias. Esa ventana no tenía reja ni protección, un detalle demasiado común en muchos edificios residenciales. En ese instante de distracción, la pequeña se acercó al borde y perdió el equilibrio. La caída fue inevitable.
El estruendo alertó a vecinos y dejó a la comunidad en shock. Los servicios de emergencia acudieron, pero sólo pudieron constatar la tragedia. La policía abrió una investigación para descartar negligencia y esclarecer más detalles, aunque ya se conoce que la madre solo se ausentó por unos segundos.
¿Por qué suceden estas tragedias?
La altura de los edificios modernos multiplica los peligros si no se aplican medidas básicas de protección. Ventanas sin reja, muebles bajos cerca de aberturas, ausencia de sensores o cierres seguros forman un cóctel riesgoso para niños pequeños, donde en un segundo, la curiosidad natural de los niños y la rapidez con que se mueven puede cobrar un precio altísimo.
Esta no es una situación aislada, las caídas desde pisos altos representan una de las causas principales de mortalidad infantil en entornos urbanos donde la verticalidad se impone. Estudios estiman que una caída desde el décimo piso o superior casi nunca es compatible con la vida. Las cifras subrayan lo frágil que puede ser nuestro día a día cuando se descuidan aspectos de seguridad tan esenciales.
Importancia de las barreras de seguridad en ventanas
El uso de rejas o barreras físicas en ventanas reduce de forma drástica la probabilidad de accidentes mortales. Expertos en seguridad infantil sostienen que estos dispositivos disminuyen hasta en un 75% los incidentes graves. Sin embargo, muchas ciudades y países carecen de regulaciones que exijan su instalación, dejando la decisión en manos de propietarios o administradores.
A pesar de la abrumadora evidencia, las barreras protectoras son aún infrecuentes. Incluso en lugares con normas claras, la vigilancia para su cumplimiento es baja, y a menudo se priorizan consideraciones estéticas o presupuestarias sobre la seguridad real de los niños.
Pero más allá de las barreras físicas, la supervisión constante cambia radicalmente el panorama, porque nadie está exento de distracciones, pero interiorizar hábitos de seguridad puede prevenir tragedias. Los especialistas recomiendan no dejar jamás a un niño solo en habitaciones con acceso a ventanas abiertas, y evitar colocar muebles o juguetes cerca de ellas, por tentadores que sean como apoyo.
India: Una madre hizo que su hija de 4 años se sentara en la ventana, perdiendo ésta el equilibrio y cayendo del piso 12. Murió en el acto. Todo el incidente fue capturado por las cámaras de seguridad; la gente quedó en shock después de ver el video. 😮😢 pic.twitter.com/1GcHRhU6tB
— CrónicaPolicial (@CronicaPolicial) July 27, 2025
El debate social tras la tragedia
El vídeo y las noticias sobre la caída de Anvika transformaron rápidamente el ambiente local e internacional. Cientos de mensajes llenaron las redes sociales exigiendo mayor atención a la seguridad doméstica y criticando tanto la falta de regulaciones como los descuidos cotidianos. En grupos de Facebook y Twitter, la discusión se multiplicó entre padres preocupados, autoridades y especialistas en desarrollo urbano.
Las autoridades locales tomaron el caso con seriedad y en poco tiempo iniciaron la investigación correspondiente. Analizan grabaciones, interrogatorios y recolectan pruebas para determinar si la madre actuó con descuido grave, o si hubo omisiones por parte de la administración del edificio.
La autopsia y el informe forense ayudarán a precisar el tiempo y la mecánica del accidente. Pero más allá de las consecuencias legales, el suceso ya dejó lecciones difíciles de olvidar. Se han anunciado revisiones de las normas de seguridad y se pide a la comunidad un compromiso real para evitar que historias como la de Anvika se repitan.
Para quienes viven en edificios altos, no basta con confiar en la rutina o en la suerte. Cada día cuenta y cada elección suma o resta seguridad al entorno donde los niños crecen. Las ciudades seguirán creciendo hacia arriba, pero la protección de la infancia nunca puede quedarse atrás.
