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Tecnología

Trucos para que el propietario de una red WiFi no vea tu historial de navegación

Sabías que los propietarios de la red, ya sea en casa, el trabajo o una cafetería, pueden vigilar tu actividad online. Esto incluye los sitios que visitas, búsquedas, e incluso las páginas abiertas en modo incógnito. Si no tomas precauciones, arriesgas tu privacidad y tus datos personales, que pueden acabar en manos de desconocidos o venderse a terceros.

Al conectarte al WiFi de otra persona, el administrador del router tiene herramientas para revisar gran parte de tu tráfico, donde puede ver las URLs de sitios web que visitas, los nombres de dominio, registros de conexiones, duración de sesiones y qué dispositivos se conectan y cuándo. Por esa razón, herramientas como paneles de administración del router, WireShark o OpenDNS le ofrecen acceso avanzado para analizar el tráfico, saber a qué aplicaciones accedes e incluso descifrar mensajes o credenciales si la conexión no está cifrada.

Y no basta con borrar el historial del navegador o navegar en modo incógnito, ya que esto solo impide que otras personas que usan tu ordenador vean esos sitios. Además, el router sigue almacenando registros de tus conexiones y el propietario puede consultarlos cuando quiera, porque la protección real depende de cifrar tu tráfico antes de que salga de tu dispositivo.

Riesgos de navegar sin protección en redes WiFi públicas y privadas

Los ataques de intermediario permiten a los administradores interceptar datos sensibles, como contraseñas o mensajes privados, si la conexión no está cifrada de extremo a extremo. Muchos routers guardan el historial del tráfico, lo que significa que quedan rastros de los sitios visitados incluso si borras el historial en tu equipo. Los dueños del WiFi o el proveedor de internet pueden vigilar tu actividad e incluso vender tus datos a terceros para fines comerciales y el riesgo aumenta en redes públicas donde los controles de seguridad suelen ser mínimos y los ataques son más frecuentes.

Métodos eficaces para evitar que el dueño del WiFi vea tu historial de navegación

Tres acciones básicas pueden protegerte nada más conectarte a una red extraña: usar una VPN con cifrado fuerte, activar DNS sobre HTTPS y navegar únicamente en páginas HTTPS son los mejores aliados para evitar miradas indiscretas.

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Uso de una VPN confiable para cifrado y anonimato

Cuando te conectas a un WiFi ajeno y utilizas una VPN sólida, todo lo que haces viaja cifrado por un túnel privado. El dueño del router solo verá que hay una conexión segura, pero no podrá registrar ni leer tus actividades o páginas abiertas. Este método es el más completo y seguro si quieres privacidad total, ya sea en casa, en el trabajo o en redes públicas.

Activar DNS sobre HTTPS para protección adicional

El DNS sobre HTTPS (DoH) añade otra capa de seguridad, cifrando las solicitudes que haces cuando tu dispositivo busca la dirección de un sitio web y así el propietario del WiFi no podrá monitorear los dominios que buscas, lo que protege un punto débil de las conexiones tradicionales. Activar DoH en tu navegador o sistema operativo ayuda a tapar el rastro de tus peticiones de nombres de dominio, aunque no cifra el contenido de las páginas si no usas una VPN.

Navegar solo en sitios con HTTPS

El protocolo HTTPS cifra la información enviada entre tu navegador y los sitios web, impidiendo que el propietario del WiFi pueda interceptar fácilmente lo que envías o recibes. Sin embargo, aunque cifra el contenido, el dominio del sitio aún puede quedar registrado en el router, por lo que lo ideal es combinar HTTPS con una VPN o DoH. Verifica siempre que la barra de direcciones muestre el símbolo del candado y la dirección comience con “https://” para asegurarte de que la web es segura.

Consejos extra para fortalecer tu privacidad y seguridad en WiFi

Al usar redes ajenas, es mejor no iniciar sesión en cuentas delicadas como banca online o correo laboral. Además, desactiva la conexión automática a redes WiFi para evitar conectar sin darte cuenta a redes no seguras. Elije navegadores y motores de búsqueda privados, como Tor o DuckDuckGo, que limitan el seguimiento y borran datos de cada sesión. Mantén tus dispositivos y aplicaciones actualizados para corregir posibles fallos de seguridad que podrían exponer tu información. Y recuerda, una buena contraseña en cada cuenta siempre suma.

Conocer los límites y adoptar prácticas de seguridad digital sólidas es la mejor inversión para cuidar tus datos cada vez que te conectas fuera de casa. No dejes tu privacidad en manos de otros; protégela activamente cada vez que te conectes.

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