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Insólito

Un turista rompe un lienzo de 300 años intentando seguir una tendencia de TikTok

En la icónica Galería de los Uffizi de Florencia, una escena reciente encendió las alarmas del mundo artístico. Un turista, motivado por una popular tendencia en TikTok, terminó dañando una pintura de más de tres siglos al intentar imitar una pose delante de la obra. Este episodio suma otro caso a la creciente lista de incidentes donde la fiebre de las redes sociales pone en peligro nuestro patrimonio cultural.

Todo empezó en una tarde aparentemente tranquila. La Galería de los Uffizi, famosa por su colección de arte histórico, albergaba la exposición “Florencia y Europa: Artes del Siglo XVIII”. En una de sus salas, un visitante decidió participar en una tendencia viral de TikTok: recrear la pose de Ferdinando de’ Medici, capturada en un retrato por Anton Domenico Gabbiani. En su afán por la foto perfecta, el turista perdió el equilibrio y apoyó su peso en la delicada pintura, rasgando la zona de la bota derecha del retratado.

Lo que parecía un acto inocente de diversión resultó en un daño irreversible a una pintura de casi 300 años. Los expertos catalogaron el daño como menor, pero simbólicamente el golpe fue duro. El personal del museo actuó de inmediato, retiró la obra para su restauración y cerró temporalmente la exposición. El responsable enfrenta un proceso legal, reflejo de la seriedad con la que la institución toma este tipo de actos.

La Galería de los Uffizi, famosa por su colección de arte histórico, albergaba la exposición “Florencia y Europa: Artes del Siglo XVIII”
Crédito de la foto: captura de pantalla / X

Búsqueda de viralidad y sus consecuencias inesperadas

El deseo de volverse viral puede más que el sentido común dentro de los museos. No son pocos los casos en los que el intento de conseguir una imagen original termina costando caro a la colección y a quienes la custodian. Las redes premian el atrevimiento y la originalidad, pero rara vez muestran las consecuencias.

Así lo demuestra el reciente accidente en Verona, donde un turista rompió la escultura de una silla de Van Gogh al sentarse para una foto. O el caso de la obra de Mark Rothko dañada accidentalmente por una niña en Ámsterdam. El peligro radica en que la cultura del “hazlo por la foto” convierte lo extraordinario en accesorio y, muchas veces, en víctima..

Reacciones institucionales y sociales tras el daño a obras patrimoniales

La respuesta al daño en los Uffizi fue rápida y contundente. El director, Simone Verde, denunció la presión de las redes que convierte a los museos en sets de grabación y anunció nuevos límites para los visitantes. Las autoridades culturales respaldaron la acción legal y la necesidad de reforzar la protección en espacios sensibles.

La indignación no tardó en llegar a la opinión pública, debido a que muchos usuarios y expertos coincidieron en la urgencia de frenar conductas impulsivas y cuestionaron la falta de atención al entorno de quienes visitan museos solo por la foto.

Solo con conciencia y respeto podremos conservar estos tesoros para las generaciones futuras, evitando que las modas digitales pasen por encima de siglos de historia.

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