Una doctora enseña ciencias en lencería y revoluciona las redes sociales

Cuando Monica P. Lewin decidió intercambiar la bata de laboratorio por conjuntos de lencería para enseñar ciencia en redes sociales, el fenómeno explotó. Vídeos cortos, cargados de datos científicos y mucho atrevimiento visual, empezaron a circular sin control, generando desde aplausos hasta indignación. El debate se encendió: ¿es válido usar el cuerpo como recurso didáctico? ¿Hasta dónde llega la libertad de divulgación cuando la sensualidad entra en juego? Hoy, el caso de la doctora Lewin sacude normas, estereotipos y límites éticos, exponiendo las tensiones entre tradición académica, imagen y viralidad digital.
Monica P. Lewin no es un personaje ficticio ni una influencer que improvisa. Tras varios años de carrera universitaria como investigadora en ciencias biomédicas, se cansó de los muros de la academia. Su frustración ante la falta de recursos y reconocimiento, sumada a su pasión por la moda, la empujó fuera de las aulas a encontrar en las redes sociales no solo un espacio para expresarse, sino una plataforma poderosa para enseñar. Monica fusionó ciencia y estilo, convirtiendo cada video en una clase rápida vestida de manera provocadora, logrando captar la atención de miles de seguidores que quizá nunca se habrían acercado al mundo científico.
El uso de la imagen y el cuerpo en la enseñanza científica en redes sociales
Monica sabe bien cómo funciona el algoritmo: imagen llamativa, mensaje contundente, duración breve. Su imagen, cuidadosamente producida, no es solo un gancho, sino la puerta de entrada a contenidos serio. Ella aprovecha ese instante para explicar conceptos complejos, desde biología molecular hasta neurociencia, asociándolos con metáforas simples y ejemplos cotidianos.
Muchos divulgadores suelen preferir la neutralidad y el desapego visual, pero Monica desafía esa norma. Utiliza su cuerpo como herramienta para ganar atención, sí, pero también para demostrar que la ciencia puede ser accesible, cercana y libre de estereotipos anticuados.
Desmitificando los estereotipos sobre la ciencia y la sensualidad
Durante décadas, la imagen del científico se basó en clichés: serio, distante, y casi siempre masculino. Monica reta estos modelos y presenta a la mujer científica como alguien auténtica, que es capaz de comunicar el conocimiento sin renunciar a su identidad ni esconder su feminidad. Al unir la sensualidad y la ciencia, ayuda a romper con el mito de que inteligencia y atractivo físico no pueden ir de la mano.
No solo muestra que una científica puede tener estilo y personalidad, sino que reivindica la diversidad en la divulgación. La ciencia ya no es un club exclusivo: Monica, con cada publicación, impulsa la idea de que todos tienen derecho a aprender, sean quienes sean y se vistan como quieran.
¿Dónde están los límites?
El método de Lewin no está exento de polémica. Hay quienes defienden los códigos de ética profesional, cuyos marcos establecen cómo deben actuar los científicos, especialmente en medicina. La exposición de contenido sensual suele ser mal vista en ambientes conservadores, y algunos temen que el mensaje científico se diluya en la forma.
Sin embargo, los lineamientos éticos están en permanente revisión. La clave está en diferenciar el rigor del contenido de la apariencia visual: mientras los datos y la información sean precisos y verificados, la forma de presentación puede adaptarse a nuevas audiencias. Lewin es un ejemplo de cómo las normas se adaptan a los tiempos, aunque siempre corriendo el riesgo de quedar en medio de la controversia.
@thesciencefemme I cant decide if this video is about therapy, relationship humor, roommate issues, or deep nerds. #mentalhealth #depressionanxiety #psychology #neuroscience #magicthegathering #mtg ♬ original sound – DoctorM
¿Puede este enfoque acercar la ciencia a nuevos públicos?
La estrategia de Monica P. Lewin rompe la burbuja de la divulgación tradicional, acercando la ciencia a quienes nunca pondrían un pie en una aula o abrirían un libro de texto. Su método desafía la idea de que el aprendizaje debe ser solemne y formal. Al hacerlo, demuestra que los métodos no convencionales pueden ser la llave para democratizar el acceso al conocimiento.
Además, logra que temas complicados se vuelvan digeribles, y su presencia en los feeds de miles de jóvenes abre puertas a la curiosidad científica en entornos donde antes no llegaba. Este enfoque audaz puede ser el inicio de un movimiento donde cada vez más voces, estilos y formatos sean aceptados en la educación y divulgación científica.