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Insólito

VIDEO: Envenenaba a su sobrina y a su pareja con kétchup para quedarse con la herencia

Un hombre de 52 años ha sido detenido tras descubrirse que envenenaba, de forma continuada y premeditada, el kétchup que consumían su sobrina y la pareja de ella.

La tensión arrastrada por una herencia, firmada apenas un año atrás, se convirtió en el caldo de cultivo perfecto para una tragedia, donde las víctimas llevaban meses enfermas sin imaginar la oscura razón detrás de sus síntomas.

Todo comenzó con episodios recurrentes de fuertes dolores de estómago, náuseas y visitas a urgencias. La pareja, residentes de España, no encontraba explicación para su deteriorado estado de salud, por lo que la vida cotidiana se había convertido en una pesadilla, marcada por la incertidumbre del origen de sus dolencias.

El agresor actuaba con una frialdad aterradora, accediendo a la vivienda, sin permiso, utilizando un juego de llaves obtenido tras el reparto de la herencia familiar. Vestía ropa oscura, cubría su rostro y utilizaba guantes para no dejar rastro. El principal blanco de su manipulación era un simple bote de kétchup, ese condimento inocente que forma parte de la mesa en cualquier hogar.

Métodos y sustancias utilizadas

Las autoridades encontraron en la casa del sospechoso una colección inquietante de productos: matarratas, insecticidas y herbicidas. Todo apunta a que empleaba estos venenos para adulterar el ketchup. El modus operandi era simple pero efectivo, perfectamente planificado. Nadie esperaba que un miembro de la familia pudiera actuar con tanta sangre fría, transformando un aderezo en una verdadera arma química.

Los envases de los tóxicos estaban almacenados junto a otros objetos de la herencia, lo que apuntaba a una clara conexión con la disputa familiar. Aunque la policía halló evidencias visuales de la manipulación, durante el registro no se logró encontrar uno de los frascos donde se sospecha que almacenaba el veneno, lo que entorpeció la investigación.

La cámara oculta y la captura del sospechoso

La desconfianza, combinada con el miedo, llevó a la pareja a instalar una cámara oculta en la cocina, y gracias a esa decisión, el caso pudo destaparse. Las imágenes no dejan dudas: se observa a un hombre que entra en la vivienda, se dirige directo al frigorífico, manipula el bote del ketchup e introduce un líquido sospechoso con guantes.

Las grabaciones fueron la clave para que la Guardia Civil identificara y detuviera al presunto autor. Ver esas imágenes, para los afectados, debió de ser como observar una película de terror real, donde la confianza y la rutina se convierten en pesadilla.

Detrás de este caso hay una raíz clara, amarga y nada desconocida para muchas familias: la herencia. La firma del testamento, que debía significar tranquilidad y justicia, solo trajo resentimiento y rivalidad. El detenido, según apuntan varias fuentes, ya había protagonizado otros conflictos. Incluso se le relaciona con un incendio previo en uno de los inmuebles.

Las secuelas de un caso así van mucho más allá de una intoxicación, porque la pareja no solo tuvo que ser atendida varias veces en el hospital, sino que vivió con miedo y ansiedad durante meses. Tras el descubrimiento y la denuncia, sus vidas han cambiado para siempre.

Estado de salud y secuelas psicológicas

El daño físico fue lo primero en aparecer: dolores graves, hospitalizaciones e incluso un ingreso en la UCI. Pero el efecto más devastador ha sido el psicológico, por lo que la pareja tuvo que abandonar su hogar, atenazada por el miedo a una posible represalia. Hoy reciben apoyo psicológico, intentando reconstruir la confianza y la estabilidad emocional.

Por otro lado, la investigación estaba, desde el principio, rodeada de dificultades. El registro de la vivienda del sospechoso se retrasó 17 días y en ese tiempo, es probable que desaparecieran pruebas clave. Pese a la contundencia de las imágenes, la justicia decidió dejar al presunto agresor en libertad provisional, alegando falta de indicios claros entre sus acciones y los daños sufridos por la pareja.

El procedimiento sigue abierto, esperando nuevos análisis y el hallazgo de más evidencias que permitan cerrar el caso.

 

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