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Ensaladas preparadas: ¿Cuáles son los riesgos?

Las ensaladas preparadas son practicas cuando no tenemos tiempo para cocinar, pero pueden ser peligrosas para nuestra salud e higiene.

Todos, al menos una vez, hemos sucumbido a la tentación de comer una de las muchas ensaladas envasadas que encontramos en el supermercado, normalmente junto a las cestas de ingredientes frescos. Este tipo de verdura no tiene que ser cortada ni lavada, además, a menudo ya se compone de mezclas de varias variedades o contiene diferentes ingredientes, como zanahorias y maíz. En resumen, se trata de productos muy tentadores.

Sin embargo, algunos expertos han señalado que las ensaladas de bolsa, debido a su condición, son propensas a presentar algunos problemas de salud e higiene. Se trata de problemas que no son altamente preocupantes, ya que la presencia de patógenos está estrictamente controlada en las plantas de procesamiento. Sin embargo, nos referimos a ingredientes como lechuga, canónigo, espinaca, escarola y su estrecho contacto con la tierra. Por ello, conviene tomar algunas precauciones:

Ensaladas preparadas: los distintos tipos o gamas

Las ensaladas ya preparadas son conocidas como «productos de cuarta gama» por su comodidad de uso. La clasificación es la siguiente:

  1. La primera gama son las verduras frescas, normales, tipo ensalada.
  2. La segunda gama son las conservas, como los pepinillos.
  3. La tercera gama es la de frutas y verduras congeladas.
  4. La cuarta gama son las verduras listas para consumir, ya limpias y lavadas pero crudas.
  5. La quinta gama son verduras listas para el consumo y ya cocinadas.

¿Qué dice la ley sobre las ensaladas de bolsa?

Los productos de cuarta gama, al ser crudos, deben cumplir una serie de normas muy precisas, dictadas por la ley 77/2011. Desde el 13 de agosto de 2015, se obliga a todos los productores y distribuidores a respetar una seria cadena de frío, en la que se mantenga una temperatura uniforme por debajo de los 8° en todo el recorrido hasta el envasado, pasando por el transporte y los mostradores refrigerados de los puntos de venta.

Esto es así porque solo manteniendo las bajas temperaturas es posible garantizar la frescura, la higiene y la calidad de las verduras procesadas.

¿Cómo se preparan?

Para proteger al consumidor, las verduras son procesadas a una temperatura de refrigeración constante y en una atmósfera «modificada», similar a lo que se hace con las lonchas de jamón ya cortadas para conservarlas mejor.

El proceso de preparación implica varios pasos:

Se realiza un doble lavado en tanques con cambio continuo de agua, seguido de un secado de los productos, siendo esta la única manera segura de eliminar los residuos, generalmente de tierra. Estas ensaladas también se almacenan a temperatura de refrigeración para evitar que los microorganismos se multipliquen en su interior.

Ensaladas preparadas: consejos para los consumidores

En muy pocas ocasiones pueden ocurrir situaciones no deseadas durante el transporte a los almacenes de cadena en los que la ensalada pase más tiempo a una temperatura distinta de los 8°. Además, no hay que olvidar que la temperatura en los mostradores de los supermercados no es tan estable como lo es el de una nevera.

Los 8° sobre los que se calibra están presentes en la parte inferior, pero cuando tenemos una pila de paquetes de ensalada, es más difícil que los de arriba se mantengan a esta temperatura. Justamente por eso, veamos algunos consejos para elegir una buena ensalada en óptimas condiciones:

  1. Elige bolsas que están detrás de las de la primera fila, ya que estas seguramente contaran con una temperatura más baja cercana a los famosos 8°.
  2. No elijas bolsas hinchadas. Las ensaladas que se han expuesto al calor del exterior tienen esta característica que indica fermentación, por lo que es mejor evitarlas.
  3. Vigila la fecha de caducidad, ya que estas deben tener una fecha muy próxima, donde la posibilidad de multiplicación es mayor. Normalmente, en las ensaladas listas se considera que la fecha de caducidad es de 5 días después de la producción.
  4. Lava tu ensalada en casa. Debido a que los microorganismos de las bolsas están ahí, siempre es buena idea lavar la ensalada antes de comerla. Ten en cuenta que los gérmenes se multiplican y un ciclo de lavado de un producto ya cortado no requerirá tanto tiempo.
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Dany Levito