6 cosas que no se deben decir a una mujer embarazada

Hemos recopilado una lista de 6 cosas que nunca debes decir a una mujer embarazada, especialmente si está esperando más de un hijo. Esperamos que las parejas que esperan un bebé no tengan que escuchar estos desagradables comentarios.
AFIRMACIÓN: ¡Parece que estás a punto de reventar!
TRADUCCIÓN: ¡Pareces una ballena varada!
Es lo último que necesita oír una mujer “muy” embarazada cuando sus hormonas están en plena ebullición y no le cabe la ropa de maternidad más holgada. Así que, por favor, no lo digas. No llamarías gorda a una desconocida que no está embarazada, ¿verdad?
¿Gemelos? ¡Uf, vas a tener mucho trabajo!
TRADUCCIÓN: ¡Sus hijos serán pequeños terrores andantes, gritando todo el día y haciendo en sus pañales! ¡Qué demonios!
A la gente le encanta señalar los aspectos negativos de tener gemelos: el trabajo duro, las largas noches, etc. Muchas parejas solo piensan en la alegría que le darán a sus bebés, los mimos, las sonrisas, etc. Estas pequeñas alegrías compensarán con creces las molestias. ¿El doble de trabajo? Sí, pero además con el doble de alegría.
AFIRMACIÓN: Duerme todo lo que puedas ahora
TRADUCCIÓN: No volverás a dormir.
Las futuras mamás son conscientes de que pasarán muchas noches sin dormir. No hace falta que se los recuerden, sobre todo si no tienes un hijo y estás bien descansado.
DECLARACIÓN: Disfruta de (nombre de la actividad) mientras puedas
TRADUCCIÓN: Cuando llegue el bebé, no tendrás tiempo para (nombre de la actividad). De hecho, no tendrás tiempo para hacer nada más. No serás más que una cáscara vacía de tu antiguo ser.
Existen muchos padres primerizos que tienen tiempo para ver películas, leer libros y comer fuera. También muchas madres profesionales cuyos hijos son felices. Así que no se puede estar de acuerdo con esa creencia de que la vida se detiene de repente cuando se tiene un hijo. Por supuesto que cambia. Desde luego, no saldrán a un bar todas las noches. Es posible que el entrenamiento consista ahora en pasear a los bebés en sus cochecitos y que las salidas tengan que ser planificadas en lugar de espontáneas. Pero ningún padre lo querría de otra manera.
PREGUNTA: ¿Piensa dar el pecho, ¿verdad?
TRADUCCIÓN: Si no das el pecho, serás la peor madre de la historia.
La verdad es que la forma en que una madre pretende alimentar a su hijo es una decisión personal y sólo ella sabe lo que es correcto para ella y su hijo.
AFIRMACIÓN: ¡Vaya, sí que tenías hambre!
TRANSLACIÓN: ¡Cerda! ¡Comiste lo suficiente para alimentar a un ejército!
Nota para camareros y camareras: si haces ese comentario a alguien, especialmente a una mujer embarazada, puedes despedirte de la propina. Ten en cuenta que una mujer embarazada siempre tiene hambre, lo cual es bueno porque durante el embarazo se supone que debe ingerir 300 calorías extra diarias por cada bebé que lleve.
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