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Estilo de vida

¿Cómo detectar el déficit de atención en los niños?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, también conocido por sus siglas TDAH, es un trastorno neuropsíquico característico de la infancia y la adolescencia, aunque también puede estar presente en la edad adulta. En España, este trastorno no se suele tratar con medicamentos, a excepción de los casos más graves, pero se intenta disminuir sus consecuencias con terapia psicológica conductual.

En el caso de los niños, en muchas ocasiones, las primeras señales de alerta siguen surgiendo en los años preescolares, puesto que a esta edad el niño es excesivamente impulsivo, inquieto y tiene dificultades para seguir instrucciones, a pesar de que muestre un alto nivel de inteligencia y capacidad para expresarse, no consigue completar una tarea.

Pero, ¿Cómo se puede detectar la presencia de este trastorno en los niños?

Con el inicio de las clases, la situación para el niño no es favorable, ya que sus cuerpos deben permanecer sentados detrás de un pupitre durante muchas horas y concentrarse en una tarea o actividad, en cambio, su mente va por donde quiere y cualquier cosa puede distraerlo con facilidad. A pesar de que se trata de una situación común para la mayoría de los niños, cuando la falta de atención es demasiada, influye en el estudio y en las relaciones dentro y fuera de su núcleo familiar, es momento de prestar atención e intervenir con investigaciones más profundas.

Síntomas:

  1. Se distrae con facilidad.
  2. Tiene problemas para organizar tareas y actividades.
  3. Se olvida de las cosas durante las actividades diarias.
  4. Pierde cosas necesarias para las tareas y actividades.
  5. No escucha cuando se le habla directamente.
  6. Tiene problemas para mantener la atención en tareas o actividades recreativas.
  7. Evita, le disgustan o se niega a hacer tareas que requieren realizar un esfuerzo mental durante un periodo prolongado.
  8. No cumple las instrucciones y no logra completar las actividades escolares, las tareas del hogar o las responsabilidades del lugar de trabajo.
  9. No logra prestar adecuada atención a los detalles o comete errores por descuido en las actividades escolares, en el trabajo o en otras actividades.

En este punto es importante contar con la ayuda de un psicólogo y trazar un esquema para conocer la raíz de esta situación y cuál es el problema subyacente. Aunque, hay que tener mucho cuidado, puesto que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad suele tener algunos signos en común con los trastornos del aprendizaje, pero es importante no olvidar que son casos completamente diferentes. La falta de concentración y la incapacidad de completar una tarea no es causada únicamente por problemas neuropsíquicos, sino que también puede deberse a múltiples razones, como baja motivación a causa de problemas en la relación del niño con el profesor o la clase.

Una vez establecido que se trata del síndrome de déficit de atención, surge la siguiente incógnita: ¿Cómo se puede ayudar a los niños en edad escolar a convivir con este trastorno y seguir obteniendo buenos resultados?

Para un niño o un adolescente puede ser muy frustrante vivir con este trastorno, ya que constantemente escuchan a los maestros o a los adultos decir cosas como «no estás prestando atención», «¿Por qué no te esfuerzas más?», «si estuvieras más concentrado no te iría tan mal», entre otras frases. Sin embargo, es importante entender que no depende de la voluntad del niño y que a él también le gustaría tener éxito y obtener buenos resultados. De hecho, las críticas a su aparente falta de compromiso no solo no le ayudan, sino que se corre el riesgo de provocar que el pequeño se encierre en sí mismo o adopte una actitud de rebeldía y rechazo a la mayoría de las cosas. Por lo tanto, la mejor opción es acudir con un psicólogo y comenzar a realizar modificaciones en el hogar de la mano con profesionales para poder superar todos estos inconvenientes sin tener que llegar a afectar el proceso de crecimiento del pequeño.

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Dany Levito