Aunque no lo creas, las bajas temperaturas no solo aumentan los riesgos de contraer resfriados o gripe. Se ha demostrado que pueden mejorar la presión sanguínea, dormir mejor, reafirmar la piel y aumentar la concentración.
Con la llegada de las bajas temperaturas el cuerpo necesita mantenerse en movimiento para no ceder ante la sensación de frío, quemando calorías y bajando de peso. Además, gracias al frío, aumenta la producción de endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”, por lo que nuestra concentración se ve muy estimulada. Teniendo esto claro, veamos con más detalles cuáles son los principales beneficios de las bajas temperaturas:
Ambiente libre de insectos
El invierno es la estación en la que muchos insectos desaparecen hasta que llegue la primavera y el verano. No podemos negar que al menos en términos de comodidad es mucho mejor no tener mosquitos, especialmente por la noche.
El aire es mucho más limpio
Uno de los efectos positivos más importantes del clima frío tiene que ver con el medio ambiente. Las bajas temperaturas en compañía del viento purifican el aire, haciendo que el cielo se vea más claro. Cuando te encuentres en este tipo de clima, respira profundo para aprovechar todos estos beneficios.
Procesos cerebrales acelerados
Cuando hace mucho frío, pero el cuerpo puede mantener el grado suficiente de calor, el cerebro se ve muy beneficiado. De hecho, el calor excesivo ralentiza los procesos mentales y nos hace estar mucho más nerviosos. Esto sucede porque las altas temperaturas pueden agotar mucho más rápido las reservas de azúcares que son necesarias para el funcionamiento del cerebro.
Los resultados de la actividad física se potencian
El frío también aumenta la sensación de fatiga cuando se hace alguna actividad física. Se ha demostrado que las bajas temperaturas potencian el gasto energético. Solo se recomienda abrigarse bien y no permanecer al aire libre una vez que la actividad física haya terminado.
Ayuda a dormir mejor
Todos sabemos que dormir con calor es muy difícil. La temperatura óptima en cualquier dormitorio debe ser de unos 15 a 19 grados. De esta manera el cuerpo, que se encuentra debajo de las mantas, puede alcanzar el grado adecuado de calor para dormir cómodamente gracias a la melatonina, una hormona que regula el sueño y que es estimulada por las bajas temperaturas.
Pérdida de peso
El clima frío requiere de un mayor gasto de energía debido a que el cuerpo debe quemar más calorías con el fin de mantener una temperatura corporal constante y saludable. Teniendo esto en cuenta, te recomendamos comer con moderación en este tipo de clima, ya que vas a perder peso con mucha más rapidez.
Mejora la presión sanguínea
Las altas temperaturas son uno de los peores enemigos de aquellos que sufren de baja presión sanguínea. El calor, de hecho, tiene un efecto vasodilatador y hace que la sangre bombee con menos presión. Pero, cuando el cuerpo se encuentra en un clima frío se produce el efecto contrario y se alivian molestias como piernas pesadas e hinchadas.
La piel se reafirma
Se ha comprobado que las bajas temperaturas ayudan a tonificar la piel. De hecho, es una técnica muy usada en los Spas por medio de tratamientos que alternan entre el calor y el frío. Estos tratamientos, además de reafirmar la piel, también ayudan a mejorar la circulación sanguínea.
Ayuda a tratar la celulitis
Con la reafirmación de la piel se viene una la lucha contra la retención de líquidos y la celulitis. Uno de los tratamientos más reconocidos y eficaces contra este tipo de marcas es la aplicación de hielo en los muslos, ya que reactiva la microcirculación y en poco tiempo puede mostrar resultados muy visibles.
Los poros se cierran
Finalicemos con la piel de la cara. El frío puede encoger los poros y hacer que la piel se ponga tensa. Si quieres obtener mejores resultados, te recomendamos pasar un cubo de hielo por tu cara antes de ir a dormir.
