¿Comer demasiada fruta es malo o siempre trae beneficios?
Estos hablan de este tema y revelan si existe o no un efecto contraproducente
Cuando se trata del consumo de fruta, las opiniones nunca son unánimes ni conclusivas: a algunos consumidores frecuentes les encanta y no renunciarían a ella por nada del mundo, mientras que del otro bando muchos otros la excluyen deliberadamente de su dieta sin opción de cambiar de opinión.
Sin embargo, estamos seguros de que a todos nos surge la misma pregunta: ¿Puede haber alguna consecuencia inesperada si se ha consumido demasiada fruta? Pues veamos qué es lo que puede suceder y, sobre todo, las cantidades recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.
¿Puede llegar a ser malo comer demasiada fruta?
Comer demasiada fruta, aunque pueda que no lo parezca, como cualquier otro exceso, no es lo recomendable para la buena salud. Esto no significa que la fruta debe ser desterrada de nuestra dieta regular, sino que se debe aprender a consumirla sin pasar por atracones.
Al ser extremadamente rica en vitaminas, minerales, azúcares y otros nutrientes importantes, la fruta nunca debe faltar en la mesa. Sin embargo, no hay que olvidar que estamos hablando de alimentos con un alto contenido de fructosa y fibra, las cuales se encuentran desaconsejadas en cantidades excesivas.
Antes de analizar cuándo su consumo excesivo se ha convertido en un problema para la salud, es importante señalar que el aporte calórico varía mucho en función de la variedad de fruta que se elija. Un plátano, por ejemplo, nunca puede compararse con una manzana.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir cinco raciones de frutas y verduras al día. Por lo general, está suele decirse en tres tentempiés de 150 gramos de fruta, para un total máximo de 450 gramos al día.
Por lo tanto, superar las cantidades recomendadas por los expertos no supone un gran riesgo, siempre y cuando no se padezcan determinadas enfermedades que pudiesen desencadenar síntomas no deseados. Por ejemplo, las personas que sufren de diabetes o con problemas de azúcar en la sangre deben tener un poco más de cuidado, o limitarla por completo dependiendo de la gravedad y la frecuencia de los efectos secundarios.
Comer demasiada fruta: la importancia de evitar el consumo excesivo
Los expertos han llegado a la conclusión de que consumir demasiada fruta, al igual que cualquier otro alimento, nunca es recomendable si no se quieren tener problemas. De hecho, esto debe tenerse en cuenta en caso de que se desee iniciar la mundialmente famosa dieta de la fruta, ya que, en general, está prohibido sustituir las comidas principales por únicamente fruta. La razón es muy sencilla: el cuerpo necesita otros tipos de nutrientes en el almuerzo o la cena, no solo azúcar. Por eso, después de una comida que solo incluya fruta, sentirás hambre en una hora como máximo.
Además, no se recomienda comer una manzana, pera o cualquier otra variedad al final de una comida/cena en la que estén presentes otros hidratos de carbono o dulces. Los expertos recomiendan en estos casos optar por fruta de temporada y, a ser posible, ecológica y de kilómetro cero.
En conclusión, es importante que, al hablar de la manera en la que nos alimentamos, hagamos todo lo que esté en nuestras manos para evitar los excesos y diseñar una dieta semanal que sea variada e incluya todos los elementos necesarios para asegurar una buena ingesta de nutrientes y la buena salud a mediano y largo plazo.
