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¿Cómo cambia la piel en la menopausia?

La menopausia es un momento bastante delicado para toda mujer, y si durante años fue casi un tabú, hoy podemos contar con estudios, productos y especialistas dispuestos a ayudarnos en esta importante etapa de nuestra vida.

A pesar de que a menudo se habla de «menopausia», es necesario identificar este periodo en tres fases diferentes. La premenopausia, que es una fase de transición, la menopausia, en la que el ciclo desaparece efectivamente, y la posmenopausia, en la que desaparecen las molestias como los sofocos y la hinchazón, pero permanecen la deshidratación, la piel seca y la pérdida de tono.

El primer efecto concreto y visual ligado a la menopausia es la aparición de una piel seca, sobre todo en el rostro, pero también en todo el cuerpo.

Deshidratación y cambios hormonales en la piel

Como mencionamos anteriormente, la deshidratación es definitivamente el principal punto de cambio de la piel durante la menopausia.

La hidratación de la piel se ve afectada por varias causas, tanto internas como externas:

La dieta y el estilo de vida contribuyen a nutrir o deshidratar nuestra piel; en concreto, beber al menos un litro y medio de agua al día y consumir regularmente frutas y verduras ayuda a mantener estables los niveles de hidratación de la piel.

El clima también es responsable de la deshidratación de la piel; tanto el exceso de frío como la exposición incontrolada a los rayos del sol pueden contribuir a dañar la hidratación de la piel al no preservar la película hidrolipídica que cubre nuestro rostro.

Por último, los cambios hormonales también afectan a nuestra piel; con la reducción de la función ovárica, los estrógenos y la progesterona disminuyen y deben ser sustituidos para seguir teniendo elasticidad e hidratación.

La sequedad de la piel durante la menopausia está estrechamente relacionada con las hormonas, en particular con los estrógenos, que para muchos son también las «hormonas antienvejecimiento». Si los ovarios dejan de funcionar, los estrógenos bajan automáticamente, lo que provoca un debilitamiento de la piel y una notable sequedad. Además, los estrógenos afectan a la producción de colágeno y elastina, que en ausencia de estas hormonas provocan una pérdida de elasticidad y tono.

Cómo remediar y contrarrestar los efectos de la menopausia en la piel

Remediar y contrarrestar los efectos de la menopausia no siempre es posible, o mejor dicho, no siempre es permanente. El cambio es inevitable con el paso del tiempo y debemos aceptarlo, pero es posible contrarrestarlo o ralentizarlo utilizando productos específicos y algunos remedios naturales que pueden ayudarnos.

En primer lugar, es fundamental recordar la importancia de la hidratación, que comienza con la dieta y el uso constante de agua, pero también con la elección de productos no sólo antiarrugas, sino absolutamente hidratantes y ricos en principios activos específicos.

También hay que prestar mucha atención a la limpieza: es esencial que los jabones elegidos sean delicados y estén enriquecidos con sustancias emolientes e hidratantes.

Por último, es esencial llevar un estilo de vida saludable para ayudar a nuestro cuerpo a reaccionar positivamente a cada cambio.

Otra sugerencia que podemos darte es la gimnasia facial: además de ayudarnos a tener un rostro joven y tonificado, es excelente para mantener los músculos faciales.

Y no olvides la importancia de dormir lo suficiente. Sabemos que uno de los problemas ligados a la menopausia es el insomnio, pero si es necesario contacta con tu médico. Las horas de sueño perdidas también se convierten en signos visibles de envejecimiento en el rostro.

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Dany Levito

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