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Errores que no debes cometer al seguir una dieta mediterránea

Este régimen alimenticio ayuda a prevenir las afectaciones cardíacas en quienes lo ejecutan correctamente

Se entiende por dieta mediterránea todos aquellos platillos en los que los protagonistas son las verduras, los cereales integrales, los frutos húmedos y secos, las hierbas, las semillas y las legumbres. Se complementa con carne de res (solo en ocasiones), de aves, mariscos, pescados y lácteos.

Su origen viene de los países que bordean el mar mediterráneo; tales como Grecia, España, Turquia, Italia, Croacia, Francia, Marruecos, entre otros. En estos territorios se determinó que el régimen alimenticio ayudaba a que las personas tuvieran menos riesgo de enfermedades cardíacas; razón por la cual la dieta migró a otras latitudes.

Hoy en día es una de las más consumidas a nivel mundial, y muchos de quienes la han adoptado la alternan con actividad física, para obtener un cuerpo mucho más saludable y con resistencia.

¿Pero cuáles son los errores más comunes en cuando al consumo de esta dieta?

El aceite de oliva es primordial en la preparación de platos con base en la dieta mediterránea. Este, según reseña Mayo Clinic, «aporta grasas monoinsaturadas que reducen el colesterol total y los niveles de lipoproteínas de baja densidad, o colesterol «malo».

Sin embargo, se conocen casos en los que las preparaciones quedan abarrotadas de este líquido y eso puede revertir el efecto de la dieta; es decir, no se debe utilizar en exceso. Lo mismo ocurre con el vino cuando se utiliza como bebida. El consejo es no abusar de la cantidad, sino tener en cuenta que una copa a la hora del almuerzo, puede ser suficiente.

Comer muy rápido también es un error , ya que la digestión no se hace de la manera correcta y por ende se pierden los efectos que se buscan al ingerir los alimentos adecuados. Pero además, puede acarrear problemas digestivos, ya que generalmente los bocados no se mastican y bajan enteros hasta el sistema.

La dietista Patricia Vilca, cita por Cuídate Plus, dice que “en la masticación las enzimas que se encuentran en la saliva facilitan la lubricación y la formación del bolo alimenticio, lo que favorecerá la digestión en general”,

Vale recordar que algunas de las afectaciones digestivas más comunes son la aerofagia (ingesta de aire al comer de manera apresurada); el reflujo gastroesofágico, la pirosis, las úlceras y la gastritis. Esto sin contar que la alimentación muy apresurada tienda a generar aumento de peso y eso desestima todo lo que originalmente se busca cuando se comienza una dieta saludable.

Para enmendar esta falla en la metodología se recomienda utilizar bocados pequeños (en esto ayuda mucho usar cubiertos y platos pequeños); dedicarle tiempo al momento de las comidas aunque a veces la rutina diaria hace que eso resulte difícil; no someterse al estrés mientras se come y tratar en lo posible de desprenderse de los dispositivos tecnológicos.

Recuerda que tanto en las dietas como en los regímenes de ejercicios, la disciplina -además de las estrategias idóneas- es primordial para que puedan surtir los efectos esperados.

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Mayerlin Reyes