Una chica de 16 años vende su pelo para comprarle una botella de oxígeno a su abuelo enfermo de Covid-19
Esta es una de las tantas historias que ha dejado la pandemia por Covid. Se trata de una joven de tan solo 16 años que vendió su pelo para comprarle un tanque de oxígeno a su abuelo, que se encontraba muy complicado por las consecuencias del virus.
Su cabello era lo que más le gustaba de su cuerpo, pero la vida de su abuelo, que luchaba contra las consecuencias del Covid-19, era muchísimo más importante.
Esta es la historia de una joven de 16 años nacida en México. Su nombre es Ana Paola Romero y decidió ayudar económicamente a su familia después de que ella y otros seis miembros de la misma fueran diagnosticados con coronavirus.
Pese a que Ana Paola también presentó síntomas leves de la enfermedad, su tío y su abuelo, llamado Jesús, fueron los que experimentaron los problemas y complicaciones más graves. Ante esto, su familia se encontraba completamente devastada, ya que era necesario adquirir rápidamente una botella de oxígeno, teniendo en cuenta que los médicos habían sido claros al señalarles que debían tener cuidado con el nivel de saturación de oxígeno del anciano y que este no debería bajar de 90. Lastimosamente, la situación no tardó en empeorar y su saturación llegó a estar en un alarmante 40.
Fue justo en ese momento cuando Ana Paola decidió hacer todo lo posible por conseguir el oxígeno, por lo que la única opción fue cortar y vender nada más y nada menos que su larga y frondosa cabellera, la cual medía 73 centímetros desde la raíz hasta la punta.
Tras publicar un anuncio en el que vendía su cabello en distintas redes sociales, pronto obtuvo respuesta de varias personas interesadas que estaban dispuestas a llevarse su pelo por unos 2.500 pesos mexicanos (aproximadamente unos 125 dólares), ya que su cabello era lo suficientemente largo y hermoso como para diseñar algunas pelucas. Así fue como consiguió reunir unos 5.700 pesos mexicanos (285 dólares), los cuales utilizó para comprar un tanque de oxígeno para su abuelo, que ya estaba moribundo.
Aunque a Ana Paola le encantaba su pelo y lo dejó crecer durante varios años utilizando una gran variedad de productos, estaba convencida de que la salud de su abuelo Jesús era lo más importante, así que no dudó en hacer esta importante aportación a su familia.
Tras su publicación en las redes sociales, muchas personas se interesaron en su historia y enviaron mensajes de apoyo y de pronta recuperación para ella y toda su familia.
Sin duda alguna, se trata de una bonita historia de apoyo y amor entre nieto y abuelo. Un verdadero ejemplo de lo que debe ser una familia.
