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Salud

6 cosas que tus heces pueden decirte sobre tu salud

El aspecto de las heces refleja mucho más que lo que comiste el día anterior. Su color, textura y forma son señales claras sobre cómo funciona el sistema digestivo e incluso advierten sobre problemas en el cuerpo que suelen pasar desapercibidos. Observar estos detalles permite identificar seis signos clave que la mayoría de personas ignora, pero que pueden ayudar a detectar problemas a tiempo.

Color de las heces y su significado

El color de las heces es una de las pistas más evidentes con respecto a la salud digestiva. Aunque el tono natural suele ser marrón por la bilis y el metabolismo de la hemoglobina, cambios notorios pueden señalar distintos problemas. Identificar estos matices es clave para distinguir entre una simple variación alimentaria y una alerta de salud.

Negro o alquitranado

Heces de color negro o alquitranado muchas veces indican sangrado en la parte alta del tracto digestivo, como el estómago o intestino delgado. Este color también puede aparecer si la persona toma suplementos de hierro o fármacos que contienen bismuto, como algunos antiácidos. Sin embargo, cuando es persistente y no hay explicación simple, es importante consultar a un médico porque podría estar relacionado con una úlcera o lesión más seria.

Rojo vivo o granate

Ver heces rojo vivo o tono granate normalmente sugiere la presencia de sangre fresca proveniente del colon o el recto. Esto suele relacionarse con hemorroides, fisuras anales o, en casos menos frecuentes, afecciones más graves como pólipos o tumores. El consumo reciente de remolacha, jugos rojos o ciertos colorantes también puede teñir temporalmente el material fecal, pero al desaparecer estos factores la coloración debería volver a la normalidad.

Pálido, blanco o color arcilla

Un color pálido, blanco o arcilla llama la atención porque suele estar vinculado a la falta de bilis. Esto ocurre cuando hay una obstrucción en los conductos biliares o problemas hepáticos que impiden que la bilis llegue al intestino. Es un indicador de que algo no funciona bien en el hígado, la vesícula biliar o el páncreas, y requiere revisión médica con prontitud.

Verde

Las heces verdes pueden asustar, pero en muchos casos no son peligrosas. Este tono suele deberse a un tránsito intestinal acelerado o a una gran cantidad de alimentos verdes (como espinaca o acelga) en la dieta. El color verde se produce porque la bilis no llega a descomponerse por completo. Cuando no hay otros síntomas, no se asocia a enfermedades graves.

Amarillo brillante o mantecoso

Un color amarillo intenso o mantecoso puede indicar que el cuerpo no absorbe bien las grasas. Esto sucede en situaciones de malabsorción, infecciones parasitarias, enfermedades celíacas o problemas pancreáticos. Si la coloración amarilla es persistente y las heces tienen un aspecto aceitoso, se debe buscar valoración médica para descartar trastornos digestivos relevantes.

Foto Freepik

Consistencia y forma: lo que revela la textura

La Escala de Bristol sirve para identificar la textura y forma de las heces. Observar estos parámetros permite reconocer patrones de salud y complicaciones con rapidez. Cada tipo de heces ofrece datos precisos para ajustar hábitos o detectar problemas ocultos.

Heces duras tipo 1 y 2

Las heces muy duras y compactas son típicas del estreñimiento. Aparecen cuando se consume poca fibra, se bebe poca agua o se pasa mucho tiempo sentado. El esfuerzo al evacuar puede acompañarse de dolor o pequeñas fisuras. Aumentar el consumo de frutas, verduras y agua suele mejorar este problema en poco tiempo.

Heces tipo 3 y 4 (normales)

El aspecto ideal es el de heces formadas, suaves y de forma cilíndrica. Este tipo muestra que el tránsito intestinal es adecuado y el equilibrio de fibra y agua es correcto. Pasar este tipo de heces suele ser fácil y sin esfuerzo, lo que señala una buena salud digestiva.

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Heces blandas tipo 5 a 7

Si las heces son blandas o líquidas (tipo 5, 6 y 7 en la escala de Bristol), esto puede deberse a una infección puntual, intolerancia alimentaria o un episodio de estrés. Aunque es común tener alguna evacuación suelta ocasionalmente, cuando se mantiene más de dos días podría indicar afecciones más complejas como infecciones, enfermedad celíaca o inflamación intestinal.

Heces flotantes

Cuando las heces flotan puede deberse a un exceso de gases o contenido de grasa. Esto puede indicar que los intestinos no están absorbiendo bien los nutrientes o que la función pancreática está alterada. Las heces flotantes frecuentes requieren revisión para descartar problemas de metabolismo de grasas.

Moco o aspecto aceitoso

El moco en cantidades abundantes suele reflejar irritación o inflamación del intestino. Por otro lado, un brillo aceitoso o la presencia de gotas de grasa claramente visibles indica que hay una dificultad para digerir o absorber grasas, muchas veces asociada a trastornos pancreáticos o biliares.

Otros indicadores y cuándo buscar ayuda médica

Además del color y la textura, hay otros síntomas y señales que requieren vigilancia o consulta médica para evitar complicaciones.

Olor extremadamente fuerte o fétido

Un olor fuera de lo habitual puede deberse a infecciones, presencia de bacterias patógenas o cambios bruscos en la flora intestinal. Aunque la mayoría de las veces el olor desagradable se relaciona con la dieta, cuando es intenso y se prolonga, puede ser un síntoma relevante.

Cambios repentinos y persistentes

Un cambio abrupto y sostenido en la coloración, forma, consistencia, frecuencia o cantidad de las heces que dura más de dos días, suele ser una señal para consultar a un profesional. Detectar estas variaciones temprano facilita el tratamiento y previene complicaciones.

Síntomas acompañantes

Cuando las alteraciones en las heces se suman a dolor abdominal, pérdida de peso sin explicación, fatiga persistente o presencia de sangre visible, se recomienda acudir al médico cuanto antes. Estos síntomas juntos pueden ser signo de problemas digestivos severos.

Edad y cribado preventivo

A partir de los 45 años, lo recomendable es realizar cribados preventivos de cáncer colorrectal, incluso antes si hay antecedentes familiares o factores de riesgo. Esta estrategia detecta tumores o pólipos en fases iniciales, mejorando las opciones de tratamiento.

Observar el color, la forma y otros rasgos en las heces ayuda a detectar problemas tempranos y mantener la salud digestiva bajo control. Aunque no siempre indican enfermedad, un monitoreo regular es la mejor herramienta para actuar a tiempo, otorgando tranquilidad y bienestar.

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