7 formas de contraer una ITS sin mantener relaciones sexuales

Conocer las diferentes formas en que una persona puede adquirir una infección de transmisión sexual es un asunto de salud pública. Muchas personas aún creen que solo se transmite durante las relaciones sexuales, pero la realidad es diferente. Una ITS es una infección causada por bacterias, virus o parásitos que se propaga principalmente a través del contacto con fluidos corporales o por contacto directo con lesiones cutáneas.
Formas cotidianas de contraer una ITS sin relaciones sexuales
Numerosas actividades, comunes en la rutina diaria, pueden exponer a las personas a una infección sin necesidad de un contacto sexual. El contacto directo entre la piel, el uso compartido de objetos personales o el encuentro accidental con fluidos infectados representan factores de riesgo que muchos pasan por alto. A continuación, se presentan situaciones frecuentes donde la posibilidad de contagio está presente y que suelen sorprender a quienes creen estar a salvo de estas infecciones.
Transmisión por contacto piel con piel
El contacto piel con piel puede ser suficiente para adquirir infecciones como el virus del papiloma humano (VPH) y el herpes simple. Incluso cuando una persona carece de síntomas o lesiones visibles, el riesgo permanece. Las verrugas genitales o pequeñas úlceras pueden estar ocultas y, al tocar zonas afectadas, el virus se transfiere con facilidad. Saludar con un beso en la mejilla, abrazar con roce de piel o simplemente compartir una actividad física donde haya contacto directo pueden desencadenar el contagio. Por eso, la prevención no debe limitarse solo al uso de preservativos, sino también prestar atención a síntomas en la piel y a la vacunación disponible.
Uso compartido de objetos personales
Al compartir objetos personales, el riesgo de contagio de ITS se incrementa, especialmente si esos objetos están en contacto con fluidos corporales. No compartir cepillos de dientes, maquinillas de afeitar y agujas, resulta clave para cuidar la salud. Microcortes invisibles en las mucosas bucales o en la piel pueden facilitar la transmisión de virus como el VIH, la hepatitis B y la hepatitis C. Además de estos riesgos, el intercambio de pinzas, brochas de maquillaje, esponjas, pendientes o toallas, puede provocar infecciones cutáneas u orales. Mantener de uso exclusivamente personal estos artículos, junto con una desinfección regular, ayuda a disminuir posibilidades de contagio.
Exposición a fluidos a través de heridas o cortes en la piel
Las ITS pueden ingresar al organismo cuando la piel presenta cortes, heridas o lesiones abiertas. Basta un contacto accidental con sangre infectada para que bacterias y virus como el VIH o la hepatitis se transmitan, incluso fuera de contextos sexuales. Trabajadores de la salud, personal de limpieza y personas que manipulan objetos punzocortantes deben estar atentos a estos riesgos. La profilaxis post-exposición en caso de accidentes, el uso de guantes y la rápida limpieza del área expuesta son medidas protectoras fundamentales, sobre todo porque la mayoría de las ITS no muestran síntomas inmediatos.

Otras vías menos conocidas de transmisión de ITS
Existen circunstancias menos recordadas, pero igualmente importantes, donde puede ocurrir la infección. Se requiere atención especial en procedimientos médicos, tatuajes, cuidados en la infancia y contacto con superficies contaminadas, ya que en estos escenarios el riesgo puede parecer invisible.
Transmisión vertical de madre a hijo
Algunas infecciones pueden pasar de la madre al hijo durante el embarazo, el parto o a través de la lactancia. VIH, sífilis, hepatitis B, clamidia y gonorrea se encuentran entre las principales enfermedades capaces de transmitirse en este proceso, poniendo en peligro la vida y desarrollo del recién nacido. El monitoreo de la salud materna, con análisis de sangre durante el embarazo y suministro adecuado de tratamientos, es clave para proteger al bebé y disminuir las complicaciones. Este tipo de transmisión puede provocar daños graves como bajo peso al nacer, infecciones neonatales o incluso secuelas a largo plazo.
Tatuajes y piercings con material no esterilizado
Realizarse tatuajes o piercings en sitios donde no se garantiza la esterilización adecuada de los instrumentos representa una vía clara de transmisión de ITS. La reutilización de agujas, tintas o material contaminado facilita el ingreso de hepatitis B, hepatitis C o incluso VIH. Las perforaciones en lengua, labios, orejas o genitales incrementan la superficie vulnerable, y cualquier infección que suceda en ese lugar puede derivar en complicaciones mayores para quienes no reciben tratamiento a tiempo. Verificar que el salón de tatuajes o piercings siga estrictas normas de higiene es indispensable.
Contacto con superficies contaminadas
Mucha gente desconoce que algunos patógenos pueden resistir el tiempo suficiente en superficies y, si hay contacto posterior con mucosas o heridas, provocar la infección. En hospitales, gimnasios o salones de belleza, la exposición a fluidos infectados en toallas, ropa, herramientas o máquinas representa un riesgo poco visible pero real. El contagio requiere que los fluidos contaminados encuentren la vía de entrada a través de laceraciones, úlceras o cortes en la piel. Limpiar y desinfectar los espacios de uso común y evitar tocarse la cara o los ojos con las manos sucias forma parte esencial del autocuidado diario.