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En forma

¿Te gustan el yoga y el pilates? Entonces tienes que probar Garuda, la nueva tendencia en bienestar

Sentirse bien ya no es solo verse bien. El bienestar holístico cobra fuerza este año, y Garuda se perfila como la disciplina favorita para quienes buscan fuerza, flexibilidad, equilibrio y salud mental en una sola práctica. Inspirado en lo mejor del yoga, pilates, danza y tai chi, Garuda es una propuesta moderna que va mucho más allá de la simple suma de métodos. Su origen tiene raíces en el arte y la ciencia del movimiento consciente, prometiendo cambios reales tanto a nivel físico como emocional.

¿Qué es Garuda y por qué destaca en el mundo del bienestar?

Garuda nació gracias a la visión de James D’Silva, un exbailarín que supo unir su experiencia artística con el conocimiento técnico del pilates y la sabiduría del yoga. Su nombre hace referencia a un ave mitológica, símbolo de agilidad y fortaleza, cualidades que resumen la esencia de esta práctica. La integración de movimientos fluidos y controlados distingue a Garuda como una disciplina adaptable, moderna y efectiva.

En Garuda, el cuerpo trabaja tanto en el suelo como en aparatos. Las rutinas pueden realizarse en colchoneta, sobre el reformer o utilizando diversos accesorios. A diferencia de otras disciplinas, el foco no está en la repetición monótona sino en la variedad y la conciencia de cada gesto. El resultado es un entrenamiento que se siente casi como una meditación en movimiento, con el plus de que fortalece y alarga los músculos desde la raíz.

Principios que definen el método Garuda

Garuda se apoya en un enfoque holístico, donde la mente y el cuerpo se alinean al mismo ritmo. La respiración consciente marca el tempo de la clase, guiando cada movimiento para hacerlo más efectivo y seguro. La creatividad es clave, ya que las secuencias cambian de una sesión a otra, evitando la rutina y manteniendo alta la motivación.

Esta variedad se traduce en mayor adaptabilidad para diferentes niveles y objetivos. Esta ánima a experimentar y explorar el rango completo de movimientos, promoviendo la movilidad articular y el fortalecimiento de la musculatura profunda. Todo esto sucede sin necesidad de forzar el cuerpo, lo que reduce el riesgo de lesiones y mantiene el entrenamiento agradable.

Foto Freepik

Herramientas y accesorios en la práctica de Garuda

El método Garuda incorpora herramientas como el reformer de pilates, barras, bloques de yoga y bandas elásticas. Estos elementos permiten trabajar la musculatura desde ángulos diversos y facilitan ajustes según las capacidades de cada persona.

Los accesorios ayudan a crecer progresivamente, aportando resistencia o apoyo en posturas que desafían el equilibrio y la estabilidad. Así, cada clase puede transformarse para atender necesidades individuales, ya sea ganar flexibilidad, aumentar fuerza, o perfeccionar la coordinación.

Beneficios de practicar Garuda para el cuerpo y la mente

No solo es una tendencia, Garuda demuestra en la práctica sus ventajas. El método propone un trabajo global, donde la tonificación, la movilidad y el balance corporal se logran sin agotamiento ni impactos bruscos. La combinación de movimientos suaves y la atención a la respiración encajan con las necesidades actuales de quienes priorizan el bienestar integral.

Garuda destaca en mejorar la postura, activar la musculatura profunda y potenciar la presencia corporal. Las personas observan como la elasticidad y el control aumentan desde las primeras sesiones. Además, la práctica ayuda en rehabilitación, ya que su adaptabilidad cuida las articulaciones y puede ajustarse a diferentes condiciones físicas.

Resultados visibles y bienestar a largo plazo

Quienes practican Garuda experimentan una mayor flexibilidad y una evidente tonificación muscular en brazos, piernas y abdomen. Los movimientos amplios y precisos permiten estirar las cadenas musculares y mejorar la movilidad articular sin fatiga ni lesiones. El cuerpo se siente más ligero y alineado, facilitando todas las actividades diarias.

El efecto acumulativo destaca por sostener el bienestar físico a largo plazo, ayudando a mantener la independencia y la agilidad incluso en edades avanzadas. A diferencia de entrenamientos intensivos, este enfoque prioriza la calidad sobre la cantidad, asegurando beneficios reales sin sobrecargar el organismo.

La conexión cuerpo-mente y el impacto emocional

Garuda traspasa el plano físico. Durante la práctica, la respiración consciente y la atención plena generan una sensación de calma profunda, facilitando la reducción del estrés y aumentando la concentración. Muchos practicantes notan mejoras en el sueño, la capacidad de gestionar la ansiedad y la percepción de autoconfianza.

La integración de técnicas meditativas con movimiento produce un efecto directo sobre el bienestar emocional. Garuda enseña a escuchar el cuerpo, liberar tensiones y reconectar con el momento presente. En un contexto donde la salud mental es prioridad, este enfoque resulta especialmente valioso para quienes buscan un equilibrio real y sostenible.

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Esta práctica se posiciona en 2025 como la mejor respuesta para quienes desean sentir fuerza y equilibrio, sin sacrificar la armonía interior. Su versatilidad y accesibilidad convierten cada clase en una oportunidad de reconstruir desde adentro hacia afuera, sumando bienestar a cada aspecto de la vida.

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