Beber demasiada agua puede matarte: lo que pocos saben sobre la hiponatremia

Hidratarse siempre ha sido sinónimo de salud. Los consejos sobre beber agua abundan y se repiten a diario. Sin embargo, pocos imaginan que el exceso de agua puede causar un problema serio, incluso fatal: la hiponatremia. Este trastorno, conocido como intoxicación por agua, se produce cuando el equilibrio de líquidos y sales en el cuerpo se descompensa. Aunque parezca inofensivo, beber más agua de la que los riñones pueden eliminar puede desencadenar situaciones graves y poco conocidas por la mayoría.
¿Qué es la hiponatremia y cómo ocurre?
La hiponatremia sucede cuando el nivel de sodio en la sangre cae por debajo de lo normal. El sodio es una sal esencial para el cuerpo y ayuda a mantener el equilibrio hídrico en las células. Si una persona ingiere grandes cantidades de agua en un periodo corto, especialmente durante o después de un esfuerzo físico intenso, el organismo no logra eliminar ese exceso a través de los riñones.
El agua restante circula por el cuerpo y termina diluyendo el sodio en la sangre. Esto hace que el líquido entre a las células, causando su hinchazón. Si las células del cerebro se ven afectadas, el aumento de presión es particularmente peligroso debido al espacio limitado dentro del cráneo.
El papel del sodio en el organismo
El sodio es mucho más que solo un componente de la sal común. Este mineral regula la función muscular, la transmisión de señales en los nervios y la presión arterial. Gracias a él, las células mantienen los niveles adecuados de agua dentro y fuera de sus membranas.
En equilibrio, el sodio asegura que los músculos no se contraigan sin control y que el corazón funcione de forma estable. Si el sodio disminuye por la “dilución” provocada por mucha agua, surgen los primeros síntomas negativos a nivel muscular y nervioso.
Cómo el exceso de agua afecta el equilibrio hidráulico
El cuerpo humano tiene la capacidad de filtrar y eliminar el exceso de líquido a través de los riñones, pero este proceso tiene límites. Cuando se bebe de más, esa capacidad se sobrepasa y el agua diluye el sodio en sangre. La consecuencia principal es el desbalance llamado hiponatremia.
Las células absorben el agua en exceso, agrandándose. En el caso del cerebro, esta hinchazón puede generar presión intracraneal peligrosa. El sistema nervioso central es extremadamente sensible a estos cambios bruscos.

Riesgos y síntomas de la sobrehidratación
Estar bien hidratado se ha convertido en una regla de oro moderna, pero la obsesión por el consumo de agua puede ser contraproducente. La sobrehidratación o hiperhidratación expone al organismo a riesgos invisibles al principio, aunque los efectos pueden ser devastadores si no se identifican a tiempo.
Síntomas tempranos y complicaciones graves
Los síntomas iniciales que alertan sobre el exceso de agua suelen ser sutiles. Las personas pueden sentir náuseas, dolor de cabeza, debilidad y una ligera confusión mental. A medida que el problema avanza, aparecen vómitos, espasmos musculares, desorientación y hasta convulsiones.
En los casos más graves, la hinchazón cerebral ocasiona pérdida de conciencia, daño cerebral severo e incluso muerte. Especial atención requieren quienes, después de sudar mucho o hacer ejercicio prolongado, solo reponen líquidos sin electrolitos.
Factores de riesgo y grupos vulnerables
Algunos grupos corren más riesgo de sufrir hiponatremia. Los deportistas de resistencia (como maratonistas o triatletas) pueden verse tentados a beber grandes volúmenes de agua durante competencias largas. Las personas con problemas renales no eliminan el líquido de forma eficiente, aumentando el peligro.
Los adultos mayores también enfrentan este riesgo, ya que su percepción de la sed puede estar alterada. Quienes consumen diuréticos o ciertos medicamentos también deben prestar atención, ya que el equilibrio de agua y sodio se modifica en su organismo. Reponer solo agua (y no electrolitos) después de episodios de vómitos o diarrea prolongada, puede llevar a este escenario peligroso.
Escuchar al cuerpo: la clave del equilibrio
El agua es esencial para la vida, pero como muchos aspectos de la salud, el equilibrio importa más que la cantidad. Tomar agua sin medida, siguiendo consejos generales, puede conducir a un desequilibrio tan grave como la deshidratación. El cuerpo envía señales claras cuando necesita líquidos o cuando algo no anda bien: atender a esos signos es fundamental para evitar llegar a situaciones extremas.
La moderación y la atención a síntomas inesperados son aliados en el día a día. Consultar a un médico cuando hay dudas o molestias relacionadas con la hidratación puede marcar la diferencia.
Beber agua salva vidas, pero en exceso puede llevar al borde opuesto. La clave está en mantener el balance exacto que cada persona necesita, según su actividad, salud y estilo de vida.