¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Salud

¿La eyaculación frecuente ayuda a prevenir el cáncer de próstata?

El cáncer de próstata preocupa a millones de hombres y es uno de los diagnósticos más frecuentes en la salud masculina. Con los avances científicos y las crecientes consultas sobre el cuidado íntimo, surge una pregunta intrigante: ¿puede una vida sexual activa, especialmente la eyaculación frecuente, desempeñar un papel en la prevención del cáncer prostático? El interés es alto, respaldado por estudios recientes que han examinado si el ritmo sexual podría influir realmente en el riesgo de este tipo de cáncer.

Las evidencias científicas sobre la eyaculación y el cáncer de próstata

Varios estudios científicos, especialmente investigaciones internacionales de Estados Unidos y Europa, han vinculado la frecuencia de la eyaculación con un posible menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata. En los últimos años, este tema ha captado la atención tanto de la comunidad médica como de los medios, gracias a nuevos datos que fortalecen la hipótesis de que mantener una vida sexual activa podría ser beneficioso para la salud prostática.

El interés se ha extendido no solo entre los expertos sino también en el público general, ya que tocar temas de sexualidad y salud masculina ayuda a desterrar mitos y a promover mensajes claros sobre prevención y autocuidado.

Resultados de grandes estudios y meta-análisis

Uno de los trabajos más citados es el estudio prospectivo de la Escuela de Salud Pública de Harvard, el cual siguió a más de 31,900 hombres durante casi dos décadas. Los datos mostraron que quienes eyaculaban al menos 21 veces al mes tenían una reducción relativa del riesgo de cáncer de próstata de hasta un 31% comparados con aquellos que lo hacían menos de siete veces al mes. La disminución resultó especialmente notable en los tumores de baja agresividad, sugiriendo que el impacto podría ser mayor en etapas tempranas del desarrollo tumoral.

Otro meta-análisis de origen asiático incluye a más de 55,000 participantes e indica un efecto protector moderado cuando la frecuencia eyaculatoria ronda entre 16 y 21 veces al mes. Sin embargo, este análisis advierte que, por encima de ese umbral, la protección no sigue aumentando, y podrían influir factores como infecciones o variables hormonales.

Los hallazgos recientes respaldan la idea de que la eyaculación regular parece asociarse con niveles más bajos de cáncer prostático, aunque la asociación positiva no equivale a causalidad. Tanto las relaciones sexuales como la masturbación parecen tener efectos similares según los datos recogidos.

Foto Freepik

Limitaciones y controversias en la investigación

A pesar del entusiasmo, la comunidad científica no ha llegado a un consenso definitivo. Muchos de los estudios dependen de la autodeclaración de los participantes, lo que abre la puerta a errores de memoria y sesgos en los resultados. Además, el seguimiento en la mayoría de los trabajos oscila entre 10 y 20 años, lo que puede ser insuficiente dado el desarrollo lento de esta enfermedad.

Otro problema habitual radica en la dificultad para aislar la eyaculación de otros factores conductuales que afectan la salud, como la dieta, el consumo de alcohol, el tabaquismo o la actividad física. La mayoría de los expertos advierten que aún no se puede afirmar que exista una relación causal, sino más bien un vínculo estadístico reforzado por la plausibilidad biológica.

Algunos especialistas señalan que métodos actuales para medir hormonas y marcadores prostáticos no siempre aseguran resultados homogéneos, lo que dificulta la interpretación de los datos, sobre todo en contextos socioculturales y médicos diversos.

Posibles mecanismos biológicos y consideraciones de salud

Para entender por qué la eyaculación frecuente podría proteger la próstata, los científicos han propuesto varias explicaciones en función de la fisiología y la bioquímica prostática.

Hipótesis sobre la protección prostática

Una de las teorías principales indica que la expulsión regular del semen podría ayudar a eliminar sustancias nocivas acumuladas en la próstata, incluyendo componentes carcinogénicos. Si estos elementos permanecen mucho tiempo, podrían favorecer la aparición de procesos inflamatorios crónicos, un terreno fértil para cambios celulares peligrosos.

Otra hipótesis apunta al papel de la di-hidro-testosterona, un andrógeno potente que estimula el crecimiento de las células prostáticas. La eyaculación regular podría disminuir la concentración local de esta hormona, reduciendo el estímulo sobre posibles células tumorales.

La actividad sexual activa también incrementa el flujo sanguíneo en la región pélvica, lo que mejora la oxigenación de los tejidos y limita estados de baja oxigenación, un factor asociado a la mutación celular. Además, el orgasmo estimula la liberación de oxitocina y endorfinas, hormonas que potencian el sistema inmune y podrían fortalecer la capacidad del organismo para detectar y atacar células anómalas.

Recomendaciones actuales y acciones para la salud prostática

Lee también:

A pesar de la evidencia acumulada, ninguna sociedad urológica incluye en sus guías la frecuencia eyaculatoria como medida formal de prevención del cáncer de próstata. Las recomendaciones tradicionales insisten en el control del peso, la realización de ejercicio regular y la reducción de las grasas saturadas como hábitos claramente protectores.

El mensaje clínico actual es claro: mantener una vida sexual activa (siempre consensuada y libre de riesgos infecciosos) no perjudica la salud prostática y podría ofrecer beneficios modestos. Sin embargo, el principal enfoque debe centrarse en la detección temprana, a través de exámenes urológicos y análisis de antígeno prostático específico (PSA) a partir de los 45 años o antes si existen antecedentes familiares.

Cuidar la alimentación, mantenerse físicamente activo y reducir el consumo de alcohol y tabaco siguen siendo pilares fundamentales en la protección contra el cáncer de próstata y otras enfermedades crónicas. Los urológos aconsejan consultar ante cualquier síntoma urológico y no dejarse llevar por mitos o información poco fiable.

1/5 - (1 voto) ¿Le resultó útil este artículo?