¿El herpes se puede contagiar por compartir comida o bebidas?

Hablar de herpes suele generar dudas, sobre todo cuando se trata de actividades cotidianas que muchos comparten, como comer juntos o brindar en una reunión familiar. Es habitual preguntarse si es posible contagiarse de herpes por solo probar el postre de alguien, tomar del mismo vaso o usar los mismos cubiertos. Esta consulta no es trivial, ya que el herpes simple es una infección muy común y con muchos mitos alrededor de cómo se transmite.
¿Cómo se transmite el herpes simple?
El herpes simple surge por dos tipos de virus: VHS-1, responsable del herpes labial, y VHS-2, más común en el herpes genital. El contagio ocurre casi siempre por contacto directo con lesiones activas o fluidos del área infectada, aunque el virus tiene la capacidad de transmitirse incluso sin que haya síntomas aparentes.
La transmisión puede darse tanto en encuentros sexuales como en situaciones cotidianas, ya que el virus habita en la saliva, la piel cercana a la lesión y en las mucosas. Aun así, existen diferencias en los riesgos según el tipo de contacto.
Transmisión por contacto directo con lesiones visibles
El riesgo de contagio de herpes es alto cuando existen llagas, ampollas o úlceras abiertas. Estas lesiones liberan una gran cantidad de virus, capaces de infectar con facilidad a otra persona por medio de un beso, el uso inmediato de objetos en contacto con las heridas o el contacto piel con piel en la zona afectada. Por esta razón, se insiste tanto en evitar besar o compartir objetos personales, sobre todo cuando las lesiones son evidentes.
Transmisión sin síntomas visibles (diseminación asintomática)
El herpes puede dar sorpresas peligrosas porque muchas personas no presentan síntomas, pero igualmente pueden liberar el virus por la piel o las mucosas. Esta característica dificulta la prevención, ya que alguien aparentemente sano puede contagiar a otra persona sin advertirlo.
¿Compartir comida o bebidas puede transmitir el herpes?
El debate sobre el contagio de herpes al compartir alimentos se mantiene desde hace años, y la respuesta varía dependiendo del escenario. En general, la ciencia indica que el riesgo solo existe en situaciones específicas y es bajo en la vida cotidiana.
El herpes simple, especialmente el VHS-1, está presente en la saliva durante brotes activos. Compartir cubiertos, vasos o alimentos durante estos episodios aumenta el riesgo, sobre todo cuando se ven ampollas cerca de la boca. Sin embargo, si no hay brote y no existen heridas visibles, el peligro de contagio al compartir estos objetos es muy bajo. Los expertos en salud resaltan que la mayoría de contagios ocurren por contacto directo con la piel o mucosa infectada, más que por el uso de objetos.

El riesgo al compartir durante un brote activo
Cuando una persona tiene herpes labial activo, sus llagas liberan grandes cantidades del virus. Si esa persona bebe de un vaso, usa un cubierto y otra persona lo utiliza inmediatamente, sí existe posibilidad real de transmisión, sobre todo en niños, cuya piel es más delicada, o en quienes tienen un sistema inmune debilitado. El riesgo disminuye mucho si no hay lesiones abiertas.
El papel de los objetos y superficies inertes
El virus del herpes no sobrevive mucho tiempo fuera del cuerpo humano. Su capacidad de infectar disminuye casi de inmediato al contacto con el aire o superficies secas. Por eso, el contagio por inodoros, mesas, toallas secas o sábanas es prácticamente imposible. Compartir objetos solo representa peligro si hubo contacto inmediato y directo con fluidos de una lesión activa.
Prevención y recomendaciones para reducir el contagio
El control del herpes depende de la responsabilidad personal y el cuidado social. Adoptar medidas sencillas protege tanto a quienes tienen el virus como a sus allegados.
Medicación antiviral y control de brotes
Quienes reciben tratamiento antiviral reducen la frecuencia y gravedad de los brotes. Esto también baja el riesgo de contagio, ya que el virus está menos activo. Seguir las indicaciones médicas y tratar los brotes a tiempo evita complicaciones y limita la posibilidad de diseminar el virus.
Educación y reducción del estigma
Hablar abiertamente sobre el herpes ayuda a entender que es una infección común y tratable. La información clara reduce el miedo y los prejuicios, anima a consultar a un profesional y fomenta la prevención. Abordar el tema sin vergüenza ni estigmas genera ambientes más saludables y seguros, donde pedir ayuda deja de ser motivo de aislamiento.