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Salud

Artritis reumatoide: síntomas clave que debes conocer

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune crónica que afecta principalmente las articulaciones, pero puede involucrar órganos y sistemas fuera de ellas. Esta inflamación persistente puede causar dolor intenso, afectar la movilidad y cambiar el panorama de la salud general. Detectar temprano los síntomas principales es fundamental para un tratamiento adecuado que preserve la autonomía y calidad de vida.

Manifestaciones principales de la artritis reumatoide

El inicio de la artritis reumatoide puede ser lento o abrupto. Los síntomas más característicos suelen enfocarse en las articulaciones, marcando diferencias claras con otras enfermedades inflamatorias.

Dolor, hinchazón y calor articular

El dolor constante en las articulaciones es uno de los primeros signos de alerta. Aparece tanto en movimiento como en reposo. Esto se acompaña de hinchazón visible y calor en la zona. A menudo, afecta pequeñas articulaciones, como las de las manos y pies, aunque en fases avanzadas puede presentarse en codos, rodillas y hombros. La distribución es simétrica, es decir, los mismos grupos articulares de ambos lados presentan los síntomas a la vez. Estas molestias suelen persistir por semanas y tienden a empeorar si no hay intervención médica.

Rigidez matutina y limitaciones funcionales

La rigidez articular al iniciar el día es una señal muy frecuente. Puede extenderse por más de 60 minutos cada mañana. Este síntoma limita la movilidad y provoca una sensación de agarrotamiento que, en ocasiones, impide realizar tareas cotidianas simples como abrochar botones o levantarse de la cama. La incapacidad temporal para mover bien las articulaciones reduce notablemente la independencia y puede afectar el ánimo frente a los desafíos del día.

Fatiga y síntomas generales

La fatiga intensa y una sensación de agotamiento injustificada acompañan a la inflamación articular. Suele ir más allá del cansancio habitual. Algunas personas experimentan fiebre baja y pérdida de peso, signos que indican inflamación activa. Estos síntomas reflejan el carácter sistémico de la enfermedad, en la que el cuerpo responde de forma general al proceso inflamatorio crónico, más allá de las propias articulaciones. Puede verse comprometido el descanso nocturno debido a dolor y malestar.

Foto Freepik

Evolución, complicaciones y signos poco comunes

La artritis reumatoide no solo afecta las articulaciones. Su curso prolongado y la inflamación persistente pueden conducir a complicaciones que involucran a múltiples órganos y sistemas del cuerpo.

Afectación de órganos y manifestaciones extraarticulares

Además de los síntomas principales, pueden aparecer nódulos reumatoides bajo la piel, sobre todo en puntos de presión como codos. La presencia de síndrome de Sjögren es común; este se refleja en sequedad ocular y bucal, deteriorando la calidad de vida. No se puede descartar el compromiso de los pulmones (fibrosis, nódulos pulmonares o derrame pleural) y del corazón (pericarditis o insuficiencia cardíaca). Los vasos sanguíneos pueden verse afectados, llevando a vasculitis o úlceras cutáneas. Algunas complicaciones más raras, pero graves, incluyen alteraciones neurológicas, como neuropatías, y el síndrome de Felty, que combina agrandamiento del bazo y bajo número de glóbulos blancos, lo cual aumenta el riesgo de infecciones severas.

Marcadores diagnósticos y progresión del daño articular

El diagnóstico se apoya en la presencia de anticuerpos específicos en sangre, como el factor reumatoide o el anticuerpo anti-CCP. Niveles elevados de proteína C reactiva y velocidad de sedimentación globular reflejan inflamación activa. Los análisis se complementan con estudios de imagen. Las radiografías, ecografías y resonancias magnéticas ayudan a identificar la destrucción precoz del cartílago y hueso, evidenciando deformidades y adelgazamiento de los espacios articulares. Con el tiempo, la inflamación persistente puede llevar a deformidades irreversibles en manos, pies y otras articulaciones clave. A medida que progresa la enfermedad, la pérdida de función y la discapacidad aumentan si no hay intervención adecuada.

Reconocer los síntomas clave de la artritis reumatoide es determinante para lograr una intervención rápida que permita mantener un estilo de vida activo y reducir el daño articular a largo plazo. La identificación temprana de manifestaciones articulares, junto con el control de complicaciones sistémicas y el uso de marcadores diagnósticos avanzados, marca una clara diferencia en la evolución y el bienestar de las personas con esta condición. Mantenerse atento a cada detalle y buscar orientación médica son pasos esenciales para mejorar el pronóstico y la calidad de vida frente a esta enfermedad.

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