¿Cuál es la mejor hora para tomar magnesio?
El magnesio se ha convertido en uno de los minerales más mencionados cuando se habla de bienestar y prevención. No es raro que muchas personas busquen formas de optimizar su energía y calidad de sueño, o controlar el estrés cotidiano, añadiendo magnesio a su rutina.

Importancia del magnesio y cómo afecta al cuerpo
El magnesio participa en más de 300 reacciones químicas dentro del cuerpo. Influye de manera directa en la salud de músculos y nervios, el control del azúcar en la sangre, la presión arterial y el mantenimiento de huesos fuertes. También interviene en la síntesis de proteínas y en la producción de energía a nivel celular.
Tener niveles adecuados de magnesio ayuda a evitar síntomas como fatiga, calambres musculares, debilidad, irritabilidad, problemas para dormir y sensación de ansiedad. Al mismo tiempo, corrige desequilibrios que pueden favorecer el desarrollo de enfermedades cardíacas, osteoporosis o trastornos metabólicos. Por eso, su consumo regular a través de alimentos como hojas verdes, frutos secos y legumbres, o como suplemento, es una pieza clave para el bienestar general.
Factores que determinan el mejor momento para tomar magnesio
El mejor momento para tomar magnesio no depende solo del reloj, sino de varios factores:
El objetivo principal: mejora del sueño, manejo de estrés, salud digestiva o reducción de calambres.
El tipo de suplemento: algunas formas de magnesio requieren alimento para una mejor absorción, otras no.
Los hábitos personales: la rutina diaria y el tipo de alimentación condicionan la elección del horario ideal.
La constancia es primordial. Tomar magnesio siempre a la misma hora facilita la adherencia, mejora los resultados y minimiza olvidos.
Beneficios de tomar magnesio en la mañana
Comenzar el día con magnesio puede dar un impulso natural al bienestar físico y mental. Este mineral participa en la generación de ATP, la molécula energética fundamental para todas las actividades diarias. Además, ayuda a regular la respuesta del cuerpo al estrés y favorece un metabolismo equilibrado.
Elegir la mañana para suplementar magnesio puede beneficiar tanto a quienes sienten mayor cansancio al despertar como a quienes buscan prevenir calambres durante actividades físicas o están enfocados en el rendimiento intelectual. Se recomienda consumirlo junto con el desayuno, sobre todo si se emplean formas como óxido de magnesio que absorben mejor acompañadas de alimentos.

Ventajas de tomar magnesio en la noche
Tomar magnesio en las horas previas al descanso puede marcar la diferencia en la calidad del sueño y el nivel de relajación nocturna. Este mineral tiene un papel importante en la activación del GABA, un neurotransmisor clave para calmar el sistema nervioso y facilitar el sueño reparador.
El consumo nocturno resulta muy útil para quienes padecen insomnio, calambres musculares o niveles altos de estrés al final del día. Además, ayuda a evitar despertares frecuentes y aporta una sensación de descanso profundo. Las formas de magnesio altamente biodisponibles, como el citrato o bisglicinato, son ideales para este fin, pues se absorben fácilmente sin necesidad de comida y suelen tener mejor tolerancia digestiva.
Efecto del tipo de magnesio en la absorción y la hora de ingesta
No todos los suplementos de magnesio se comportan igual en el cuerpo. El citrato de magnesio y el bisglicinato de magnesio se absorben de manera eficiente y pueden tomarse en cualquier momento, incluso con el estómago vacío. El bisglicinato destaca porque suele generar menos molestias digestivas, lo que lo convierte en una opción segura tanto para la mañana como para la noche.
El óxido de magnesio tiene una absorción más baja y puede producir efectos laxantes. Por eso, es preferible consumirlo con las comidas principales. Este detalle resulta importante cuando se busca prevenir molestias gastrointestinales y garantizar una adecuada utilización de este mineral.
La elección del tipo adecuado depende de los objetivos y la sensibilidad digestiva de cada persona. Los problemas de sueño y el estrés se benefician especialmente de formas que ayuden a relajar el sistema nervioso, mientras que el control de la glucosa o la mejora del tránsito intestinal pueden requerir formas diferentes y horarios ajustados a las comidas.