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En forma

Este es el mejor ejercicio para la flacidez abdominal

La flacidez abdominal ocurre cuando la piel y los músculos del vientre pierden firmeza. Esta falta de tono no es lo mismo que la acumulación de grasa, aunque pueden aparecer juntas. Mientras la grasa se deposita bajo la piel, la flacidez responde a la pérdida de colágeno, elastina y tono muscular.

El mejor ejercicio para combatir la flacidez abdominal: la plancha

La plancha abdominal se reconoce como el ejercicio más eficiente para darle firmeza a la zona central del cuerpo. Esto se debe a que, al realizar una plancha, los músculos trabajan de forma isométrica, es decir, mantienen la tensión sin movimiento. La plancha activa de manera profunda los rectos abdominales, los oblicuos, la zona lumbar y los glúteos. A diferencia de otros ejercicios, no solo ayuda a fortalecer el abdomen sino que también mejora la postura, refuerza la musculatura interna y previene dolores lumbares.

Mantener la plancha varios segundos al día tonifica y da soporte a la pared abdominal. Se puede integrar en una rutina diaria, bien sea después de un calentamiento o como parte de un circuito de fuerza. Realizarla con frecuencia fomenta la conexión mente-músculo y resulta en un core estable y funcional. Además, favorece la coordinación corporal y el equilibrio, lo que resulta útil tanto en la vida diaria como en otros deportes. Mejorar la técnica en la plancha, e incrementar progresivamente el tiempo de cada repetición, intensifican los beneficios. Para aumentar la motivación, muchos integran retos semanales o diarios, registrando sus avances en tiempo y control postural.

Un core fuerte significa menos lesiones. La plancha ayuda a evitar hernias, molestias de espalda y caídas por desbalance. Más allá del resultado estético, la salud mejora gracias a este hábito sencillo, adaptable a cualquier nivel y edad.

Cómo hacer la plancha correctamente

Para que la plancha sea efectiva, la técnica es clave. Se debe apoyar el peso en codos y puntas de pies, manteniendo el cuerpo en línea recta. Los codos van alineados bajo los hombros. Las caderas ni bajan ni suben; la espalda permanece neutral. Los abdominales deben estar contraídos, sin relajar la zona lumbar. Se recomienda comenzar con periodos cortos, de 15 a 30 segundos, y avanzar hasta 1 o 2 minutos a medida que se siente mayor control.

Es común cometer errores como subir o bajar demasiado las caderas, arquear la espalda o sujetar la respiración. Mantener el cuello estirado, sin mirar hacia delante ni dejar caer la cabeza, ayuda a sostener una postura segura. Si aparece dolor en lumbar o en las articulaciones, puede que haya que corregir la alineación. La frecuencia ideal varía según la condición física, pero tres a cinco veces por semana, con descanso entre series, ayuda a obtener resultados estables.

Foto Freepik

Variedades de la plancha para mejores resultados

Existen diferentes tipos de plancha para estimular los músculos del abdomen de distintas maneras. La plancha lateral se enfoca en los oblicuos y mejora la fuerza de la cintura. La plancha con brazos extendidos agrega tensión a hombros y pectorales, y puede resultar más sencilla para quienes empiezan, ya que distribuye mejor el peso corporal.

También existe la plancha dinámica, en la que se alternan movimientos como levantar un pie o una mano, tocar los hombros o realizar rotaciones de cadera. Estas alternativas no solo tonifican el abdomen, sino que mejoran el control del equilibrio y fortalecen otros grupos musculares. Escoger variantes y alternarlas en la rutina semanal evita la monotonía y estimula mejoras continuas en la firmeza abdominal.

Hábitos y ejercicios complementarios que potencian la firmeza abdominal

Aunque la plancha es potente, sumarla a otros ejercicios abdominales y hábitos saludables da mejores resultados. Incluir elevaciones de piernas fortalece la zona baja del abdomen, mientras que los abdominales clásicos y los ejercicios de salto (como la cuerda) ayudan a quemar grasa y definir el contorno. El fortalecimiento del suelo pélvico es importante, ya que conecta directamente con la musculatura profunda del core y previene complicaciones asociadas al debilitamiento abdominal.

Mantener una dieta equilibrada, rica en proteínas, verduras frescas y grasas saludables, favorece la generación de colágeno y elastina. La hidratación adecuada mantiene la piel flexible, ayudando a prevenir la flacidez. Dormir bien y limitar el estrés regula la regeneración celular y evita la degradación de los tejidos. La combinación de entrenamiento regular, alimentación correcta y descanso impulsa al máximo la firmeza abdominal.

Elecciones diarias para una piel más firme

La flacidez abdominal también se combate desde dentro. Consumir suficiente proteína y colágeno, presente en carnes magras, pescados y caldos, estimula la regeneración de la piel. Las frutas ricas en vitamina C como cítricos o fresas, y alimentos antioxidantes como los frutos secos, apoyan la formación de fibras estructurales. Tomar entre litro y medio y dos litros de agua al día mantiene el tejido hidratado. Reducir el consumo de azúcar, grasas trans y alcohol limita la degradación del colágeno y favorece un entorno interno donde la piel puede regenerarse.

El control del estrés es fundamental: la sobreproducción de cortisol puede afectar la renovación celular y la calidad de piel. Tomar pausas activas, practicar respiración consciente y buscar momentos de descanso reparador influye directamente en la salud de la piel y reduce el riesgo de perder firmeza en el abdomen.

En resumen, el resultado visible depende de la constancia en los entrenamientos, de cuidar la alimentación y del descanso de calidad. La clave está en integrar la plancha, elegir opciones saludables cada día y evitar la inactividad para sostener el progreso y mantener un abdomen firme y sano.

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