Lo que debes saber sobre las relaciones sexuales con un DIU
El dispositivo intrauterino (DIU) es un anticonceptivo muy confiable y duradero. Se elige con frecuencia por quienes buscan evitar el embarazo sin tener que preocuparse cada día por métodos más tradicionales.

Impacto del DIU en la actividad sexual
El DIU se coloca en el útero, donde permanece sin afectar el canal vaginal. Durante las relaciones sexuales, ni la persona que lo lleva ni su pareja suelen percibir su presencia directa. Si el DIU tiene cuerdas largas, es posible notarlas en contadas ocasiones, pero estas cuerdas normalmente pasan desapercibidas. Es común experimentar sangrado leve o pequeños cólicos después de tener relaciones sexuales, sobre todo en los meses posteriores a la inserción. Estas molestias tienden a disminuir con el tiempo y no suelen alterar la experiencia sexual. La actividad sexual no aumenta el riesgo de expulsión, ni provoca que el DIU se desplace si está bien colocado.
Sensaciones durante el coito
El DIU rara vez se siente durante el sexo. Lo único que podría notarse, tanto la persona usuaria como su pareja, son los hilos del dispositivo. Si estos son largos y rígidos, pueden percibirse, especialmente con ciertos movimientos, pero la incomodidad es mínima y no suele provocar dolor. En caso de molestias, un profesional puede ajustar la longitud o dirección de las cuerdas para mejorar el confort. La sensación que provocan las cuerdas no es intensa ni peligrosa y generalmente pasa desapercibida durante el acto sexual.
Sangrado y calambres después del sexo
Después de la inserción del DIU, muchas personas detectan sangrado leve o manchas esporádicas tras las relaciones sexuales, especialmente en los primeros meses. Esto es una reacción normal del útero al cuerpo extraño. Con el tiempo, este sangrado suele desaparecer o reducirse de forma significativa. Pero si el sangrado es abundante, muy prolongado o aparece tras meses de uso sin previo aviso, es motivo suficiente para consultar a un profesional de salud. El cuerpo se adapta al DIU gradualmente, y los síntomas suelen ser pasajeros.
Dolor o molestias
El acto sexual no debería generar molestias ni dolor debidos al DIU. Si aparece dolor intenso durante el coito, podría deberse a un mal posicionamiento del dispositivo o a que alguna de las cuerdas está irritando la zona vaginal o cervical. Es fundamental no pasar por alto una molestia persistente. Si el dolor es intenso, constante o si va acompañado de sangrado, es necesario recurrir a revisiones médicas. El profesional de salud valorará si el DIU se ha desplazado o si existe alguna complicación que requiera intervención.

Riesgo de expulsión o perforación por la actividad sexual
Tener sexo no incrementa el riesgo de que el DIU se expulse o perfore la pared uterina. La tasa de expulsión del dispositivo oscila entre 2% y 10% durante el primer año de uso, siendo más común justo después de la colocación. La perforación uterina ocurre en aproximadamente 1 de cada 1,000 inserciones y suele deberse al procedimiento mismo, no a la actividad sexual posterior. Estos eventos son raros y aparecen con mayor frecuencia en mujeres que acaban de dar a luz, lactan o tienen un útero pequeño o con malformaciones.
Cuidados y señales de alerta
Un DIU, si está bien colocado, requiere poco mantenimiento. Sin embargo, hay algunas prácticas clave para asegurar un uso seguro y detectar cualquier complicación a tiempo. La vigilancia y el chequeo periódico ayudarán a prolongar su vida útil y a mantener la protección anticonceptiva.
Revisión de cuerdas y posición del DIU
Es recomendable comprobar la posición de las cuerdas que sobresalen del cuello uterino, sobre todo en los primeros meses. Esto puede hacerse tocando con los dedos limpios la parte más profunda de la vagina. Si de repente no se perciben las cuerdas, si cambian de longitud o si aparecen dolor o molestias inusuales, conviene realizar una revisión médica para confirmar que el DIU está bien posicionado y sigue siendo eficaz.
Síntomas que requieren atención médica
Algunos signos indican que es momento de buscar ayuda profesional. Estos incluyen fiebre sin causa aparente, escalofríos, sangrado vaginal abundante o continuo, dolor abdominal fuerte, secreciones vaginales inusuales y la pérdida de las cuerdas del DIU. Estos síntomas pueden reflejar infecciones, desplazamiento del dispositivo u otras complicaciones que deben evaluarse cuanto antes por personal sanitario especialista.
Relación entre el DIU y las ITS
El DIU no ofrece protección contra las infecciones de transmisión sexual (ITS). Por eso, si no se tiene una pareja sexual estable o se desconoce el estado de salud de la otra persona, se recomienda el uso del preservativo durante las relaciones sexuales. La aparición de dolor pélvico, flujo vaginal diferente al habitual o molestias persistentes pueden ser indicios de alguna infección y merecen una valoración médica.
Consideraciones post inserción
Después de la colocación del DIU, la mayoría de las personas puede reanudar su vida sexual entre uno y dos días después, de acuerdo con el nivel de comodidad. Los DIU de tipo hormonal requieren esperar siete días si la inserción se realizó fuera del periodo menstrual, para asegurar la protección completa. Con el DIU de cobre, las relaciones sexuales pueden retomarse de inmediato tras la inserción, pues su efecto anticonceptivo es inmediato. La adaptación al dispositivo es rápida y las molestias iniciales generalmente desaparecen en las primeras semanas.
El DIU es una herramienta eficaz y segura para la anticoncepción, que permite disfrutar de la vida sexual sin grandes cambios ni preocupaciones. Monitorear su posición y estar atento a cualquier síntoma anormal es la clave para disfrutar de sus ventajas. Siempre es recomendable acudir a consulta profesional ante dudas, molestias o cualquier novedad inesperada en el ciclo o durante las relaciones.
