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Estilo de vida

Esto es lo que los expertos dicen sobre cuánto deberías jugar con tu gato cada día

El juego diario no es solo una distracción, es una parte esencial de la vida de cualquier gato, ya sea cachorro, adulto o mayor. Jugar mantiene en forma el cuerpo y activa la mente felina, calma su instinto cazador y reduce la ansiedad. Un gato que juega a diario es un gato menos propenso al sobrepeso y a los problemas de conducta, mucho más equilibrado y feliz en casa.

El veterinario y el etólogo coinciden: los minutos dedicados a estimular a tu gato con juguetes no solo previenen el aburrimiento; también construyen una relación más fuerte entre humano y felino.

Recomendaciones de expertos: ¿cuánto tiempo jugar según la edad del gato?

No hay una cantidad fija de minutos que funcione en todos los casos, pero los expertos en comportamiento animal y los veterinarios ofrecen pautas bastante claras. Los gatitos de pocos meses son auténticos torbellinos: necesitan hasta 90 minutos de juego al día, siempre separados en sesiones cortas, de 5 a 15 minutos, para imitar los ciclos de caza, descanso y actividad natural que tendrían en libertad.

En cambio, los gatos adultos requieren menos tiempo de juego, aunque no por ello es menos importante. Se recomienda entre 20 y 40 minutos diarios para mantener su agilidad física y mental, también distribuidos en bloques de 7 a 15 minutos a lo largo del día, de mañana y al atardecer, los momentos donde suelen mostrar más energía.

Los gatos mayores, ya con menos energía y posible sensibilidad articular, necesitan menos intensidad y más suavidad. Aun así, no conviene suprimir el juego; los expertos sugieren sesiones sencillas y breves, observando siempre su interés y comodidad. En gatos mayores, la clave está en adaptar la duración e intensidad para mantenerlos activos sin agotar sus fuerzas.

Cada gato es un mundo. Es fundamental observar su estado de ánimo y energía, adaptando las sesiones a sus necesidades diarias. Si parece cansado, menos activo o rechaza el juego, puede ser señal de que necesita menos o incluso una visita al veterinario.

Foto Freepik

Beneficios del juego diario en la salud y comportamiento del gato

Más allá de pasarlo bien, el juego tiene beneficios profundos en el bienestar físico y emocional de los gatos. Estimula su musculatura, previene el sobrepeso y mejora la coordinación y la agilidad, permitiendo que sus sentidos se mantengan alerta incluso en interiores.

En el plano emocional, el juego diario es un antídoto contra la ansiedad y el estrés. Un gato cansado y estimulado es menos propenso a conductas destructivas como arañar muebles, morder cables o mostrar agresividad sin motivo aparente. Además, el juego permite canalizar su “instinto cazador” de forma saludable y pareja, evitando frustraciones y ayudando a descargar energía acumulada.

Uno de los efectos más visibles del juego frecuente es la mejora del vínculo entre gato y humano. Jugar juntos fomenta la confianza, aumenta la socialización y convierte a la familia en parte de su círculo íntimo. Este tiempo compartido suele reforzar la comunicación no verbal y la empatía, elementos fundamentales para entender a fondo a nuestro compañero felino.

Consejos prácticos para aprovechar el tiempo de juego

El tipo de juguetes puede marcar la diferencia entre un gato entusiasmado y uno indiferente. Los favoritos suelen ser cañas con plumas, pelotas ligeras, ratones de tela o túneles por donde esconderse. Se recomienda alternar juguetes cada pocos días para mantener el interés y evitar la rutina.

Para los gatos menos activos, a veces basta con cambiar el escenario del juego o estimular su curiosidad colocando juguetes en lugares nuevos o introduciendo olores diferentes. La paciencia es clave, y nunca debe forzarse al gato a jugar si muestra signos de incomodidad.

La rutina ayuda a que el gato anticipe y disfrute aun más del juego. Crear momentos fijos a lo largo del día, siempre en un ambiente relajado, sin ruidos fuertes o distracciones, favorece que el gato asocie estos minutos con algo positivo. Un espacio seguro y sin peligros es fundamental para que pueda moverse sin miedo.

Los expertos desaconsejan los juegos que pueden ser frustrantes (como el uso excesivo del láser sin ofrecer algo tangible para cazar) o que impliquen riesgos físicos (como objetos pequeños que puedan tragarse). Observar las respuestas de cada gato es imprescindible para ajustar tipo, intensidad y duración, asegurando experiencias siempre positivas.

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