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¿Caminar ayuda a desarrollar músculo? Esto es lo que dicen los expertos

Para muchas personas, caminar es el ejercicio más accesible que existe. No exige gran destreza ni equipo caro, puedes practicarlo casi en cualquier lugar y a cualquier edad. Pero, cuando se habla de músculos y forma física, surge la duda: ¿basta caminar para conseguir cambios reales? Los expertos coinciden en que caminar ayuda a mantener los músculos y a prevenir su pérdida, sobre todo en adultos mayores y personas sedentarias.

Los beneficios de caminar para la salud muscular

Caminar activa principalmente las fibras musculares de contracción lenta, que son clave para la resistencia muscular. Estas fibras trabajan en músculos grandes de las piernas, glúteos y el core. El movimiento constante de caminar fortalece estos grupos musculares, lo que ayuda a la prevención de pérdida de masa muscular, especialmente a medida que pasa el tiempo.

La Organización Mundial de la Salud recomienda incluir caminatas en la rutina diaria y sugiere combinarlas con ejercicios de fuerza. Estudios recientes de 2025 subrayan que caminar, lejos de ser solo un “ejercicio fácil”, mejora funciones hormonales y metabólicas. Por ejemplo, ayuda a regular la síntesis proteica y la sensibilidad a la insulina, dos procesos que favorecen la salud muscular.

Otro punto a favor de caminar es la quema de grasa. Al ser una actividad constante y de baja intensidad, se utiliza grasa como fuente principal de energía. Esto no solo beneficia la salud general, sino que permite que los músculos ganen mayor visibilidad y definición.

Según el nutricionista Ismael Galancho, sumar más pasos cada día se asocia con menor pérdida muscular en adultos y mejora el perfil hormonal, especialmente en hombres, gracias al leve aumento de testosterona y otras señales anabólicas. La evidencia muestra que las personas que caminan menos de 1,500 pasos diarios experimentan una disminución notable de masa muscular y proteínas que la mantienen.

En personas mayores, caminar contribuye a evitar la sarcopenia, un problema común de pérdida muscular con la edad. Así, caminar refuerza el tono muscular y protege la movilidad, generando un impacto positivo incluso en quienes no hacen otros deportes.

¿Cómo el ritmo y la intensidad influyen?

No todas las caminatas tienen el mismo efecto sobre los músculos. Caminar a un paso más rápido, entre 5 y 6.5 km/h, implica mayor activación muscular en piernas y glúteos. Si al paseo se añaden pendientes, escaleras o superficies irregulares, el desafío aumenta y más fibras musculares entran en juego.

Algunos entrenadores recomiendan trucos para incrementar la dificultad sin ir al gimnasio. Por ejemplo, usar un chaleco lastrado ligero o una mochila con peso, práctica conocida como rucking. Caminar con peso extra obliga a los músculos del core y las piernas a trabajar más y mejora la potencia en cada zancada.

En la vida real, las personas que caminan a diario con bolsas de la compra o suben escaleras también están entrenando sus músculos de forma funcional. De esta manera, la intensidad y el terreno hacen la diferencia y pueden multiplicar los beneficios de la caminata tradicional.

Foto Freepik

Limitaciones de caminar para ganar músculo

Si bien caminar tiene muchos beneficios, no logra el estímulo intenso necesario para la hipertrofia muscular. Los músculos crecen cuando se enfrentan a cargas pesadas o a tensiones superiores a las habituales. Caminar, aunque activa fibras musculares, lo hace sobre todo en músculos de contracción lenta, no en las rápidas responsables del crecimiento voluminoso.

La literatura científica de 2025 señala que solo caminar no induce los cambios fisiológicos propios de la hipertrofia muscular. El aumento de masa es moderado y más relacionado con la prevención que con la construcción activa de músculo.

Frente a esto, los ejercicios con pesas o de resistencia crean microlesiones en las fibras rápidas, disparando la síntesis de nuevas proteínas musculares y la regeneración que traduce en músculo visible y fuerte. Los expertos recalcan que caminar puede preservar la masa muscular, pero para aumentarla con claridad, es imprescindible someter los músculos a una sobrecarga progresiva.

Los nutricionistas subrayan que los procesos hormonales, como el crecimiento muscular asociado a la testosterona, la hormona de crecimiento y otras señales anabólicas, se elevan mucho más tras entrenamientos de fuerza que después de una caminata sencilla.

¿Qué dicen los expertos al respecto?

Ismael Galancho, nutricionista y entrenador, sostiene que caminar más pasos diarios ayuda a evitar la pérdida de músculo y mejora la salud metabólica. Sin embargo, aclara que para ver un desarrollo muscular notable, lo ideal es combinar la caminata con ejercicios de resistencia al menos dos veces por semana.

La Mayo Clinic coincide: caminar activa y mantiene, pero para construir músculo fuerte y definido, la resistencia es crucial. Según artículos recientes de 2025, la clave está en sumar sesiones de ejercicios que incluyan sentadillas, zancadas, y movimientos multiarticulares. Esto permite trabajar las fibras que realmente provocan el crecimiento buscado.

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La conclusión de los especialistas es clara: caminar mantiene lo que ya tienes, pero si el objetivo es ganar músculo, es momento de incorporar cargas, repeticiones y movimientos más retadores en la rutina semanal.

Consejos para combinar caminar con otros ejercicios

Los mejores resultados llegan al unir la caminata con ejercicios combinados de fuerza y movilidad. Una de las prácticas que más recomiendan expertos actuales es el rucking: caminar con mochila cargada. Este método potencia el trabajo de piernas, glúteos y core, además de elevar el gasto calórico.

Durante las caminatas diarias se pueden integrar pausas activas para hacer sentadillas, estocadas o subidas de escaleras. Incluso practicar intervalos de velocidad (caminar rápido unos minutos y luego bajar el ritmo) desafía más a los músculos.

Para los principiantes, conviene empezar con caminatas normales de 30 minutos al día, añadiendo poco a poco ejercicios sencillos de peso corporal. Sentadillas, flexiones y ejercicios con bandas elásticas son opciones atractivas, que no requieren gran inversión ni experiencia previa.

Otra recomendación efectiva es registrar los pasos diarios para mantener constancia, y subir el objetivo cada dos semanas. Combina el caminar con una rutina básica de fuerza dos veces a la semana, buscando trabajar tanto el tren inferior como el superior.

Algunos consejos prácticos para potenciar resultados:

  • Alternar días de caminata larga con sesiones cortas e intensas de fuerza.
  • Utilizar rutas con subidas o variar los terrenos para mayor desafío muscular.
  • Buscar actividades funcionales, como cargar bolsas o realizar tareas domésticas que impliquen movimiento.
  • Hidratarse y cuidar la alimentación, priorizando proteína para favorecer la síntesis muscular.

Combinar hábitos sencillos y accesibles crea una base sólida para cualquier nivel y edad. Así, se construye salud muscular, se previene la pérdida y se generan hábitos sostenibles en el tiempo.

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