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Moda

No lo compres hasta hacer esto: el truco para evitar jerseys llenos de pelotillas

Comprar un jersey nuevo y verlo lleno de bolitas tras dos usos desanima a cualquiera. Las pelotillas en jerseys aparecen por el roce, se adhieren a la superficie y dan un aspecto viejo antes de tiempo. No es solo un tema estético, también afecta a la suavidad y al tacto. La buena noticia es que se puede evitar con un gesto simple antes de pasar por caja.

Por qué se forman las pelotillas y cómo elegir jerseys resistentes

Las pelotillas se forman por fricción constante. El roce con la piel, con otras prendas o con mochilas suelta fibras cortas que se enredan en la superficie. Los lavados agresivos y los centrifugados intensos aceleran el proceso. También influye el material. Fibras cortas y mezclas con sintéticos tienden a crear más bolitas, mientras que fibras largas y bien hiladas resisten mejor.

En lanas y algodones se nota la diferencia. Un jersey con lana merino pura o algodón peinado suele pillarse menos que uno con mezcla alta de poliéster. Las fibras sintéticas pueden atrapar las bolitas y hacer que duren más en la prenda. También el tipo de punto importa. Un tejido compacto, con hilos bien apretados, suelta menos fibra que un punto suelto o muy elástico.

En tienda conviene usar las manos y los ojos. Tocar, observar y decidir. Un tejido con tacto muy suave y con pelusa suelta se pillará antes. Un punto firme, con textura uniforme, tendrá mejor respuesta al uso. Revisar la etiqueta de composición da pistas útiles. Las prendas con mayoría de fibras naturales suelen dar menos problemas, sobre todo si el hilo está bien peinado y torcido. Si se busca mezcla, que sea equilibrada y con buen acabado, no un sintético barato.

Probar un truco casero también ayuda. Colocar el jersey dentro de una bolsa, dejarlo en el congelador unas horas antes del primer uso y luego airearlo puede ayudar a asentar las fibras. No hace milagros, pero reduce la pelusa suelta inicial y disminuye el riesgo de pelotillas los primeros días. Cuidar estas decisiones ahorra dinero, evita compras impulsivas que duran poco y alarga la vida del armario.

Inspecciona el tejido antes de comprar

Antes de pagar, conviene una mini evaluación. Frotar muy suave una zona poco visible, por ejemplo cerca del dobladillo, indica si el jersey suelta fibras al mínimo roce. Si se ven pelusillas en los dedos, mejor seguir buscando. Observar las costuras también ayuda. Una costura limpia, sin hilos sueltos ni deformaciones, habla de un tejido estable.

Fijarse en zonas críticas da mucha información. Las axilas, codos y laterales sufren más roce desde fábrica hasta la tienda. Si ahí el punto ya se ve desordenado o algo pelado, el jersey no aguantará bien el uso. Tocar el punto y estirar apenas un poco, con cuidado, permite ver si los hilos vuelven a su sitio o si se abren huecos. Un tejido que recupera su forma y se mantiene compacto resistirá mejor.

Las marcas con fama de calidad suelen usar hilos peinados y ajustes de punto más firmes. No es garantía total, pero suma puntos. Al probar la prenda, evitar el roce con bolsos, cremalleras o tejidos ásperos. Cualquier roce extra puede engañar en la valoración del tejido.

Prueba el lavado suave en casa

Cuando el jersey ya está en casa, un lavado de prueba aclara su resistencia. Usar agua templada, jabón suave y una bolsa de malla reduce el desgaste. Dar la vuelta a la prenda y evitar el centrifugado fuerte es clave. Si después del secado plano aparecen bolitas visibles, el material es sensible y pedirá un cuidado muy delicado.

Este primer lavado también sirve para ver si el color destiñe, si el punto se deforma o si salen fibras sueltas en exceso. Si todo parece estable, se puede usar con confianza. Si no, conviene reservarlo para ocasiones con menos roce y combinarlo con capas lisas que no raspen.

Foto Freepik

Trucos de cuidado diario para jerseys sin bolitas

El día a día hace la diferencia. Un lavado a mano o en ciclo delicado prolonga la vida del tejido. El exceso de jabón, los suavizantes fuertes o el tambor muy lleno castigan el punto. Lavar del revés y separar los jerseys de prendas ásperas, como vaqueros o toallas, evita la fricción que provoca bolitas.

El secado marca otro punto crítico. Secar al aire, sobre una superficie plana, mantiene la forma y reduce tensiones. Colgar de una percha puede deformar los hombros y abrir el tejido. Guardar limpio, completamente seco y en bolsas de algodón protege del polvo y del roce con otras prendas. Evitar plásticos, porque atrapan humedad y pueden dañar las fibras.

Si aparecen algunas bolitas, actuar con calma. Un quitapelusas de buena calidad las retira sin dañar el punto. Una cuchilla desechable también sirve, siempre con pases suaves y en una sola dirección, de arriba hacia abajo. Un cepillo de dientes blando puede recoger restos sin maltratar. La clave está en no apretar, no tirar de la fibra y no insistir en zonas ya frágiles.

La congelación periódica ayuda a reducir la pelusa suelta, sobre todo en las primeras puestas. Guardar el jersey en una bolsa, dejarlo unas horas en el congelador y luego airearlo evita mucho desgaste innecesario. También suma evitar mochilas o bandoleras que rozan siempre en el mismo punto. Cambiar de hombro o usar prendas lisas debajo reparte el uso y retrasa la formación de bolitas.

Lava y seca con delicadeza

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El proceso es sencillo y efectivo. Agua tibia, jabón neutro y movimientos suaves bastan. No retorcer ni frotar con fuerza. En lavadora, elegir un ciclo corto y delicado, bolsa de malla y poco centrifugado. Al terminar, retirar el exceso de agua con una toalla, sin apretar, y secar en plano sobre una superficie ventilada. Evitar sol directo y fuentes de calor, que endurecen y debilitan la fibra.

Almacena para preservar la calidad

El almacenamiento correcto mantiene el jersey como nuevo. Guardarlo limpio, doblado y en un lugar fresco previene el polvo y la fricción innecesaria. Las bolsas de algodón permiten que el tejido respire y se conserve. Evitar plásticos evita humedad y malos olores. Separar los jerseys de prendas con cremalleras o adornos metálicos reduce enganches y peladuras.

Errores comunes que arruinan tus jerseys y cómo evitarlos

Los fallos de rutina suelen ser los que más dañan. La secadora caliente es el enemigo número uno. El calor y el giro intensos levantan pelusas, encogen y deforman. Mejor secar al aire, en plano y con paciencia. Mezclar jerseys con vaqueros, toallas o prendas con velcro provoca roce constante. Separar por tejidos y texturas protege el punto.

Ignorar la composición complica el cuidado. Un jersey con alta mezcla sintética pide atenciones extra. Si ya hay mezcla, el resto del cuidado debe ser impecable, desde el lavado suave hasta el secado. Frotar manchas con esponjas ásperas o cepillos duros levanta fibras que luego se enredan. Mejor actuar pronto, con toques ligeros y detergente suave.

Lavar con demasiados productos también da problemas. Los suavizantes intensos pueden dejar película y atraer pelusa. Un detergente neutro en poca cantidad funciona mejor. Llenar la lavadora a tope aumenta la fricción y el desgaste. Dejar espacio para que el agua mueva la prenda reduce el roce.

No revisar zonas de alto impacto provoca sorpresa al poco tiempo. Codos, axilas y costados son puntos sensibles. Un cepillado muy suave tras cada uso, o un repaso con quitapelusas cuando haga falta, mantiene la superficie uniforme. Elegir capas que rocen menos, como camisetas de algodón fino, actúa como barrera y evita que el jersey reciba el desgaste directo.

No ignores las etiquetas de lavado

Las etiquetas no están por adorno, explican lo que la fibra puede soportar. Una tina con mano indica lavado a mano, un triángulo tachado avisa de no usar lejía, un cuadrado con un círculo y puntos marca los límites de secadora y temperatura. Cuando aparece un hierro con puntos, indica el nivel de plancha permitido. Seguir estas señales evita encogimientos, decoloraciones y, sobre todo, el levantamiento de fibras que termina en bolitas. Si la etiqueta recomienda secar en horizontal, hay que hacerlo. Esa indicación protege la forma y el punto.

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