Truco casero con agua oxigenada para eliminar el moho de la cortina del baño

El baño acumula humedad y residuos de jabón, por eso la cortina se vuelve terreno fácil para el moho. Cuando aparecen esas manchas negras o verdosas, mucha gente piensa en tirarla o usar cloro, pero hay una opción más amable con el material. El truco con agua oxigenada al tres por ciento limpia y desinfecta sin dejar olores fuertes, ideal para quienes prefieren una rutina sin lejía. Antes de empezar conviene retirar anillas y ganchos, usar guantes, abrir ventanas y trabajar con buena ventilación para un resultado seguro.
¿Por qué el agua oxigenada al tres por ciento elimina el moho sin dañar la cortina?
El peróxido de hidrógeno actúa liberando oxígeno activo que descompone las colonias de moho, por eso se ve un burbujeo en la superficie cuando toca la mancha. Esa efervescencia ayuda a desprender la suciedad adherida sin frotar en exceso y, usada con cuidado, resulta suave para la mayoría de telas y plásticos, desde poliéster hasta vinilo. Aun así, en colores oscuros o fibras delicadas puede aclarar un poco, por lo que se recomienda una prueba en una esquina oculta antes de aplicar sobre zonas amplias. No deja olor penetrante, se consigue con facilidad en farmacias y supermercados, y tiene un precio accesible, lo que lo convierte en un aliado práctico para el baño.
En comparación, la lejía blanquea con rapidez, pero su efecto es más agresivo y puede deteriorar tejidos o liberar vapores molestos; el vinagre ayuda en mantenimiento y en manchas recientes, aunque a menudo se queda corto con mohos asentados. La clave está en usarlo bien y con cautela: no mezclar con lejía ni con amoníaco, mantener guantes puestos y asegurar ventilación constante.
Pretratado directo de las manchas de moho
Para el pretratado, la cortina se extiende en la bañera o sobre una superficie amplia, siempre con las anillas ya retiradas para evitar tirones. Se rocía agua oxigenada al tres por ciento solo en las zonas con moho y se deja actuar entre diez y quince minutos hasta ver burbujas que indiquen que el oxígeno está descomponiendo la mancha; si hace falta, se frota de forma suave con un paño que no suelte pelusa. En telas delicadas o de color se sugiere probar primero en una zona oculta y, si hay dudas, diluir la solución a partes iguales con agua. Conviene usar guantes durante todo el proceso y mantener ventilación adecuada.

Lavado en lavadora con toallas y refuerzo suave
Tras el pretratado, la cortina va a la lavadora junto con toallas viejas que actúan como cepillos suaves durante el giro, lo que ayuda a desprender residuos sin maltratar la fibra. Se usa la mitad de la dosis habitual de detergente y, si se busca un impulso extra, se añade un cuarto de taza de bicarbonato en el tambor para neutralizar olores y reforzar la limpieza. La configuración ideal es ciclo delicado con agua fría o tibia, hasta unos treinta grados, ya que el agua caliente puede deformar o encoger. Es importante no mezclar con productos que contengan cloro para evitar reacciones peligrosas.
Secado correcto según vinilo, PEVA o tela
Al terminar el lavado, la cortina se extrae de inmediato para que no se arrugue ni retenga humedad. Si se trata de vinilo o PEVA, no se debe usar secadora porque el calor puede deformar el material, por lo que lo mejor es el secado al aire, colgada y bien extendida. Si es de tela, como poliéster o algodón, puede secarse al aire o en secadora con temperatura baja, siempre siguiendo la etiqueta de cuidado. De cualquier modo, colgarla de nuevo en la barra ayuda a que termine de escurrir sin pliegues.
¿Cómo prevenir que el moho vuelva en la cortina del baño?
El moho prospera donde el aire apenas circula y el agua se queda quieta, por eso vale la pena crear hábitos simples que eviten ese ambiente húmedo. Abrir la ventana o usar el extractor después de la ducha mejora la ventilación y acelera el secado, mientras que extender la cortina al completo impide que el agua se acumule en los pliegues. Una vez por semana, un rociado rápido con una mezcla mitad agua y mitad vinagre en la parte baja de la cortina ayuda a mantener a raya los hongos, sobre todo en las zonas que más rozan la bañera.
Una revisión mensual permite detectar manchas tempranas y tratarlas de inmediato con agua oxigenada antes de que avancen. Si pese al cuidado aparecen marcas profundas o un olor que no se va, conviene repetir el método, aumentar el mantenimiento de ventilación y limpieza, y valorar el cambio de cortina o de forro si el material ya está muy dañado. Probar este método hoy puede devolver a la cortina su mejor aspecto con poco esfuerzo y sin productos agresivos. Bastan guantes, paciencia y constancia para mantener el baño limpio, siempre con la regla de no mezclar con lejía y una prueba en zona oculta si la tela es delicada.
