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Sexo y relaciones

La lista definitiva de posturas sexuales que mejor funcionan para los hombres bajitos

Muchos hombres de baja estatura cargan con una idea que les frena en la cama. Piensan que su altura les resta atractivo, sobre todo si su pareja es más alta. La realidad es otra: el cuerpo importa menos que la postura y la complicidad.

Por qué la altura no tiene por qué ser un problema en la cama

La diferencia de estatura puede complicar algunas posturas clásicas si no se piensa un poco en la técnica. El ejemplo típico es el misionero cara a cara. Si ella es bastante más alta, las bocas no quedan alineadas y las caderas tampoco, lo que puede romper la comodidad, forzar el cuello o sacar al hombre de la escena mental porque se siente descolocado.

El sexo es, sobre todo, mental. Cuando un hombre está pendiente de cómo colocar la cabeza para poder besar, o de si su torso queda más abajo que el de su pareja, es fácil que aparezcan inseguridades y que baje la confianza. Cambiar a posturas donde los cuerpos se sientan o se tumban, como el trono, la cucharita o el perrito tumbado, hace que la altura pase a un segundo plano y que el cuerpo se relaje.

En estas posiciones, lo que manda es la alineación de las caderas y la sensación de placer, no lo que marca el metro. Hablar con la pareja, pedir que se mueva un poco hacia delante o hacia atrás, o que gire la pelvis, refuerza la complicidad y convierte la diferencia de altura en un detalle sin importancia.

Las mejores posturas sexuales para hombres bajitos que quieren disfrutar sin pensar en la estatura

El corazón de esta lista está en posturas donde ella está arriba o de lado, o en las que ambos están tumbados en horizontal. En todas, la diferencia de altura se diluye y el cuerpo del hombre puede centrarse en disfrutar en lugar de compensar ángulos imposibles.

El trono y el loto, cuando ella manda y la altura desaparece

En el trono, él se sienta en una silla, un sillón o en el borde de la cama y ella se coloca encima, montada sobre su pene. Es ella quien regula la profundidad, el control del ritmo y el tipo de movimiento, de arriba abajo, hacia delante o con pequeños círculos de cadera. La altura del hombre deja de importar, todo se ajusta con la posición de la pelvis de ella.

Esta postura permite que él use las manos para acariciar sus pechos, su cuello, sus muslos y su clítoris, incluso con un pequeño juguete si la pareja lo disfruta. El loto funciona como una variante más íntima, ambos sentados cara a cara con las piernas entrelazadas. El contacto visual es constante, las bocas quedan muy cerca y la proximidad física refuerza la sensación de conexión, algo que muchos hombres bajitos agradecen porque les hace olvidar cualquier complejo.

La cucharita, la postura más cómoda e íntima para olvidar los centímetros

En la cucharita, ambos se tumban de lado y él se coloca detrás. La estatura pierde peso porque todo ocurre en horizontal y las caderas se alinean con facilidad. La penetración cómoda llega casi sola, con pequeños ajustes del ángulo de su pelvis o de la curva de la espalda de ella.

Esta postura crea una gran intimidad. Él puede abrazarla, besar su cuello, sus hombros y usar una mano para estimular el clítoris o sumar un juguete sexual si les apetece variar. La profundidad se ajusta sin esfuerzo, ella puede cerrar un poco los muslos si quiere más presión, y el resultado es una sensación clara de comodidad y placer compartido.

Perrito y perrito tumbado, más control de la penetración para él y para ella

En el perrito clásico, ella se coloca a cuatro patas y él se sitúa detrás. La diferencia de altura casi desaparece porque el punto clave es la altura de la cadera de ella. Puede abrir más las rodillas, subir el torso o bajarlo para que el pene entre en la línea correcta. Así se consigue una penetración profunda y un ángulo ajustable que funciona muy bien aunque él sea bastante más bajo.

El perrito tumbado es una variante ideal para quienes quieren los beneficios del perrito, pero con más contacto y menos esfuerzo. Ella se tumba boca abajo, puede apoyar la cabeza en una almohada y apretar los glúteos para incrementar la presión de las paredes vaginales. Él se acomoda detrás, controla el ritmo y siente una fricción intensa. Para muchos hombres bajitos, esta posición es una gran alternativa al misionero, ya que no exige alinear caras y permite un gran control del ritmo.

Foto Freepik

La vaquera, la postura estrella cuando ella quiere controlar el ritmo y el clímax

En la vaquera, él se tumba boca arriba y ella lo monta de frente. De nuevo, la estatura se vuelve irrelevante porque es ella quien decide la profundidad, el ángulo de la pelvis y la velocidad. Los movimientos generan un roce directo sobre el clítoris, lo que suele acercar mucho su orgasmo sin necesidad de grandes acrobacias.

Él puede apoyar las manos en sus pechos, su vientre o su trasero, acompañar el ritmo o dejar que ella lleve toda la batuta. Es una de las mejores posturas sexuales para hombres bajitos, porque mezcla libertad de movimiento para ella, buena penetración para él y una sensación clara de control femenino que muchos encuentran muy excitante.

Consejos rápidos para que un hombre bajito saque partido a estas posturas

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Para que estas posiciones funcionen aún mejor, resulta útil jugar con detalles sencillos. Las almohadas o cojines debajo de la cadera de uno u otro pueden ajustar la altura de forma cómoda y mejorar la alineación. Un paso pequeño, pero muy eficaz, consiste en pedir a la pareja que se desplace un poco hacia el borde de la cama o que abra más las piernas para encontrar la penetración cómoda sin forzar.

La comunicación directa, sin rodeos, marca la diferencia. Decir qué se siente bien, qué molesta o qué apetece probar genera seguridad y reduce cualquier complejo. Probar pequeños cambios de ángulo, variar el ritmo o sumar caricias en el clítoris, el cuello o los pezones convierte cada postura en un experimento erótico. Al final, lo que sostiene el encuentro no es la talla del hombre, sino el placer mutuo, el juego con las manos, la boca y los juguetes, y la sensación de que los dos están en el mismo equipo.

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