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Salud

¿Cuáles son los síntomas del Helicobacter pylori?

La bacteria Helicobacter pylori vive en el estómago y es muy frecuente en todo el mundo. Muchas personas la tienen sin saberlo y no notan ningún síntoma durante años. Cuando aparecen molestias, lo habitual es que sean digestivas, con dolor de estómago, sensación de pesadez o cambios en el apetito que se repiten.

Síntomas digestivos más frecuentes del Helicobacter pylori

Los síntomas más habituales afectan a la parte alta del abdomen. La persona puede sentir ardor de estómago o quemazón, presión o pinchazos suaves justo por encima del ombligo. A veces aparece una sensación de estómago vacío que mejora al comer, y en otras ocasiones, esa misma comida empeora la molestia y la vuelve más intensa.

También son muy comunes la hinchazón abdominal, los gases, los eructos frecuentes y las náuseas, sobre todo después de comidas copiosas o muy grasas. Puede notarse pérdida de apetito, sensación de saciedad precoz con poca comida y, si el problema se mantiene durante semanas o meses, una ligera pérdida de peso. Todo esto se relaciona con la irritación de la mucosa del estómago y, en muchos casos, con la aparición de gastritis.

Dolor, ardor y malestar en la boca del estómago

El dolor en la boca del estómago típico del Helicobacter pylori suele describirse como una mezcla de presión y ardor, a medio camino entre un vacío incómodo y una quemazón suave que no desaparece del todo. A veces se nota más cuando la persona tiene el estómago vacío y otra vez se reactiva al comer. No se parece a un simple empacho que dura unas horas, sino que se presenta como una molestia recurrente que vuelve día tras día, con periodos mejores y peores.

Hinchazón, gases y sensación de llenura rápida

La hinchazón es otro síntoma que llama la atención. El abdomen se siente inflamado, con gases, presión interna y eructos que aparecen con facilidad, incluso con comidas pequeñas. La persona puede notar una clara sensación de llenura rápida, como si el estómago se quedara sin espacio al poco de empezar a comer. Cuando estas molestias no son puntuales y se repiten durante varias semanas, es razonable pensar que no se trata solo de una mala digestión aislada.

Náuseas, menor apetito y cambios en el peso

Las náuseas son frecuentes en la infección por Helicobacter pylori, sobre todo por la irritación constante de la mucosa gástrica. Esto puede llevar a rechazo de ciertos alimentos, pérdida de apetito y cambios en las preferencias alimentarias, por ejemplo, evitar comidas fuertes o muy ácidas. En algunos casos aparece una pérdida de peso que la persona no consigue explicar, aunque estos cambios suelen ser lentos y no siempre se presentan todos los síntomas al mismo tiempo.

Foto Freepik

Síntomas menos comunes y señales de alarma por Helicobacter pylori

Además de las molestias digestivas habituales, existen síntomas menos frecuentes pero más graves que deben tomarse en serio. El sangrado digestivo, la anemia sin causa clara y el dolor intenso pueden indicar úlceras en el estómago o el duodeno, a veces relacionadas con Helicobacter pylori. Ante estos cuadros no es recomendable esperar en casa, ya que pueden requerir una valoración médica rápida.

Heces oscuras, vómitos con sangre y anemia

Cuando aparecen heces muy oscuras, casi negras, o con restos de sangre roja, puede existir un sangrado digestivo que tenga su origen en úlceras gástricas o duodenales. También preocupa el vómito con sangre o con aspecto de café molido, que es otra forma de sangrado. Si este sangrado es crónico, se puede desarrollar anemia, con cansancio llamativo, debilidad y mareos al hacer esfuerzos pequeños o al levantarse rápido.

Síntomas generales y molestias fuera del estómago

En algunas personas, la infección por Helicobacter pylori se acompaña de fatiga, malestar general y sensación de poca energía, incluso en días sin grandes esfuerzos. También se han descrito ciertos problemas de piel y otros síntomas fuera del aparato digestivo, que en algunos casos se relacionan con enfermedades del estómago. Aunque no son los signos más típicos, ayudan a recordar que no todo se reduce al dolor de estómago.

¿Cuándo consultar al médico por posibles síntomas de Helicobacter pylori?

Conviene consultar al médico si el dolor de estómago persistente se repite durante semanas, si el ardor o la presión en la parte alta del abdomen interfieren con la vida diaria o si el malestar vuelve cada poco tiempo. También es importante pedir cita cuando hay pérdida de peso inexplicable, falta de apetito mantenida, heces negras o vómitos con sangre, o cuando existen antecedentes de úlcera o cáncer gástrico en la familia.

El diagnóstico suele hacerse con pruebas sencillas, como test de aliento, análisis de heces o, en algunos casos, endoscopia con biopsia. Si se confirma la presencia de la bacteria, el tratamiento combina antibióticos con medicamentos que reducen el ácido del estómago y favorecen la curación de la mucosa. Con un plan adecuado, la mayoría de las personas logra eliminar la infección y mejorar sus síntomas de forma clara.

Muchos casos de Helicobacter pylori son silenciosos, pero aprender a reconocer señales como ardor de estómago, hinchazón, náuseas o signos de sangrado ayuda a pedir ayuda médica a tiempo. Si alguien se ve reflejado en estas molestias, lo más prudente es comentarlo con un profesional de salud y no automedicarse de forma continuada con antiácidos o analgésicos. Un diagnóstico claro y un tratamiento correcto ofrecen una mejor protección para el estómago a largo plazo.

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