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Salud

7 maneras de aliviar la ansiedad al volar

Cada vuelo que enfrentas no solo te lleva a tu destino, sino que también te acerca un poco más a la libertad de disfrutar el viaje sin preocupaciones. Así que, la próxima vez que vueles, lleva contigo estas estrategias y recuerda: estás más preparado de lo que crees.

El miedo a volar, conocido como aerofobia, afecta a millones de personas en todo el mundo. Esa sensación de nerviosismo, mezcla de claustrofobia y pensamientos catastróficos, puede convertir un viaje esperanzador en una experiencia agotadora. Afortunadamente, existen formas efectivas de manejar esta ansiedad y hacer que volar sea menos intimidante.

Cada vuelo es una oportunidad para enfrentarse a esos temores y demostrar que no tienen por qué controlarte. Aquí exploramos estrategias clave que pueden marcar la diferencia.

Reconocer la ansiedad como incomodidad, no peligro

Cuando aparece la ansiedad, es natural interpretar esas señales del cuerpo como indicios de peligro. Un corazón acelerado o las manos sudorosas pueden engañarte y hacer que pienses que algo va mal. Pero según expertos, estos síntomas son la respuesta corporal a una situación percibida como desconocida, no a una emergencia real.

Acepta tus emociones como parte del proceso. Recordarte que volar es un medio de transporte seguro y cotidiano puede ayudarte a calmar los pensamientos recurrentes.

Elegir distracciones estratégicas

¿Sabías que enfocarte en lo que tienes delante de ti puede ser poderoso? Llevar un libro cautivador, una lista de reproducción relajante o incluso descargar una película emocionante para el vuelo puede prevenir que tu mente se pierda en espirales de pensamientos negativos.

Usar caramelos ácidos o un juego móvil entretenido son métodos efectivos para anclarte en el momento presente. Cuantas más herramientas tengas a mano, más fácil será mitigar los nervios.

Infórmate sobre la seguridad en la aviación

Muchos temen volar porque desconocen cómo funcionan los aviones y los sistemas de seguridad que los respaldan. Saber que cada pieza del avión tiene múltiples sistemas de respaldo puede brindarte tranquilidad. Por ejemplo, si un motor falla (algo extremadamente raro), hay otro listo para asumir el control. También, turbulencias son simplemente el equivalente a los baches en el camino, no señales de peligro.

Conocer estas realidades no elimina el miedo de inmediato, pero puede disminuir la incertidumbre, que a menudo es el mayor catalizador de la ansiedad.

Foto Freepik

Evitar videos de accidentes y noticias preocupantes

Es común que la mente amplifique los recuerdos de eventos trágicos o sensacionalistas. Ver videos de accidentes o leer noticias alarmantes antes de volar no hace más que alimentar tus miedos.

En lugar de buscar pruebas de “qué podría salir mal”, mantén tus redes sociales libres de palabras como “accidente aéreo”. Al hacerlo, reducirás las probabilidades de encontrarte con contenido que eleve tu ansiedad.

Prepara lo que está en tus manos

Aunque no puedas controlar factores como el clima o la turbulencia, sí puedes encargarte de detalles básicos que mejoren tu confort. Reservar un asiento en el pasillo si te sientes claustrofóbico o empacar auriculares con cancelación de ruido son pequeñas acciones que marcan una gran diferencia.

Además, familiarizarte con el plan de vuelo, las salidas de emergencia y prestarle atención a las instrucciones de seguridad a bordo puede crear una sensación de control, incluso en situaciones fuera de lo común.

Practicar técnicas de respiración y relajación

La respiración controlada es una herramienta simple y efectiva para calmar la ansiedad. Tomar respiraciones profundas y lentas no solo disminuye la frecuencia cardíaca, sino que también ayuda a coordinar tus pensamientos. Antes de abordar, intenta ejercicios de mindfulness o técnicas de visualización positiva: imagina aterrizar con éxito y disfrutar tu destino.

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Durante el vuelo, coloca tus pies firmemente en el suelo y concentra tu atención en la sensación del aire al entrar y salir de tus pulmones.

Enfrenta los “qué pasaría si” con lógica

La ansiedad tiende a proyectar escenarios negativos para mantenerte en un estado de alerta constante. Es fácil dejarse llevar por pensamientos del tipo: “¿Qué pasa si ocurre algo malo?” Sin embargo, en lugar de preguntar “¿Es esto verdad?” cámbialo a “¿Es útil pensar así?”. Pregúntate si esos pensamientos aportan algo positivo al momento.

Recuerda también que el miedo se alimenta de la imaginación, no de los hechos reales. Acercarte a volar con una mentalidad lógica puede disipar el poder que estos “y si” tienen sobre ti.

No hay una fórmula mágica para superar la ansiedad al volar de un día para otro, pero cada esfuerzo cuenta. Reconocer tus miedos sin dejar que te definan es el primer paso hacia vuelos más tranquilos. Desde informarte sobre la seguridad aérea hasta usar distracciones inteligentes, tienes herramientas prácticas que pueden transformar tu experiencia.

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