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Salud

“A mis 27 años, tengo los riñones de una persona de 80 años culpa de este producto capilar”

La historia de Claire, una joven francesa de 27 años, refleja la alarma que viven cada vez más jóvenes tras exponerse a un tratamiento de alisado capilar prometido como “sin formol” y seguro. Después de varias sesiones con un producto de keratina que contenía ácido glioxílico, pasó de levantar pesas en el gimnasio y llevar una vida saludable a escuchar en una consulta médica que sus riñones funcionaban igual que los de una persona de 80 años. Los síntomas aparecieron rápido: cansancio, náuseas y un dolor lumbar inusual.

¿Cómo un producto capilar dañó los riñones de una joven saludable?

El alisado de keratina con ácido glioxílico ha saltado a la fama como una opción “libre de formol”. Sin embargo, este compuesto, que rara vez figura de manera destacada en las etiquetas, puede liberar formaldehído cuando se usa con calor intenso, además de transformarse en oxalato una vez que entra al organismo.

El proceso empieza con un lavado profundo del cabello, seguido de la aplicación meticulosa del producto mechón por mechón. Luego llega el uso del secador y unas pasadas de plancha a temperaturas extremas, muchas veces con el producto aún activo sobre la fibra capilar. Este entorno de calor y humedad facilita que el ácido glioxílico se absorba por la piel del cuero cabelludo, o incluso que se inhale.

Claire, como tantas otras jóvenes, empezó a experimentar fatiga, mareos y dolor abdominal a pocas horas de su tercera sesión. Los especialistas detectaron rápidamente signos de lesión renal. El análisis reveló cristales de oxalato en sus riñones, producto directo del procesamiento del ácido glioxílico. Esta toxicidad ya fue comprobada en estudios realizados en Europa e Israel, donde se documentaron varios casos de jóvenes que desarrollaron insuficiencia renal aguda tras sucesivas exposiciones a estos alisados.

Autoridades europeas, como la ANSES, han emitido advertencias contundentes: el ácido glioxílico puede causar daño renal, incluso si el producto se vende como “sin formol”. En Francia, al menos cinco casos similares se notificaron en menos de un año, lo que motivó una revisión regulatoria y la petición de restringir el uso de este químico en cosmética capilar.

Foto Freepik

Riesgos, señales de alerta y cómo proteger la salud renal

El riesgo de daño renal no es un simple dato estadístico. Afecta de manera especial a personas jóvenes debido a la frecuencia de uso, la exposición repetida a productos agresivos y al menor sentido de vulnerabilidad ante los riesgos químicos. El metabolismo acelerado de este grupo también puede favorecer la absorción y transformación de sustancias dañinas como el ácido glioxílico.

Dentro de los ingredientes a evitar figuran términos como glyoxylic acid, ácido glioxílico, oxalic acid, y variantes que operan bajo nombres aparentemente inofensivos. El formaldehído, aunque no siempre se declara, puede liberarse como subproducto durante el planchado.

Las señales de alarma incluyen:

  • Dolor persistente en la región lumbar.
  • Cansancio extremo y debilidad sin causa aparente.
  • Hinchazón de piernas o cara.
  • Disminución en la producción de orina.
  • Náuseas y molestias digestivas.
  • Aumento inesperado de la presión arterial.

A tiempo, una revisión médica con pruebas de sangre y orina marca la diferencia; una creatinina elevada, junto a alteraciones en el sedimento urinario, pueden evidenciar el daño antes de que sea irreversible.

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La prevención requiere disciplina y atención al detalle. Es crucial revisar las etiquetas, exigir la ficha técnica del producto en la peluquería y preguntar por las normas de seguridad y ventilación. Se recomienda privilegiar los tratamientos autorizados por agencias regulatorias reconocidas, como la Unión Europea o la FDA, y desconfiar de todo producto que no declare de forma transparente sus ingredientes activos.

Consultar a un profesional, especialmente un dermatólogo o nefrólogo si existen antecedentes médicos previos, refuerza la protección. El uso de mascarillas y la elección de sitios bien ventilados para cualquier tratamiento capilar también disminuyen los riesgos de contaminación por inhalación o contacto cutáneo.

Alternativas seguras para el cuidado del cabello

No todo está perdido para quienes buscan un cabello manejable y atractivo sin poner en jaque la salud. Existen alternativas que logran un pelo brillante y liso sin exposición a ácidos peligrosos.

Los productos a base de proteínas vegetales o mezclas de aminoácidos certificados ofrecen una opción real y menos agresiva. Por otro lado, la keratina pura, cuando está libre de conservantes irritantes y cuenta con aval de autoridades sanitarias, representa otra alternativa aceptable para muchos consumidores.

Las mascarillas hidratantes y los aceites vegetales frecuentemente mejoran la textura y la manejabilidad, aportando brillo y nutrición. Quienes prefieren un alisado temporal pueden optar por planchas, secadores iónicos o peines térmicos, siempre en combinación con protectores que minimicen el daño térmico.

El mensaje de fondo es claro: la salud renal no debe sacrificarse en nombre de la estética. Con información clara y elecciones consientes, es posible cuidar el cabello sin someterse a métodos químicos de alto riesgo.

La historia de Claire evidencia la necesidad urgente de educar, regular y orientar mejor el consumo de cosméticos. Cada persona tiene el poder de exigir información y dar prioridad a ingredientes seguros. Compartir este tipo de experiencias, lejos de crear alarma exagerada, ayuda a evitar que otras vidas cambien para siempre por desconocimiento o desinformación.

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