¡Adiós comidas pesadas! Estas ensaladas ligeras y sabrosas son todo lo que necesitas en verano

Con temperaturas altas, apetece comer ligero, aprovechar lo mejor de la temporada y probar combinaciones originales que no requieren horas en la cocina. Aquí tienes ideas prácticas para crear ensaladas deliciosas que transforman tu mesa con ingredientes sencillos, llenos de color y nutrientes ideales para cuidar tu cuerpo sin perder el placer de la buena comida.
El primer secreto de una ensalada memorable está en la calidad de los ingredientes. En verano, el mercado abunda en frutas y verduras jugosas como tomates, pepino, sandía o mango, que aportan agua, vitaminas y ese toque refrescante que pide el calor. Prefiere productos locales y de temporada: su sabor es más intenso, conservan mejor sus propiedades y suelen ser más económicos.
Busca siempre contraste en texturas y colores. Mezcla hojas verdes crujientes con semillas, frutos secos, vegetales asados o frutas frescas para equilibrar lo dulce, ácido, salado y amargo. La variedad no sólo alegra la vista, también asegura una mejor nutrición, porque cada color añade diferentes fitonutrientes y antioxidantes. Termina tus ensaladas con hierbas frescas como albahaca, cilantro o menta para un aroma irresistible y un extra de frescura.
Ensalada de pasta fría con frutas de temporada y mozzarella
La pasta fría puede ser la base perfecta para un plato ligero y delicioso. Añade bolitas de mozzarella fresca, uvas, duraznos o fresas en cubos, y hojas de rúcula o espinaca baby. Las frutas de temporada aportan ese punto jugoso y un contraste de sabores con el queso suave y la pasta firme.
Además de rica, esta ensalada es equilibrada: la pasta da energía, la mozzarella suma proteína y calcio, las frutas hidratan y ofrecen fibra, y las hojas verdes añaden hierro y vitaminas. Atrévete a cambiar las frutas según lo que encuentres fresco, así tu ensalada nunca será aburrida.
Trucos para potenciar el sabor
Cocina la pasta al dente, dejando que se enfríe bajo el grifo para cortar la cocción. Usa un toque de aceite de oliva virgen extra, jugo de limón, un poco de sal y pimienta como aderezo ligero que realza todos los sabores sin enmascararlos. Añade unas semillas de girasol o nueces para dar crocante y haz un contraste visual con hojas moradas o verdes intensas. Sirve bien fría.
Ensalada de garbanzos con tomate, pepino y hierbas frescas
Los garbanzos son perfectos para ensaladas veraniegas por su aporte de proteína vegetal, fibra y su sabor neutro que se adapta bien a cualquier combinación. Mezcla garbanzos cocidos (enjuagados si son enlatados), dados de tomate firme, pepino sin semillas, cebolla morada y muchas hojas de perejil o cilantro.
Esta ensalada es una opción vegana saciante que funciona tanto como plato principal o como acompañante. Los colores vivos y el aroma de las hierbas hacen que sea tan atractiva a la vista como al paladar, y cada bocado ofrece energía sostenida, ideal para jornadas largas bajo el sol.

Ensalada mexicana de fruta fresca y picante
La combinación de frutas frescas con un toque de chile y limón es típica en México y perfecta para hidratarte y refrescarte rápido. Elige frutas como sandía, mango, piña o pepino, córtalas en cubos y mezcla con jugo de limón, sal y chile en polvo o tajín. El resultado es explosivo, adictivo y muy fácil de preparar.
Esta ensalada, además de original, mantiene los niveles de hidratación altos y aporta antioxidantes naturales gracias a las frutas tropicales y cítricas. El toque picante estimula el paladar y hace cada bocado más divertido.
Sirve fría justo después de preparar para conservar la textura crujiente y el frescor de las frutas. Si quieres llevarla a un picnic o reunión, úsalas en recipientes herméticos y añade el limón y chile justo antes de comer. Presenta en vasos individuales para picadas rápidas y sin complicaciones.
Ensalada de bacalao con papas y vegetales hervidos
Esta ensalada inspira recetas tradicionales mediterráneas y es ideal si buscas un plato completo. Desala el bacalao durante al menos 3 horas cambiando el agua varias veces, así reduces el exceso de sal y logras una textura perfecta. Acompaña con papas, zanahorias, chayotes y huevos duros cortados en lonchas.
Prepara una vinagreta simple de aceite de oliva, jugo de limón, sal y pimienta para aliñar todos los ingredientes. El resultado es una mezcla de proteínas del mar, carbohidratos complejos y vegetales frescos en un mismo plato. Es nutritiva, saciante y ligera, perfecta para un día de calor fuerte.
El verano es el mejor momento para dejarse llevar por la creatividad en la cocina y aprovechar lo que la temporada ofrece. Las ensaladas no son sólo acompañamientos, pueden ser protagonistas si te animas a jugar con ingredientes, colores y texturas. Atrévete a mezclar lo que tienes a mano, prueba nuevas combinaciones y personaliza cada receta según tu gusto o necesidades.
Recuerda que una buena ensalada, además de fresca, puede ser completa, colorida y divertida. Haz que cada comida sea una oportunidad para cuidar tu salud, sorprender a tu familia y refrescarte de manera natural. ¿Qué ensalada vas a preparar hoy?
