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Salud

Andropausia: 15 síntomas que todo hombre debe conocer

La andropausia llega sin avisar y afecta a la mayoría de los hombres después de los 50 años. Este proceso, común pero poco hablado, está ligado a la disminución de la testosterona, la hormona que influye en muchos aspectos físicos y emocionales del hombre. No sólo cambia la apariencia o el deseo sexual, también impacta las emociones, la energía y hasta el ánimo en casa.

¿Qué es la andropausia y por qué ocurre?

La andropausia es el descenso progresivo de la testosterona en el hombre, una hormona que controla desde la fuerza muscular hasta el ánimo y la función sexual. A diferencia de la menopausia femenina que llega de forma abrupta, la andropausia se presenta de manera gradual y los síntomas pueden variar en intensidad. Hay quienes casi no la notan, mientras otros sienten cambios importantes en distintas áreas de su vida.

Durante este proceso aparecen señales físicas, emocionales y sexuales. Algunas se ven a simple vista y otras sólo se notan en la intimidad o en estados de ánimo más cambiantes. Aunque cada hombre es diferente, conocer las señales ayuda a evitar sustos o confusiones y a entender que estos cambios tienen una explicación.

Foto Freepik

Principales síntomas de la andropausia que todo hombre debe conocer

La fatiga crónica y la pérdida de energía se convierten en parte del día a día para muchos hombres que viven la andropausia. Es común que antes podían realizar varias actividades y ahora todo parece costar el doble. La disminución de la masa muscular y el aumento de grasa abdominal hacen que el cuerpo cambie aun cuando la rutina de ejercicios se mantenga igual. Estos síntomas físicos suelen ir acompañados de dolor o inflamación en las mamas, debilidad en los huesos y, en algunos casos, pérdida de vello genital.

En la parte sexual, la disminución de la libido se presenta como una baja en el deseo de tener relaciones. Algunos hombres notan dificultades en la erección, e incluso la fuerza de la eyaculación se reduce con el paso del tiempo. Para quienes buscan ser padres, la fertilidad también puede verse afectada debido a estos cambios hormonales.

La esfera emocional tampoco queda al margen. Los cambios de humor y la irritabilidad pueden tomarse como simples días malos, pero en realidad son signos de la disminución hormonal. La depresión y la ansiedad ganan terreno, y algunas veces el hombre no logra identificar el origen de este malestar. La autoestima comienza a sufrir, ya que los cambios físicos y emocionales pueden generar inseguridad.

Los problemas de sueño surgen fácilmente. Hay más dificultad para dormir de corrido y se presentan despertares nocturnos o sensación de sueño no reparador. La memoria también se resiente, resultando en olvidos frecuentes o dificultad para concentrarse, incluso en tareas sencillas.

El riesgo cardiovascular aumenta, sobre todo cuando la andropausia viene acompañada de factores como aumento de peso, presión arterial elevada y cambios en el metabolismo. Los sofocos, conocidos también como sensación de calor repentina en el rostro, se presentan en algunos hombres. La sudoración excesiva y el dolor de cabeza recurrente son detalles que, al sumarse, pueden afectar el bienestar integral.

Todos estos síntomas impactan tanto el cuerpo como la forma en la que el hombre se relaciona consigo mismo y con los demás. Pueden influir en la convivencia familiar, laboral y social, generando una carga adicional para quien los sufre y para quienes lo rodean.

La importancia de reconocer los síntomas y buscar ayuda

Identificar estos síntomas de la andropausia es esencial y no debería causar vergüenza. Cada hombre vive estos cambios de forma diferente, pero ignorarlos sólo retrasa la posibilidad de una mejora. Conversar sobre los síntomas con un profesional de la salud ayuda a descartar otras causas y obtener un diagnóstico claro. El médico puede recomendar análisis hormonales y, según los resultados, ofrecer tratamientos adecuados.

Tomar medidas a tiempo significa cuidar el futuro. Algunos cambios, como ajustar la alimentación, hacer ejercicio y modificar ciertas rutinas, pueden reducir los síntomas. En casos necesarios, existen terapias hormonales o medicamentos para cada situación. Contar con información clara y apoyo profesional hace que el hombre recupere el control sobre su salud. El entorno familiar también es clave para acompañar y comprender este proceso, ayudando a mejorar la convivencia diaria.

La andropausia no es un motivo para resignarse. Con apoyo médico y cambios positivos en el estilo de vida, es posible llevar una vida plena y activa en esta nueva etapa. Conocer los síntomas y aceptarlos es una muestra de autoestima y responsabilidad personal.

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