¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Salud

Así cambia tu cerebro cuando hablas varios idiomas

El aprendizaje y uso de varios idiomas es mucho más que una habilidad útil. Está directamente relacionado con cambios profundos en el cerebro, que afectan desde la forma en que pensamos hasta cómo nos relacionamos con otras personas. La clave detrás de este fenómeno es la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para adaptarse física y funcionalmente a nuevos desafíos.

Transformaciones físicas y funcionales en el cerebro bilingüe y multilingüe

El cerebro que aprende y usa varios idiomas experimenta una expansión de la materia gris en áreas vinculadas al procesamiento lingüístico y la memoria. Esta expansión permite mejorar la rapidez para recordar palabras, reconocer sonidos y afinar la pronunciación. El dominio de más de un idioma también reorganiza las conexiones neuronales, fortaleciendo rutas de comunicación entre diferentes regiones cerebrales. Estas adaptaciones no solo ayudan a adquirir vocabulario, sino que potencian la memoria a corto y largo plazo, y aumentan la eficiencia mental.

Los estudios neurocientíficos muestran que, al involucrarse con distintas lenguas, el cerebro activa simultáneamente una combinación de áreas auditivas, motoras y de control ejecutivo. Por ejemplo, mientras aprendemos nuevas palabras en otros idiomas, la coordinación entre los músculos del habla y la percepción de sonidos mejora. A nivel práctico, estos cambios se traducen en una mayor capacidad para adaptar el lenguaje a diferentes contextos y situaciones sociales.

La plasticidad neuronal: el motor del aprendizaje de idiomas

La plasticidad neuronal es el mecanismo que permite al cerebro reorganizar sus circuitos internos. Cuando una persona aprende un idioma nuevo, el cerebro crea y refuerza conexiones entre neuronas, lo que se conoce como “recableado cerebral”. Este proceso facilita la adaptación a distintos sistemas lingüísticos, agudizando la percepción de sonidos y perfeccionando el control de los movimientos orales y faciales durante la pronunciación.

El recableado no ocurre solo en las áreas clásicas del lenguaje. También impacta en regiones relacionadas con el control de la atención, la memoria y la toma de decisiones. Gracias a la plasticidad neuronal, quienes hablan varios idiomas logran cambiar de idioma con soltura, suprimir interferencias y mantener cada idioma en equilibrio mental.

Cerebro infantil y adulto: diferencias clave en la adquisición de idiomas

El cerebro de los niños pequeños es mucho más flexible y menos rígido que el de los adultos. Esto permite que los menores adquieran idiomas con mayor facilidad, captando sonidos, gramática y vocabulario de manera intuitiva. No necesitan traducir ni analizar reglas, sino que absorben las nuevas lenguas de forma natural.

En los adultos, por otro lado, el aprendizaje de idiomas puede necesitar más esfuerzo. El cerebro adulto ya está estructurado en torno a la lengua materna y debe adaptar nuevas lenguas a conexiones previas. Aunque la plasticidad neuronal sigue presente, el proceso puede volverse menos espontáneo y más dependiente de la experiencia ya adquirida.

Foto Freepik

Impacto cognitivo y social de hablar varios idiomas

Hablar varios idiomas fortalece la memoria, mejora la gestión de la atención y potencia la creatividad. Numerosas investigaciones asocian el multilingüismo con una mejor capacidad para resolver problemas y cambiar de tarea rápidamente. Este entrenamiento constante en selección de palabras y alternancia de idiomas activa regiones cerebrales que gestionan la toma de decisiones y el autocontrol mental.

Las ventajas no terminan ahí. Las personas bilingües y multilingües suelen mostrar una mayor habilidad para adaptarse a nuevas situaciones, pensar de forma flexible y ver diferentes perspectivas de una misma realidad. El multilingüismo también ha demostrado retrasar el inicio de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, y mejorar la recuperación tras lesiones cerebrales.

Cambios en la red lingüística y autorregulación del lenguaje

El cerebro multilingüe mantiene varias lenguas “activas” al mismo tiempo. Gestionar este sistema requiere una autorregulación constante, donde el cerebro decide cuál idioma emplear y cuándo suprimir los otros. Este proceso se basa en la llamada inhibición lingüística, y fortalece la flexibilidad cognitiva.

Las personas que alternan entre idiomas desarrollan una mayor capacidad para enfrentar interferencias, adaptarse a diferentes contextos y minimizar errores. Aunque cambiar de idioma demanda un esfuerzo adicional y puede ralentizar momentáneamente la producción del habla, este reto entrena circuitos cerebrales que resultan útiles en la vida cotidiana, sobre todo al manejar múltiples tareas o resolver conflictos.

Ventajas para la salud cerebral y habilidades sociales

El bilingüismo y multilingüismo ofrecen beneficios comprobados para la salud cerebral: retrasan la aparición de síntomas de enfermedades como el Alzheimer hasta en cinco años y aumentan la reserva cognitiva. Hablar varios idiomas contribuye a mantener la mente ágil en la vejez, potenciar la densidad de materia blanca y conservar la velocidad mental a lo largo de la vida.

A nivel social y cultural, el manejo de diferentes lenguas fomenta una mayor empatía, apertura y comprensión hacia otras culturas. Las habilidades sociales también mejoran, ya que el multilingüismo exige adaptarse a normas, formas de cortesía y códigos culturales distintos, lo que fortalece la capacidad de comunicación, negociación y relación interpersonal.

Lee también:

Por todo esto, aprender y practicar varios idiomas va mucho más allá de la comunicación. Es una herramienta que transforma el cerebro, fortalece la salud mental y abre puertas en el mundo social y profesional. Los efectos positivos del multilingüismo se sienten a lo largo de toda la vida, y cada idioma aprendido es, en realidad, una inversión en el futuro del propio cerebro.

¿Le resultó útil este artículo?