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Salud

Cáncer de mama: ¿cuáles son las señales de alerta?

El cáncer de mama es una enfermedad que afecta tanto a hombres como a mujeres, pero es más común en mujeres. La detección temprana del cáncer de mama es crucial para aumentar las posibilidades de un tratamiento efectivo y mejorar la supervivencia, razón por la que es importante conocer los signos de alerta y estar atentos a cualquier cambio en los senos.

Signos de alerta

El signo más común del cáncer de mama es la presencia de un nuevo bulto o masa en el seno, los cuales suelen ser duros, irregulares y no causan dolor. Sin embargo, en algunos casos, los tumores de cáncer de mama pueden ser blandos, redondos y sensibles al tacto. Es importante estar familiarizado con la apariencia y sensación usuales de los senos para poder detectar cualquier cambio en la fase temprana.

Además de los bultos, existen otros signos de alerta que pueden indicar la presencia de cáncer de mama: cambios en la textura y color de la piel, hendiduras, inflamación, irritación, enrojecimiento, descamación o engrosamiento de la piel del seno o pezón. Otros síntomas pueden ser dolor en el seno o pezón, retracción o contracción del pezón, secreción del pezón que no sea leche materna, y ganglios linfáticos inflamados en la axila.

Es importante destacar que muchos de estos cambios también pueden ser causados por afecciones benignas y no cancerosas. Sin embargo, cualquier cambio en el tejido mamario debe ser evaluado por un médico para descartar la presencia de cáncer.

Tipos de cáncer de mama

Existen diferentes tipos de cáncer de mama, cada uno desarrollándose en diferentes partes del seno y afectando diferentes tipos de tejido. Algunos de los tipos más comunes son:

Carcinoma lobulillar in situ: las células anormales se encuentran confinadas a las glándulas productoras de leche del seno. Aunque no se considera un cáncer en sí mismo, aumenta el riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer de mama.

Carcinoma lobular invasivo: se desarrolla en los lóbulos del seno y puede invadir el tejido circundante. Puede causar engrosamiento del tejido mamario, cambios en la textura de la piel y retracción del pezón.

Carcinoma ductal in situ: las células anormales se encuentran confinadas a los conductos lácteos del seno. No suele causar síntomas, pero puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo.

Carcinoma ductal invasivo: es el tipo más común de cáncer de mama y se desarrolla en los conductos lácteos del seno. Puede causar bultos en el seno, inflamación, dolor y cambios en la piel.

Además de estos tipos más comunes, existen otros menos frecuentes como el cáncer de mama triple negativo, el cáncer de mama inflamatorio, los tumores filoides y la enfermedad de Paget.

Detección temprana

La detección temprana del cáncer de mama es esencial para un tratamiento exitoso. Existen varias pruebas y exámenes que pueden ayudar a detectar el cáncer de mama en sus etapas iniciales. Estas incluyen:

  1. Examen físico: un médico realiza un examen de los senos y las axilas para buscar bultos o cualquier cambio en la apariencia de los senos.
  2. Mamografía: una radiografía de los senos que puede detectar la presencia de tumores o masas.
  3. Ultrasonido: utiliza ondas sonoras para producir una imagen de los tejidos mamarios y puede ayudar a distinguir entre tumores benignos y malignos.
  4. Resonancia magnética por imágenes (RMI): una prueba no invasiva que utiliza imanes y ondas de radio para obtener imágenes detalladas del tejido mamario.

En casos sospechosos, se puede realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico de cáncer de mama. Durante una biopsia, se extrae una pequeña muestra de tejido mamario para su análisis en el laboratorio.

Tratamiento

El tratamiento del cáncer de mama depende de varios factores, como el tipo y etapa del cáncer, así como las características individuales de cada paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal y terapias dirigidas.

La cirugía es comúnmente utilizada para extirpar el tumor y puede incluir una lumpectomía (extracción del tumor y parte del tejido mamario circundante) o una mastectomía (extracción completa del seno). La radioterapia se utiliza para destruir las células cancerosas restantes después de la cirugía. La quimioterapia y la terapia hormonal se utilizan para destruir las células cancerosas en todo el cuerpo, mientras que las terapias dirigidas se enfocan en bloquear el crecimiento de las células cancerosas específicas.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento del cáncer de mama puede tener efectos secundarios, como fatiga, náuseas, pérdida de cabello y cambios en la piel. Sin embargo, estos efectos secundarios pueden ser gestionados con el apoyo adecuado del equipo médico y el cuidado integral.

*La información y los servicios disponibles en aurana.es no sustituyen en ningún caso la consulta con profesionales sanitarios competentes.

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