¿Cirugía programada? 5 motivos para no elegir un viernes
Consultar siempre con tu médico y discutir la planificación del procedimiento es clave para tomar decisiones mejor informadas. Tu salud merece la mejor atención posible, y elegir el día adecuado podría ser la diferencia entre una recuperación tranquila y complicaciones evitables.

Programar una cirugía es una decisión importante que puede influir en los resultados del procedimiento. Aunque muchos factores pueden influir en la fecha elegida, el día de la semana podría ser más significativo de lo que parece, especialmente si hablamos del viernes. Evitar este día puede marcar una gran diferencia, no solo en tu recuperación, sino también en evitar complicaciones innecesarias.
Menor personal médico disponible el fin de semana
Uno de los motivos principales por los que las cirugías realizadas los viernes presentan más riesgos es la falta de personal médico en fin de semana. En muchos hospitales, el personal de apoyo, como enfermeras, técnicos y médicos generales, es limitado entre el sábado y domingo. Esto podría dificultar un seguimiento adecuado del paciente en los días críticos posteriores a la cirugía, aumentando el riesgo de complicaciones.
Los fines de semana no solo cuentan con equipos reducidos, sino que, a menudo, los profesionales disponibles no son parte del equipo habitual que manejó tu caso. Esto puede resultar en pérdida de continuidad en la atención médica y errores de comunicación entre el equipo quirúrgico y de recuperación.
Mayor riesgo de complicaciones postoperatorias
Estudios recientes han demostrado que las cirugías realizadas en viernes tienen un 5% más de probabilidades de experimentar complicaciones, reingresos hospitalarios o incluso mortalidad. Esto se debe, en gran parte, al tiempo de respuesta más lento para tratar emergencias durante el fin de semana. Por ejemplo, si surgen problemas inesperados, como infecciones o sangrados, la intervención puede tardar más debido a la falta de especialistas disponibles.
Este riesgo no distingue entre procedimientos menores y mayores; sin embargo, se intensifica en cirugías complejas, que suelen requerir revisiones médicas más frecuentes en las horas y días tras la operación.

Dificultades logísticas y administrativas
Además de la limitación del personal clínico, los viernes suelen presentar desafíos administrativos y logísticos significativos. Desde la disponibilidad para programar exámenes de laboratorio adicionales, hasta la logística de los medicamentos postoperatorios, el sistema de salud puede volverse menos eficiente conforme se acerca el fin de semana. Esto puede causar demoras que afecten directamente al tratamiento inmediato del paciente.
Por ejemplo, si necesitas un análisis urgente o ajustes en los medicamentos prescritos, el proceso podría demorarse debido a la falta de acceso a laboratorios o personal durante el fin de semana. Esto puede hacer que el alta hospitalaria se retrase o que no recibas una atención adecuada en el momento crítico posterior a la operación.
Recuperación más lenta debido al apoyo limitado
El proceso de recuperación tras una cirugía no es solo físico, sino que también requiere un monitoreo constante para asegurar que no haya complicaciones. Durante los fines de semana, las revisiones regulares pueden ser menos frecuentes, lo que ralentiza la respuesta a cualquier señal de alarma. Esto podría traducirse en una mayor duración de estancia en el hospital o incluso en readmisiones posteriores.
Además, el acceso a terapias complementarias, como fisioterapia o tratamientos de rehabilitación, también puede verse afectado durante el fin de semana, limitando opciones que contribuyen a una recuperación más eficiente y completa.
Impacto psicológico para el paciente
El estrés emocional que acompaña a cualquier cirugía puede intensificarse si las circunstancias no son las ideales. Saber que tu seguimiento puede ser limitado por realizarse un viernes puede aumentar la ansiedad durante el proceso quirúrgico. Tener menos acceso a tu médico o un equipo familiarizado puede añadirse a las presiones emocionales, afectando incluso la percepción de tu recuperación.
La experiencia del paciente, en muchos casos, no solo depende del éxito técnico de la cirugía, sino también de la sensación de seguridad y tranquilidad sobre el entorno médico que le rodea. Los fines de semana pueden restar esa confianza, contribuyendo a un aumento del estrés postquirúrgico.
Aunque muchas personas eligen un viernes para compatibilizar procedimientos médicos con sus compromisos laborales o personales, los riesgos asociados pueden superar cualquier conveniencia aparente. Elige un día a principios de la semana, como lunes o martes, para maximizar los recursos médicos disponibles y asegurar el seguimiento más adecuado durante los momentos críticos de tu recuperación.