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¿Cuándo empezar a entrenar para estar en forma en verano?

Este "drama" de ponerse en forma para la mejor época de la playa puede considerarse como la época de auge por excelencia para los entrenadores personales

Durante esta estación es realmente notable la oleada de inscripciones en los gimnasios por parte de usuarios que, durante el invierno, no pensaron en absoluto en su estado físico o salud.

Las causas de una mala condición corporal general y una funcionalidad global deteriorada en el organismo son una alimentación desequilibrada y la inactividad física. Estos malos hábitos no solo conducen a un aumento del peso, sino que también provocan un déficit de eficacia general, como experimentar fatiga al dar un paseo corto o al subir escaleras.

¿Cómo se relaciona el verano con ponerse en forma?

Cuando los principiantes van al gimnasio por primera vez, es esencial que empiecen con un entrenamiento básico de acondicionamiento que les permita aprender los movimientos y las posturas correctas. Este enfoque inicial no mejorará su rendimiento ni producirá resultados estéticos significativos a corto plazo, pero los preparará adecuadamente para lo que se viene.

Es por eso que es importante anticiparse y comenzar el entrenamiento con mucha antelación si se quieren objetivos estéticos y se desea respetar los márgenes de seguridad. El entrenamiento a largo plazo produce resultados más significativos, como la construcción de masa muscular, el aumento de la fuerza, la mejora cardiovascular, metabólica y funcional.

Además, la programación del entrenamiento a largo plazo también estimula el sistema endocrino, mejorando la liberación de hormonas anabólicas y la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a mantener los resultados.

Por lo tanto, establecer un plan de entrenamiento anual adecuado y equilibrado puede producir resultados más duraderos y significativos en términos de mejorar la salud motriz, cardiaca, circulatoria y psicológica.

El papel crucial de la dieta y el entrenamiento

Es imposible mejorar la forma física para el verano sin una dieta adecuada. Además, la composición corporal y los parámetros metabólicos y funcionales se ven afectados si la dieta no es ideal. La acumulación excesiva de masa grasa y la falta de músculo pueden comprometer la salud general del cuerpo debido a factores inflamatorios y endocrinos.

Para perder peso, primero se debe comer bien. El diseño de una dieta es necesario para reducir el tejido adiposo, de hecho, para las personas con sobrepeso se debe procurar una restricción energética del 70%. Para aquellos con un peso aceptable menor, se puede alternar con periodos de ingesta y ayuno para prolongar los buenos hábitos. Las dietas drásticas y de última hora son inútiles y solo resultan en la pérdida de masa magra y agua, con el riesgo de ganar más masa grasa después.

El entrenamiento es un estímulo que causa estrés en el cuerpo y requiere un periodo de compensación para recuperarse y progresar. La reducción excesiva de calorías puede comprometer y limitar el progreso a corto y largo plazo. Es mejor opción repartir la pérdida de peso durante todo el año y hacer un entrenamiento de refuerzo muscular para aumentar la hipertrofia y preservar la masa magra durante la dieta hipocalórica.

Aunque este sistema no reducirá los kilos prefijados, aumentará la masa muscular y mejorará la composición corporal, como las nalgas más redondeadas y altas, los muslos afilados, los pectorales y los brazos macizos, la espalda y los hombros anchos. Si se alcanza el objetivo numérico, significa que se ha perdido más grasa de la planeada.

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Dany Levito