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¿Cuándo se deben cambiar las toallas y los albornoces?

En ocasiones no se piensa mucho en este aspecto, pero los albornoces y las toallas están entre las prendas con más probabilidad de acumular gérmenes y bacterias en su superficie

¿Por qué los albornoces y toallas sucios pueden ser peligrosos para la salud?

Además de que el cuarto de baño es el lugar de la casa destinado a la limpieza e higiene, debido al microclima que se crea en su interior, junto con la cocina, es el espacio de la con mayor incidencia de gérmenes y bacterias.

Pese a estar diseñadas para secar el cuerpo, a menudo las toallas permanecen húmedas después de su uso, lo cual hace que sea mucho más probable la proliferación de microrganismos, ya que estos encuentran su hábitat natural en estas condiciones, así como también pH óptimo, residuos orgánicos y oxígeno.

La humedad es nuestro enemigo número uno

El olor desagradable, de hecho, se debe al moho que se está formando en el tejido húmedo que se encuentra en el baño y no se elimina inmediatamente, por lo que, además del mal olor, estamos expuestos al contacto con microorganismos potencialmente dañinos para la piel. Además, si es posible, te recomendamos no volver a utilizarla y mientras se espera a que este limpia, tenderla a la luz del sol y frenar la proliferación de moho.

¿Con qué frecuencia hay que cambiar las toallas?

Para mantener un nivel óptimo de higiene personal, es importante que cada miembro del lugar pueda disponer de su juego personal de toallas de baño, las cuales deben cambiarse regularmente.

En aquellos casos en los que no hay una suciedad extraordinaria, lo ideal es lavar las toallas dos veces por semana, exceptuando la toalla del bidé, la cual debe lavarse con más frecuencia.

Establece una rutina semanal con días precisos reservados para esta operación, así será más fácil no olvidarse de ella y no dejar pasar demasiado tiempo entre lavados. Por supuesto, si notas que las toallas están sucias o mojadas antes del día marcado, es una buena idea dejar de usarlas en ese instante para evitar exponerte a la contaminación.

¿Con qué frecuencia hay que cambiar los albornoces?

Los albornoces en ocasiones están aún más sucios que las toallas porque, además de la humedad, suelen quedar en su superficie células muertas, pelos y restos de detergente, lo que puede favorecer la proliferación de gérmenes y bacterias, por eso es crucial prestar especial atención a su estado general. La primera medida es dejar que se sequen bien después del uso y antes de colgarles en su lugar habitual en el baño.

Además, en caso de que haya ausencia de suciedad particular, el lapso de tiempo ideal entre lavados es de diez días, pero, incluso en este caso es bueno confiar en el olfato y sustituir el albornoz apenas se perciba un mal olor.

¿Cómo lavar las toallas y los albornoces?

El lavado usando un detergente demasiado agresivo o a una temperatura demasiado alta puede dañar la ropa de baño. Es importante usar un producto que sea suave con las fibras y a una temperatura que no supere los 60 grados, sobre todo para la ropa de color. También hay que tener cuidado con el uso del suavizante, el cual, aunque hace que la ropa quede suave y perfumada,  puede hacer que los tejidos se vuelvan repelentes al agua si se exceden las cantidades, y, por tanto, más difíciles de secar.

Dato adicional: si estás en la búsqueda de soluciones naturales pueden sustituir el suavizante, puedes hacerlo por vinagre de sidra de manzana mezclado con un poco de aceite esencial de su preferencia.

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Dany Levito