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Salud

¿Cuántas veces se puede tomar la pastilla del día después?

La pastilla del día después es un anticonceptivo de emergencia, pensado para situaciones puntuales, no para un uso regular. No existe un número universal “seguro” de tomas, aunque los profesionales insisten en limitar su frecuencia, evitar repetirla dentro del mismo ciclo menstrual y priorizar métodos continuos.

¿Qué es la pastilla del día después y cuándo usarla?

Se trata de un método anticonceptivo de emergencia que reduce la probabilidad de embarazo cuando ha habido una relación de riesgo. Actúa en una ventana limitada de tiempo, por eso conviene tomarla lo antes posible. No sustituye un método regular y su función es puntual, solo para resolver un imprevisto.

No ofrece protección frente a infecciones. Por eso, aunque disminuya el riesgo de embarazo en ese evento, no evita contagios. El preservativo sigue siendo clave para reducir tanto embarazos no planificados como enfermedades de transmisión sexual.

Su fin es manejar situaciones donde falló la prevención habitual. Sirve como red de seguridad, no como rutina. Usarla de forma repetida reduce su sentido práctico y deja a la persona expuesta a mayor incertidumbre.

¿Cómo actúa y por qué no es abortiva?

La pastilla del día después actúa sobre la ovulación, la retrasa o la bloquea, y con ello evita la fecundación. Actúa antes de que el espermatozoide se una al óvulo. No interrumpe un embarazo establecido. Por esta razón, no es un método abortivo, es decir, no es abortiva. Su objetivo es impedir que se produzca la fecundación en esos días críticos, por lo que su utilidad depende del momento en que se toma.

¿Cuándo está indicada hoy?

Se indica en situaciones de emergencia. Por ejemplo, ante un fallo del método como rotura del condón, expulsión del anillo o vómitos que anulan la píldora regular, o tras una relación sin protección. Para mejorar su rendimiento conviene tomarla cuanto antes mejor, preferiblemente en las primeras horas después del contacto de riesgo.

¿Qué no hace: ETS y límites de protección?

La pastilla no protege de ETS y su uso puntual solo cubre ese encuentro. No previene embarazos en relaciones posteriores del mismo ciclo. El preservativo sigue siendo la mejor herramienta para reducir el riesgo de infecciones y sumar una barrera anticonceptiva eficiente.

¿Cuántas veces se puede tomar la pastilla del día después?

No hay un número oficial igual para todas las personas. Aun así, la recomendación profesional es clara, no se debe usar como método habitual. Diversos especialistas desaconsejan repetirla dentro del mismo ciclo y aconsejan esperar al siguiente periodo antes de considerar otra toma. Esa pausa permite recuperar el ritmo hormonal y aclara si hubo o no embarazo.

Muchas guías señalan la conveniencia de espaciar su uso y dejar pasar en torno a un mes entre tomas. Algunas fuentes son más estrictas y sugieren limitarla a muy pocas veces al año, idealmente a una, siempre como último recurso. Esta orientación busca reducir alteraciones del ciclo y favorecer el paso a un método continuo más eficaz.

Conviene recordar que su efectividad baja con el tiempo y que su rendimiento global es menor que el de los anticonceptivos regulares. Cuantas más veces se usa, más se evidencian estos límites. Si ya se ha recurrido a ella con frecuencia, es momento de revisar alternativas más sólidas y sostenibles.

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Frecuencia recomendada y tiempos de espera

Su lugar es el de un recurso de urgencia. Varios profesionales proponen no en el mismo ciclo y aconsejan esperar al próximo periodo antes de repetir, lo que supone dejar pasar cerca de un mes entre tomas. También hay recomendaciones que invitan a no superar unas pocas tomas al año, con la idea de mantener el uso en una al año siempre que sea posible. No existe un tope universal, pero la línea general es clara, cuanto menos, mejor, y siempre acompañada de educación y planificación.

Riesgos de usarla seguido y qué efectos esperar

El uso reiterado puede provocar ciclos irregulares, con adelantos o retrasos de la regla. Son frecuentes los manchados intermenstruales y molestias como náuseas, dolor de cabeza o sensibilidad mamaria. Estos efectos suelen ser transitorios, aunque pueden generar inquietud si se repiten. No se ha asociado a pérdida de fertilidad, por lo que, en términos de futuro reproductivo, no afecta la fertilidad. Aun así, no conviene usarla seguido, porque su protección es menos confiable que la de un método regular y no resuelve el control del ciclo a largo plazo.

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Tipos de pastilla, ventanas de uso y eficacia real

Los dos tipos más usados son levonorgestrel y ulipristal. Levonorgestrel se toma idealmente en las primeras 72 horas, mientras que ulipristal puede funcionar hasta 120 horas. En ambos casos, cuanto antes mejor, porque la eficacia cae a medida que pasan las horas. Ninguna reemplaza un método regular, y su rendimiento depende del momento del ciclo. No protege más allá de ese evento, por lo que se debe retomar o iniciar un método continuo para el resto del mes.

Si ya la tomó varias veces: qué hacer y opciones más seguras

Si se ha usado más de una vez en pocos meses, conviene revisar el plan anticonceptivo. Un profesional puede orientar hacia opciones con alta eficacia y mantenimiento sencillo. El DIU, el implante, la inyección, el parche, las píldoras regulares o los preservativos ofrecen soluciones con mejor control. Existe además el DIU de emergencia, que se puede colocar en los días posteriores a la relación de riesgo y aporta protección sostenida después.

La prioridad es salir del bucle de urgencias. Esto implica elegir un método que se adapte al estilo de vida, que no dependa de recordatorios diarios en caso de olvidos frecuentes y que reduzca la necesidad de recurrir a la pastilla. Con apoyo profesional, el cambio se vuelve simple y confiable.

¿Cuándo consultar a un profesional y qué preguntar?

Es recomendable pedir consulta médica si las tomas se repiten, si hay retraso menstrual importante o sangrados persistentes. También conviene preguntar por el método más adecuado, por posibles contraindicaciones y por señales de alarma como dolor pélvico intenso o sangrado abundante. Una evaluación temprana resuelve dudas y evita errores comunes.

Alternativas anticonceptivas más eficaces hoy

El DIU ofrece protección de larga duración y también puede usarse como emergencia en algunos casos. El implante y la inyección liberan hormonas de forma sostenida y no requieren atención diaria. El parche y las píldoras regulares son opciones fiables si se mantienen con disciplina. Los preservativos suman protección contra ETS y refuerzan el control del embarazo, por lo que siguen siendo aliados clave.

Hábitos simples para no volver a usarla a menudo

La planificación reduce sobresaltos. Llevar siempre preservativo, programar recordatorios para la píldora o el parche y hablar en pareja sobre métodos crea un entorno de cuidado y seguridad. Con pequeños ajustes, la urgencia deja de ser la regla y pasa a ser la excepción.

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