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Salud

Dolor testicular: ¿cuál podría ser la causa?

El abordaje temprano y la atención adecuada previenen complicaciones como la infertilidad o la pérdida testicular. Mantenerse informado y realizar chequeos regulares es clave para la salud y el bienestar masculino.

Sentir dolor testicular puede generar gran preocupación. No es un síntoma para tomar a la ligera, ya que puede deberse a problemas comunes y fácilmente tratables, pero también a condiciones que ponen en peligro la salud. Reconocer los posibles motivos y actuar a tiempo marca la diferencia para prevenir daños mayores e incluso evitar la pérdida del testículo. No ignorar molestias persistentes o intensas es clave.

Causas frecuentes del dolor testicular

El dolor testicular suele relacionarse con una variedad de causas, las cuales pueden ser lesiones menores o infecciones, y otras pueden requerir atención médica inmediata. Las más frecuentes incluyen lesión, torsión testicular, epididimitis, orquitis, varicocele, hidrocele, hernia inguinal y, en menor medida, los tumores.

Lesiones traumáticas en el testículo

Los traumatismos en la zona escrotal pueden deberse a golpes accidentales, durante actividades deportivas, accidentes o caídas. Este tipo de lesiones suelen producir un dolor intenso, inflamación, enrojecimiento y, en casos severos, hematomas. Si el dolor es persistente, la inflamación pasa de leve a severa, o hay sangrado, resulta necesario consultar pronto para descartar lesiones internas como rotura testicular o hematocele. El uso de protección apropiada durante deportes de contacto es fundamental para reducir el riesgo.

Torsión testicular

La torsión testicular ocurre cuando el testículo gira sobre el cordón espermático, bloqueando el flujo sanguíneo. Este problema aparece de manera abrupta, con dolor agudo, inflamación rápida y, a veces, náuseas o vómitos. Suele afectar más a adolescentes, pero puede suceder a cualquier edad.

Detectar una torsión testicular es urgente. Si no se resuelve en las primeras seis horas, el testículo puede perder oxígeno y sufrir daños irreversibles, con riesgo alto de pérdida completa. Es fundamental acudir a emergencias si el dolor es súbito, intenso y se acompaña de hinchazón o cambios de color en la piel del escroto.

Foto Freepik

Infecciones, inflamaciones y otras causas

Las infecciones producen una parte importante de los casos de dolor testicular. Entre ellas destaca la epididimitis, una inflamación del conducto que almacena y transporta espermatozoides, causada por bacterias o virus. Suele acompañarse de fiebre, ardor al orinar y, a veces, salida de secreción por la uretra.

Otra causa es la orquitis, inflamación del propio testículo, común por infecciones virales como paperas, sobre todo en adultos jóvenes. El dolor suele ser más difuso, puede haber fiebre y sensación de pesadez escrotal.

El varicocele es una dilatación de las venas en el cordón espermático, generando molestias leves o sensación de “pesadez”, mientras que el hidrocele se debe a acumulación de líquido en la bolsa escrotal, apenas produce dolor pero se nota como aumento de tamaño.

La hernia inguinal aparece cuando una parte del intestino pasa hacia el escroto a través del canal inguinal. Puede causar dolor leve a intenso, sobre todo al realizar esfuerzo físico. Los tumores testiculares raras veces generan dolor en las fases iniciales; lo más frecuente es notar un bulto indoloro, aunque a veces puede aparecer sensibilidad.

Diagnóstico y abordaje del dolor testicular

En la consulta, se realiza una exploración física cuidadosa del escroto, testículos y zona inguinal. La ecografía con doppler permite valorar si hay flujo sanguíneo adecuado y detectar lesiones internas, líquidos o masas. Los análisis de orina y de sangre, junto a estudios de secreciones, ayudan a identificar infecciones bacterianas o virales.

La autoexploración testicular mensual resulta útil para detectar cambios, bultos o aumentos de volumen no normales. Aprender a reconocer los síntomas y conocer el aspecto habitual de los testículos mejora las posibilidades de actuar rápido ante cualquier novedad.

Se recomienda consultar con urgencia si el dolor aparece de forma abrupta, se acompaña de inflamación súbita, náuseas, vómitos, fiebre alta o si el testículo cambia de color o posición. La demora puede poner en riesgo la función testicular y la fertilidad.

Tratamientos y medidas recomendadas

El tratamiento siempre depende de la causa subyacente. Las infecciones bacterianas suelen responder bien a antibióticos prescritos; en la mayoría de los casos, los síntomas mejoran en pocos días. El dolor leve puede aliviarse con analgésicos comunes, hielo local y reposo.

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En casos de torsión testicular, la cirugía de urgencia es la única opción eficaz y debe realizarse cuanto antes. El varicocele o hidrocele pueden tratarse con intervenciones programadas si provocan dolor importante, mientras que la hernia inguinal requiere cirugía para evitar complicaciones.

Es recomendable usar ropa interior que brinde soporte, evitar golpes y mantener una higiene adecuada para reducir infecciones. Ante la presencia de bultos, cambios de consistencia o dolor persistente, la consulta médica no debe posponerse.

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