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Salud

Eliminar este alimento puede parecer una buena idea para perder peso, pero podría aumentar el riesgo de cáncer

Hoy en día, muchos buscan estrategias rápidas y efectivas para perder peso. Entre las tendencias más populares, se encuentran las dietas bajas en carbohidratos. Sin embargo, recientes investigaciones han indicado que este tipo de dieta no solo podría afectar el equilibrio nutricional, sino que también podría aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el cáncer colorrectal.

¿Por qué eliminar carbohidratos puede ser un problema?

Los carbohidratos son una fuente clave de energía para el cuerpo. Al eliminarlos, el organismo suele recurrir a las grasas y proteínas como combustible alternativo, lo que puede parecer beneficioso para la pérdida de peso. Sin embargo, esta alteración en la alimentación repercute en el equilibrio de las bacterias intestinales, algo esencial para la salud general. El equilibrio microbiológico en el intestino es crítico, ya que estas bacterias desempeñan un papel crucial en funciones metabólicas, inmunológicas y digestivas.

Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Toronto demostró que una dieta baja en carbohidratos afecta bacterias específicas en el intestino, como ciertos tipos de Escherichia coli. Estos microorganismos, al desequilibrarse, pueden contribuir al desarrollo de pólipos en el colon, que son crecimientos anormales en la mucosa intestinal. Aunque en muchos casos son benignos, algunos pueden evolucionar hacia cáncer colorrectal.

Relación entre el cáncer colorrectal y las bacterias intestinales

El cáncer colorrectal es uno de los más comunes a nivel mundial, y diversas investigaciones han evidenciado que factor dietéticos y microbianos pueden influir significativamente en su desarrollo. En el caso de dietas bajas en carbohidratos, los resultados muestran que afectan negativamente a especies bacterianas como Bacteroides fragilis y Helicobacter hepaticus, que tienen un fuerte impacto en la inflamación intestinal y el daño al ADN.

Cuando el intestino pierde su diversidad bacteriana saludable, los procesos inflamatorios aumentan. La inflamación crónica puede dañar el tejido y fomentar un entorno propicio para la formación de tumores. De acuerdo con los expertos, hasta un 60% de los casos de cáncer colorrectal podrían estar relacionados con cambios en la composición bacteriana.

Foto Freepik

¿Por qué es tentador recurrir a dietas bajas en carbohidratos?

La promesa de rápidos resultados en la balanza es difícil de ignorar. Al reducir carbohidratos, el cuerpo tiende a perder peso rápidamente debido a la pérdida de agua asociada con la disminución de los depósitos de glucógeno. Además, muchas personas suelen asociar los carbohidratos con “alimentos poco saludables” como bollería, pastas refinadas o alimentos procesados.

Sin embargo, no todos los carbohidratos son iguales. Existen opciones saludables como frutas, vegetales ricos en fibra, cereales integrales y legumbres que no solo son necesarios para una dieta balanceada, sino que también aportan compuestos protectores como antioxidantes y fitoquímicos. Estas sustancias ayudan a prevenir el daño celular y reducen el riesgo de enfermedades crónicas.

Rompiendo mitos: las dietas extremas no son la solución

Aunque la industria de las dietas impulsa constantemente regímenes estrictos como el cetogénico o Atkins, la evidencia científica señala que las dietas extremas generan más riesgos que beneficios. Una alimentación equilibrada y sostenible en el tiempo es más efectiva para mantener un peso saludable y prevenir enfermedades. Eliminar grupos enteros de alimentos, como los carbohidratos, puede provocar deficiencias nutricionales y afectar órganos clave.

Es importante considerar que no se trata de “demonizar” un solo nutriente. Más bien, el enfoque debe estar en la calidad de los alimentos consumidos. Por ejemplo, reducir el consumo de carbohidratos refinados y aumentar la ingesta de fuentes integrales puede marcar una gran diferencia en la salud general.

¿Cómo afecta esto al cáncer?

El vínculo entre una dieta inadecuada y el desarrollo del cáncer es cada vez más claro. Los alimentos procesados, bajos en fibra y ricos en grasas saturadas están relacionados con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el colorrectal. Por otro lado, una dieta rica en frutas, vegetales, cereales integrales y grasas saludables tiene efectos protectores contra el cáncer y otras enfermedades.

El papel de la fibra es crucial. Actúa como un “limpiador natural” del sistema digestivo al promover movimientos intestinales regulares, lo que reduce el tiempo de contacto de sustancias potencialmente cancerígenas con la pared intestinal. Además, favorece la producción de ácidos grasos de cadena corta, sustancias que tienen propiedades antiinflamatorias y protectoras.

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