Salud

¿Es cierto que las várices aumentan las probabilidades de sufrir infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares?

Si no se tratan correctamente, pueden generar graves consecuencias para la salud

De acuerdo con los resultados de un nuevo estudio de la Universidad de Maguncia, Alemania, en donde participaron más de 12.000 personas, se demostraron cuáles podrían ser las consecuencias de las varices, los capilares dilatados y otros efectos, a los cuales los médicos denominan Mcv, es decir, una enfermedad que afecta a las venas.

¿Qué es la enfermedad venosa crónica?

La enfermedad venosa crónica es un trastorno en donde las venas son incapaces de realizar el adecuado retorno de las piernas al corazón, lo que provoca la acumulación de este líquido en los miembros inferiores del cuerpo, dando lugar a diferentes síntomas y problemas. Muchas personas consideran que esta enfermedad es solamente un problema estético y que afecta únicamente a las mujeres, sin embargo, no es así. Según las estadísticas, las personas que la padecen, el 55% son mujeres, pero hasta el 45% son hombres, por lo que refuta mucho de ser una enfermedad exclusiva de las mujeres.

Por lo general, esta patología se debe al mal funcionamiento de las válvulas en las venas. Aunque también puede ocurrir como resultado de un antiguo coágulo en las piernas. Las venas desempeñan un papel importante en el buen funcionamiento de nuestro sistema circulatorio, ya que son las encargadas de transportar la sangre desde el corazón a todos los órganos del cuerpo en dos direcciones. Las paredes de las venas tienen unas válvulas muy pequeñas que se dilatan, permitiendo controlar la presión y el flujo de la sangre, facilitando su adecuado retorno al corazón.

Dilatación en las venas

Las venas pueden dilatarse en varios grados. Según los médicos existen 3 niveles: C1, C2 y C3. El primer grado es el C1, el menos peligroso de la enfermedad venosa crónica. Generalmente, se manifiesta con capilares evidentes. El segundo es el C2 y es cuando aparecen algunas varices. El tercer y último nivel es el C3, que es cuando la situación comienza a ser más grave, puesto que, además de los capilares dilatados y las varices en las piernas, se forma un edema, es decir, hinchazón, debido a la «salida» de líquido de las venas. Es precisamente a partir de la tercera fase cuando el riesgo de problemas cardiovasculares incrementa debido a la enfermedad venosa crónica.

El Dr. Leonardo De Luca explica: «La propia enfermedad venosa crónica provoca estasis e hipercoagulabilidad de la sangre con formación de trombos que pueden crear émbolos en el campo pulmonar, o complicaciones a nivel del sistema venoso profundo».

De hecho, hay varias investigaciones que han demostrado que existe un riesgo 5 veces mayor de trombosis venosa profunda y un riesgo aproximadamente 3 veces mayor de embolia pulmonar en las personas que padecen enfermedad venosa crónica, en comparación con los pacientes que no tenían esta patología. «Básicamente, cuanto más avanzado es el estado de la enfermedad, mayor es el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares», concluye el cardiólogo.

La importancia de los nuevos estudios sobre las enfermedades en las venas

Hasta hace poco, la enfermedad venosa crónica se consideraba un problema que afectaba únicamente a las extremidades inferiores. Una de las formas de tratar la insuficiencia venosa es con terapia, pero, más que curarla, se centraba en aliviar síntomas como las molestias en las piernas, el picor, la estasis venosa, la ulceración y la hinchazón. «El estudio Gutenberg ha centrado por primera vez la atención en la relación entre la insuficiencia venosa crónica y la mortalidad cardiovascular o por cualquier causa y ha demostrado que los pacientes con enfermedad venosa crónica igual o superior a C3 presentan un elevado número de eventos cardiovasculares y un riesgo significativo de muerte por todas las causas» concluye el grupo de investigación.

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