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Salud

Esta es la forma en la que el ayuno altera al cerebro y a nuestro reloj biológico

Este hábito tiene un efecto significativo en el cerebro al regular la expresión génica en el sistema nervioso central

Durante los últimos años, se ha hablado mucho acerca de los efectos del ayuno, aunque a menudo se practica por moda. A pesar de que se conocen algunos efectos positivos de esta práctica, estudios anteriores no habían logrado explicar qué sucede con las células cerebrales después de una ingesta limitada de alimentos. Sin embargo, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Pisa y coordinado por la investigadora Paola Tognini, del Departamento de Investigación Traslacional (Unidad de Fisiología), ha revelado que la falta de alimentos provoca alteraciones en la expresión génica de la corteza cerebral, en especial en el comportamiento de nuestro reloj biológico.

Para llevar a cabo la investigación, se colaboró con la Universidad de California Irvine (EE. UU.), la Scuola Normale Superiore di Pisa, el Istituto di Neuroscienze y el Istituto di fisiologia clinica del Consiglio nazionale delle ricerche (CNR-Ifc) y la Fondazione Stella Maris del Irccs. Los resultados del estudio demostraron que el beta-hidroxibutirato, producido por el cuerpo humano durante el ayuno, tiene la capacidad de alterar la cromatina y la expresión génica en la corteza cerebral.

¿Cómo afecta a nuestro reloj biológico?

Mediante técnicas de espectrometría de masas de alta resolución, se midieron las concentraciones de beta-hidroxibutirato presentes en el hígado, donde se produce principalmente, en el plasma (donde se libera) y en el cerebro. Los resultados revelaron que las células cerebrales también aprovechan el beta-hidroxibutirato como donante químico, lo que lleva a alteraciones en la estructura de las proteínas, especialmente aquellas ubicadas en el núcleo celular y que entran en contacto con el ADN.

Estas alteraciones provocan cambios drásticos en la actuación del cerebro, comenzando por el reloj circadiano, que regula los procesos biológicos en sincronía con la alternancia de 24 horas entre el día y la noche. Los investigadores observaron que los principales cambios en la expresión génica afectan al reloj circadiano, y estos cambios también producen alteraciones en la actividad locomotora.

Además, estos cambios se mantienen incluso después de la reintroducción de la comida, lo que sugiere la existencia de una huella de memoria en los circuitos implicados en el control de estos ritmos. Sara Cornuti, estudiante de doctorado en la Normale di Pisa y primera autora del artículo, destacó que los experimentos demostraron que no solo se alteraban los niveles de los genes del reloj, sino que también se producían cambios en la actividad locomotora.

Este estudio no solo demostró que el ayuno altera el cerebro y afecta al reloj biológico, sino que también se observó cómo el ayuno puede tener efectos positivos en la longevidad. Además, se destacó que aunque el ayuno se está practicando cada vez más por moda, es importante entender los efectos que tiene en el cuerpo y el cerebro.

Estos hallazgos son significativos porque sugieren que el ayuno puede tener efectos en la salud mental y neurológica, lo que puede tener implicaciones importantes para el tratamiento de trastornos neuropsiquiátricos y del neurodesarrollo. Además, estos hallazgos pueden ser importantes para entender cómo la nutrición y los complementos alimenticios pueden ser utilizados para mejorar la salud del cerebro y regular los procesos biológicos en el cuerpo, aumentando la posibilidad de crear métodos de prevención para un amplio catálogo de enfermedades y síntomas.

 

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Dany Levito