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Estilo de vida

Esta es la razón por la que dormir más de 8 horas por noche es peligroso para la salud

Dormir suficientes horas es tan importante como cuidar que ese sueño no sea excesivo. Se ha comprobado que tanto dormir poco como dormir más de 8 o 9 horas de forma regular puede dar paso a problemas importantes para la salud.

Cómo afecta el exceso de sueño al organismo

El cuerpo necesita un ciclo de sueño ajustado a la edad y las necesidades personales. Sin embargo, cuando los adultos duermen más de 8 horas con frecuencia, el organismo se ve afectado de formas negativas. Un sueño demasiado prolongado suele tener menos fases profundas y reparadoras, lo que puede alterar procesos metabólicos, debilitar el sistema cardiovascular y disminuir las funciones cognitivas. A menudo, lo que parece “descansar más” en realidad se traduce en un sueño menos reparador y en una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas o alteraciones del ánimo.

Alteraciones metabólicas y riesgo de enfermedades

Dormir más de la cuenta implica mucho más que sentirse cansado durante el día. El exceso de sueño está vinculado con un aumento en el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2. Al dormir en exceso, el cuerpo puede desarrollar resistencia a la insulina y aumentar los niveles de glucosa en sangre. Estos cambios se suman a una alteración en la producción de hormonas reguladoras del apetito como la leptina y la grelina. Personas que duermen demasiado suelen tener menos actividad física diaria y malos hábitos de alimentación, lo que contribuye a subir de peso y acumular grasa abdominal. Esta combinación de factores puede causar un círculo vicioso de malestar físico y aumentar todavía más la necesidad de dormir.

Impacto sobre el sistema cardiovascular

El corazón y los vasos sanguíneos también sufren cuando el sueño es demasiado largo. Dormir más de 8 o 9 horas de manera prolongada se asocia con un mayor riesgo de hipertensión, infartos y enfermedades coronarias. El sueño excesivo altera el ritmo circadiano del cuerpo, favorece la rigidez arterial y puede elevar la presión de manera silenciosa. Además, varios estudios han relacionado el exceso de sueño con un mayor peligro de accidente cerebrovascular y una mayor tasa de mortalidad prematura en adultos sanos. Este riesgo es independiente de otros factores como la alimentación o el ejercicio, por lo que controlar las horas de descanso es fundamental para proteger el corazón.

Foto Freepik

Consecuencias en el funcionamiento cerebral y el estado de ánimo

La mente no queda fuera de los efectos del sueño prolongado. Dormir demasiado reduce la intensidad del sueño profundo, lo que afecta la memoria, la capacidad de concentración y el rendimiento intelectual. Las personas que duermen en exceso pueden presentar deterioro cognitivo, lentitud para resolver problemas y una sensación constante de confusión o aturdimiento. Además, existe una relación directa entre el sueño largo y los trastornos del estado de ánimo, en especial la depresión. Un ciclo de sueño alterado puede empeorar los síntomas depresivos, y estos a su vez pueden incrementar la necesidad de dormir, perpetuando el problema. Los cambios de humor, la irritabilidad y la baja motivación son otros efectos comunes.

Factores que llevan a dormir en exceso y la importancia del sueño de calidad

Hay distintas razones detrás de la tendencia a dormir más de lo necesario. No siempre se trata solo de cansancio o flojera. Muchas veces, el sueño prolongado es consecuencia de problemas médicos, hábitos inadecuados o el uso de ciertos medicamentos. Aprender a distinguir entre cantidad y calidad del sueño resulta esencial para identificar si el descanso está siendo realmente reparador o solo una señal de que el cuerpo pide ayuda.

Trastornos médicos y hábitos poco saludables asociados al sueño prolongado

Cuando se duerme en exceso con frecuencia, conviene pensar en posibles trastornos subyacentes. Problemas como la apnea del sueño, el hipotiroidismo, la depresión o incluso el uso de medicamentos sedantes pueden empujar a dormir más sin lograr sensación de descanso. En estos casos, el sueño prolongado es una señal de que algo no está funcionando de forma adecuada. Buscar atención médica especializada es fundamental para descartar enfermedades y recibir un tratamiento apropiado. No se trata solo de dormir menos, sino de encontrar y corregir la causa que origina el patrón de sueño extendido.

Dormir más no siempre es sinónimo de buen descanso

Es común pensar que dormir mucho es saludable, pero la realidad muestra lo contrario. La calidad del sueño importa más que la cantidad de horas en la cama. Un ambiente adecuado para dormir debe ser oscuro, silencioso y fresco, lo que facilita que el sueño sea profundo y continuado. Mantener una rutina estable, acostarse y levantarse a la misma hora, y evitar el uso de pantallas antes de dormir son prácticas que ayudan a lograr un descanso reparador. Por ejemplo, una persona que duerme siete horas de sueño profundo suele encontrarse más descansada y alerta que alguien que pasa diez horas con un sueño de mala calidad y lleno de despertares. Ajustar ciertos hábitos diarios puede transformar la experiencia del sueño y resolver problemas de cansancio, mal humor o falta de energía.

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