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Salud

Esta es la vitamina que todos los mayores de 50 años deberían tomar para evitar enfermarse

Cuidar la salud a partir de los 50 años se vuelve una necesidad. Los cambios en el cuerpo hacen que el sistema inmunológico, los huesos y hasta el ánimo requieran más atención que en etapas previas. Dentro de los nutrientes que marcan la diferencia en esta etapa, la vitamina D se destaca por sus amplios beneficios para el bienestar integral.

Beneficios clave de la vitamina D para personas mayores de 50 años

La vitamina D ofrece múltiples beneficios a quienes ya superaron la barrera de los 50 años. Su papel en la salud va más allá de los huesos, ya que también favorece la inmunidad, el músculo y la mente.

Fortalece los huesos y previene la osteoporosis

El cuerpo utiliza la vitamina D para absorber el calcio que proviene de los alimentos. Esta absorción adecuada favorece la formación y el mantenimiento de huesos fuertes. Con el paso del tiempo, los huesos naturalmente pierden densidad y se vuelven más frágiles. El déficit de vitamina D empeora esta situación, facilitando la aparición de osteoporosis y aumentando el riesgo de fracturas. Por eso, mantener buenos niveles de vitamina D ayuda a proteger la estructura ósea y reduce el riesgo de caídas y lesiones.

Apoya la función inmunológica y reduce infecciones

Diversos estudios demuestran que niveles adecuados de vitamina D promueven una mejor respuesta inmune. El sistema inmunológico necesita este nutriente para funcionar de manera eficiente ante patógenos y reducir la intensidad de los resfriados y otras infecciones frecuentes en adultos mayores. Una cantidad suficiente de vitamina D actúa como un escudo, disminuyendo el número de episodios infecciosos y acortando la duración de las enfermedades.

Mejora la fuerza muscular y previene caídas

El envejecimiento suele ir acompañado de una pérdida gradual de fuerza. La vitamina D es clave en la función de los músculos, ya que ayuda en la contracción muscular y en el equilibrio. Numerosos trabajos científicos asocian la suplementación con este nutriente al aumento de fuerza y a una mejor coordinación. Además, su ingesta adecuada contribuye a disminuir el número de caídas, que pueden provocar graves complicaciones en la vida de las personas mayores.

Contribuye a la salud mental y reduce riesgo de depresión

No solo el cuerpo, también la mente se beneficia de niveles óptimos de vitamina D. Investigaciones recientes asocian la deficiencia de este nutriente con mayor prevalencia de síntomas depresivos y alteraciones del ánimo. El papel de la vitamina D en la regulación hormonal y la función cerebral permite estabilizar el estado emocional y mejorar la calidad de vida. Mantener niveles saludables puede favorecer un mejor bienestar mental y social.

Foto Freepik

Recomendaciones actuales de consumo y fuentes de vitamina D

En 2025, las pautas sobre la vitamina D dan prioridad tanto a la nutrición como a la exposición solar moderada. También es fundamental conocer las fuentes alimenticias y los suplementos más recomendados para lograr un aporte suficiente.

Dosis diaria recomendada para mayores de 50 años en 2025

Para los adultos a partir de los 50 años, la ingesta diaria sugerida de vitamina D es de 15 microgramos, equivalentes a 600 UI (unidades internacionales). Después de los 70 años, la recomendación sube a 20 microgramos, u 800 UI. No se debe superar la cantidad máxima de 100 microgramos (4,000 UI) al día para evitar toxicidad, salvo prescripción médica.

Fuentes alimenticias ricas en vitamina D

La dieta puede aportar parte de la vitamina D que el cuerpo necesita. Se encuentran cantidades significativas en pescados grasos como el salmón, atún y caballa, en aceites de hígado de pescado, yema de huevo y algunos productos lácteos fortificados. Los cereales y bebidas vegetales también se fortifican en muchos países. Los hongos expuestos a la luz UV presentan concentraciones elevadas del nutriente.

Exposición solar segura y práctica

La vitamina D también se obtiene a través de la piel cuando se expone al sol. Se recomienda recibir entre 10 y 30 minutos de sol en brazos y piernas, dos o tres veces a la semana. La duración varía según el color de la piel, la latitud y la estación del año. La exposición debe ser cuidadosa y evitar quemaduras, usando protección solar si el tiempo al aire libre es mayor.

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Tipos de suplementos y cómo elegirlos

Existen suplementos de vitamina D en varias presentaciones: cápsulas, gotas, comprimidos masticables y en combinación con calcio. Los expertos consideran que la vitamina D3 (colecalciferol) se absorbe mejor y eleva los niveles sanguíneos de forma más eficiente que la D2 (ergocalciferol). Es preferible escoger productos certificados y de marcas reconocidas, verificando la cantidad exacta por dosis para evitar excesos involuntarios.

Riesgos y contraindicaciones al tomar vitamina D

Aunque la vitamina D es clave para la salud, un consumo no controlado puede traer riesgos. Es importante identificar señales de advertencia y saber cuándo acudir al médico.

Síntomas de exceso de vitamina D

El consumo excesivo puede llevar a intoxicación. Entre los síntomas, destacan náuseas, vómitos, debilidad y deshidratación. Un exceso eleva los niveles de calcio en sangre, lo que puede provocar daño renal, arritmias y calcificación de tejidos blandos. Siempre se debe seguir la dosis indicada por profesionales de la salud.

Situaciones en que se debe consultar al médico

Las personas con enfermedades renales, antecedentes de cálculos o hipercalcemia, deben consultar antes de iniciar una suplementación. También quienes toman medicamentos como diuréticos, anticonvulsivos o corticoides tienen un mayor riesgo de efectos secundarios al mezclar estos tratamientos con la vitamina D.

Cómo monitorizar niveles con análisis de sangre

El control regular mediante medición sanguínea de 25-hidroxivitamina D resulta clave para mantener niveles en rango óptimo, entre 20 y 50 ng/mL. Se recomienda realizar este análisis cada uno o dos años, o con mayor frecuencia si existen síntomas o riesgos aumentados.

La vitamina D es un aliado indispensable para los mayores de 50 años, con beneficios que alcanzan huesos, defensas, músculos y mente. Cumplir la dosis adecuada y contar con supervisión médica es esencial para aprovechar sus efectos y evitar complicaciones. Revisar los propios niveles y considerar la suplementación responsable puede marcar una gran diferencia en el bienestar a largo plazo.

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