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Salud

Estas son las vitaminas que tu cuerpo necesita todos los días

El funcionamiento óptimo del cuerpo depende en gran medida de una variedad de vitaminas que participan en procesos vitales. Las rutinas actuales, los alimentos procesados y el ritmo de vida acelerado llevan a muchas personas a descuidar el consumo suficiente de estos nutrientes. Ante la creciente preocupación por el bienestar diario y la prevención de enfermedades, entender qué vitaminas son esenciales y cómo obtenerlas debe ser parte de cualquier estrategia de salud moderna.

Funciones clave de las vitaminas en el organismo

Las vitaminas cumplen funciones especiales en el cuerpo humano. El sistema inmunológico utiliza estas moléculas para fortalecer las defensas naturales contra infecciones y enfermedades. En la formación y mantenimiento de los huesos, las vitaminas ayudan a fijar minerales y a prevenir la fragilidad ósea. La visión depende del suministro regular de vitamina A y otros antioxidantes para conservar la salud ocular. El metabolismo energético requiere múltiples vitaminas del complejo B que permiten transformar los alimentos en energía utilizable. Además, algunas vitaminas participan en la reparación de tejidos, la regeneración celular y la producción de glóbulos rojos, esenciales para el transporte de oxígeno y el bienestar general.

Vitaminas esenciales que se necesitan a diario

Vitaminas hidrosolubles: B y C

El cuerpo humano demanda un aporte constante de vitaminas hidrosolubles, ya que no puede almacenarlas y se eliminan con facilidad a través de la orina. El grupo B (B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 y B12) interviene en funciones clave como la producción de energía, el sistema nervioso y la síntesis de glóbulos rojos. La vitamina C destaca por su papel en la protección celular, la reparación de tejidos y el fortalecimiento del sistema inmunológico.

Estas vitaminas se consiguen mejor a través de alimentos frescos. Los cereales integrales, las legumbres y los vegetales de hoja verde aportan buena parte de las vitaminas del complejo B. La vitamina C abunda en frutas como la naranja, la guayaba y el kiwi, así como en vegetales como el pimiento y el brócoli. La necesidad diaria de estos nutrientes significa que deben estar presentes en la dieta cotidiana para evitar fatiga, debilidad e infecciones frecuentes. Preparar ensaladas frescas, jugos naturales y platillos variados favorece la ingesta suficiente sin recurrir al exceso de suplementos.

Vitaminas liposolubles: A, D, E y K

Las vitaminas liposolubles se disuelven en grasa y se almacenan en tejidos corporales, especialmente en el hígado. La vitamina A es fundamental para la visión y la función inmunitaria; se obtiene de zanahorias, espinacas, batatas y productos lácteos. La vitamina D tiene un papel central en la absorción de calcio y la salud de los huesos. La principal fuente dietética incluye pescados grasos (salmón, sardina), huevos y lácteos. Además, la exposición moderada al sol ayuda a sintetizarla en la piel.

La vitamina E protege las células del daño oxidativo. Se encuentra en aceites vegetales, nueces y semillas. Por su parte, la vitamina K interviene en la coagulación sanguínea y la recuperación de tejidos. Está presente en vegetales de hoja verde, como el brócoli y la espinaca. Aunque estas vitaminas pueden almacenarse, es importante consumirlas regularmente, pero sin excesos, ya que grandes cantidades pueden acumularse y provocar toxicidad. Elegir una variedad de verduras, lácteos, aceites sanos y pescados facilita una nutrición completa y segura.

Foto Freepik

Cómo cubrir las necesidades diarias de vitaminas de manera natural

Una dieta equilibrada provee la mayoría de las vitaminas necesarias para el día a día. Incluir alimentos frescos como hortalizas, frutas, cereales integrales y carnes magras contribuye a cubrir las recomendaciones diarias de estos nutrientes. Los lácteos, los huevos y el pescado también forman parte de un plan alimentario completo, aportando calcio, vitamina D y proteínas. La diversidad de colores en el plato indica la presencia de diferentes antioxidantes y vitaminas beneficiosas para el sistema inmunológico, el metabolismo y la regeneración celular.

La calidad de los alimentos suele vencer a los suplementos, ya que contienen otros elementos bioactivos y favorecen una mejor absorción. Los suplementos solo resultan una opción recomendable bajo indicación médica, por ejemplo, en embarazo, personas mayores, o quienes presentan deficiencias documentadas. Priorizar la obtención de vitaminas a través de la comida permite regular cantidades, prevenir excesos y promover hábitos que ayudan a largo plazo.

La consulta con un profesional de salud resulta fundamental cuando se plantea complementar la dieta con tabletas o cápsulas. Evaluar la necesidad real, la dosis y los posibles riesgos evita complicaciones, ya que el exceso, sobre todo en las liposolubles, puede provocar intoxicación por acumulación en el organismo. Los alimentos naturales proporcionan nutrientes en proporciones que el cuerpo puede regular mucho mejor que los suplementos industriales.

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