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Salud

Este sencillo truco de 20 segundos puede salvar tus ojos de la fatiga visual

En el mundo actual, la mayoría pasa horas frente a pantallas, ya sea por trabajo, estudio o entretenimiento. Este uso prolongado de dispositivos provoca lo que muchos reconocen como fatiga visual digital. Los síntomas van desde la sequedad ocular, visión borrosa, ardor y dolor de cabeza hasta dificultad para enfocar. No importa la edad: tanto niños como adultos pueden terminar con los ojos cansados al final del día.

Por qué se fatigan los ojos frente a las pantallas

La tecnología llegó para quedarse y la mayoría de las personas pasa más de ocho horas diarias expuesta a computadoras, teléfonos y tabletas. Este exceso hace que los ojos trabajen más de la cuenta. Al mirar un monitor de cerca durante mucho tiempo, los músculos oculares (sobre todo los encargados del enfoque) se mantienen en tensión continua, generando molestias.

Un dato clave es que al fijar la vista en una pantalla, la frecuencia de parpadeo puede reducirse hasta un 60%. Parpadear menos seca la superficie del ojo, lo que aumenta la irritación y el enrojecimiento. Además, la luz azul de los dispositivos puede alterar el ciclo de sueño y aumentar la incomodidad, aunque hasta ahora no existen pruebas de que cause daño permanente. La ergonomía inadecuada también agrava la fatiga visual. Si la pantalla está muy cerca, demasiado alta o baja, o si hay reflejos, el malestar aparece más rápido. Aunque no suele generar daños irreversibles, la fatiga digital resta bienestar y calidad de vida.

Foto Freepik

La regla 20-20-20: un descanso sencillo para tus ojos

La llamada regla 20-20-20 es una de las estrategias más recomendadas por oftalmólogos y optometristas, incluyendo la American Academy of Ophthalmology (AAO) y la American Optometric Association (AOA). El método consiste en este sencillo hábito: cada 20 minutos de uso de pantallas, aparta la vista durante 20 segundos y mira un objeto situado a 20 pies (unos 6 metros) de distancia.

Al hacerlo, los músculos oculares se relajan porque dejan de enfocar de cerca, lo cual ayuda a prevenir el llamado síndrome visual informático. Además, mirar a lo lejos fomenta el parpadeo, que lubrica los ojos y restaura su humedad natural. Este mecanismo también ayuda a reducir dolores de cabeza y mejora la comodidad, incluso para quienes usan gafas o lentes de contacto.

Cómo incorporar la regla 20-20-20 en tu rutina diaria

Adoptar esta práctica no requiere de grandes esfuerzos. Colocar una alarma en el móvil, un temporizador o una nota visible en el escritorio puede servir como recordatorio. Muchos aprovechan ventanas o espacios abiertos para enfocar la vista en puntos distantes. Así, los microdescansos se integran de manera natural en el día a día.

Si el entorno lo permite, aprovechar estos 20 segundos para cambiar de postura, hidratarse o realizar estiramientos suaves de cuello y espalda potencia el efecto de alivio. Mantener una buena hidratación general y usar luces adecuadas en la zona de trabajo también cuenta. Quienes sufren de sequedad persistente pueden beneficiarse de lágrimas artificiales sin conservantes, que ayudan a lubricar la superficie ocular sin riesgo de irritación asociada a algunos aditivos. La clave es transformar este truco en un hábito automático.

Más estrategias para reducir la fatiga visual

La regla 20-20-20 es el primer paso, pero sumar otros cuidados realmente marca la diferencia. Ajustar el brillo y contraste de la pantalla para evitar deslumbramientos es fundamental. Mantener una distancia de unos 50 centímetros respecto al monitor y ubicarlo ligeramente por debajo del nivel de los ojos proporciona mayor comodidad.

Las pantallas con filtros antirreflejantes disminuyen los reflejos incómodos que forzan la vista. Elegir ambientes con buena iluminación natural o luces indirectas previene el cansancio ocular. Parpadear de manera consciente, aunque parezca simple, resulta muy efectivo para evitar la sequedad y la irritación.

Si a pesar de estas medidas la molestia no cede o aparecen síntomas como visión muy borrosa, dolor ocular intenso o cambios en la visión, es importante acudir al oftalmólogo. Solo un profesional puede detectar problemas subyacentes como errores refractivos o enfermedades oculares. Consultas periódicas ayudan a mantener la salud visual al día, en especial para quienes usan pantallas de forma intensiva.

Adaptar estos pequeños gestos tiene un gran impacto en el bienestar ocular. Integrar pausas, cuidar el entorno y priorizar hábitos saludables marcan la diferencia cuando de vista se trata. La regla de los 20 segundos, sencilla y accesible, puede ser el aliado más poderoso contra la fatiga visual digital.

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