Esto es lo que debes saber de la cistitis de luna de miel
Es una infección del tracto urinario muy común, que afecta a las mujeres y puede ocurrir en cualquier momento de su vida sexual activa
Tal vez te ha pasado que estás muy feliz con tu pareja, expresas ese maravilloso sentimiento de amor y placer de una vida sexual apasionada e intensa, sin embargo, y, por desgracia, al día siguiente tienes una sensación de quemazón, a veces aguda, en la parte interna de los genitales, asociada a una necesidad frecuente de ir al baño y presentas dolor durante la micción.
Se trata de la cistitis, un trastorno muy extendido que casi todas las mujeres experimentan al menos una vez durante su vida sexual. Denominada en antaño como «cistitis de las vírgenes» o «cistitis de la luna de miel», cuando el inicio de la vida sexual de la mujer coincidía con el matrimonio, momento al que llegaba intacta, este trastorno suele aparecer tras la primera relación sexual, normalmente al haber transcurrido de 24 a 72 horas.
Síntomas:
- Escalofríos.
- Malestar general.
- Arritmia cardiaca.
- Dolor o ardor al orinar.
- Cantidad reducida de orina.
- Molestias en la parte inferior del abdomen.
- Ganas constantes de ir al baño con urgencia.
- Observas que el color de la orina es rosado-rojizo.
Causas de la cistitis de luna de miel
La cistitis de luna de miel puede ser causada por diversos factores, siendo los más comunes la falta de lubricación vaginal durante la actividad sexual, debido a un nivel de excitación insuficiente o dolor durante la penetración, el cual puede ser tan intenso que dificulta aún más el acto sexual. Esta condición puede tener un impacto negativo en el sistema urinario. Durante la excitación, la uretra, el conducto que permite la eliminación de la orina, se rodea de una red densa de vasos sanguíneos que se inflaman para formar un «anillo de defensa» contra el trauma mecánico causado por el movimiento durante la intimidad, especialmente si es prolongado o si se repite a intervalos cortos.
¿Por qué la cistitis es frecuente en el sexo femenino?
Existen dos razones principales:
Anatómica: la uretra es el conducto que conecta la vejiga con los genitales externos, a través del cual la orina es eliminada del cuerpo. Sin embargo, a diferencia de los hombres, la longitud de la uretra en las mujeres es mucho más corta (3 a 5 cm), lo que puede aumentar la probabilidad de proliferación de gérmenes y, por lo tanto, aumentar el riesgo de infecciones urinarias.
Hormonal: la salud de la uretra y la base de la vejiga en las mujeres está influenciada por las hormonas. Si los niveles de estrógeno disminuyen, como puede suceder en el período de posparto, las defensas del cuerpo pueden disminuir, lo que puede aumentar aún más el riesgo de infecciones urinarias.
Prevención de la cistitis
Es importante tener en cuenta que existen medidas preventivas, como la utilización de lubricantes y la comunicación abierta con la pareja sexual para asegurar una experiencia sexual satisfactoria y sin dolor. Además, una buena educación higiénica es esencial: utilizar papel con movimiento desde los genitales hacia el ano para evitar el posible transporte de gérmenes, utilizar un bidé con detergente de PH ligeramente ácido y lavarse bien las manos.
Sin embargo, existen remedios caseros que son muy prácticos para prevenir este trastorno, por ejemplo el zumo de arándanos. De hecho, se ha demostrado que esta bebida es muy efectiva para combatir la cistitis. Muchos afirman que impide que la bacteria responsable de la cistitis, E. coli, se adhiera a las paredes de la vejiga. Intenta siempre protegerte eficazmente del frío. Si el abdomen se expone a bajas temperaturas, puede producirse una vasoconstricción, lo que puede favorecer los ataques de cistitis.
